Ciclocampista
Habitual
Sin verificar
Presento hoy este reloj, del que ya adelanto que estoy encantado y se ha convertido en un favorito que se queda en mi colección. Es la reproducción de un reloj de trinchera hecha por Vario, el tercer reloj (creo) de esta pequeña marca de Singapur liderada por Ivan Chua.
Se trata de un homenaje, pero un homenaje en el sentido literal de la palabra, no en el de eufemismo de “copia”, pues el reloj se inspira y reproduce, creo que con buen gusto, un diseño de reloj muy popular y generalizado del que no podemos decir que pertenezca a una marca, sino a una época. Siempre he querido un reloj de trinchera, pero nunca encontré uno original usable y las reproducciones de distintas marcas que conozco nunca me han gustado.
El reloj se lanzó en un crowfunding y se ofrecieron varios acabados, con correas de cuero bund y otra simple de una sola pieza en varios colores, así como esferas para los relojes en varias configuraciones como se muestra en las fotos. Blanco con numerales blancos y 12 rojo, blanco/naranja, gris/blanco, crema/naranja, negro/blanco con subesfera blanca y negro naranja.
Se jugaba con varios estilos de su tiempo. Cualquiera de ellos es precioso. ¡Ay, ese negro con subesfera blanca! Mucho dudé, pero al final el blanco con numerales con falsa pátina me pareció el aspecto más logrado de todos los relojes propuestos. Opté por quedarme con el más clásico y común y acorde con un aspecto actual envejecido: esfera blanca, pues la porcelana no amarillea (es mi primer reloj blanco, que no me suelen gustar) con índices con luminova naranja que imita el radio quemado de los relojes que han llegado a nuestros días. Me parecía además el dial de más contraste y legible.
Además, se consiguieron algunos “strech goals”, que son objetivos, cambios o accesorios que solo se ofrecen si la financiación pasa ciertas metas de recaudación. Se desbloquearon varios: una nato caqui, que se convirtió en regalo general, y otros por los que había que pagar un suplemento: trasera grabada, trasera transparente de zafiro (lo ordinario del movimiento y la poca fidelidad a su época me hicieron descartarla), cajas de bronce por cuya pátina optó mucha gente, opción de 40mm, hasta creo que uno de cuarzo… y creo que nada más.
Yo me ceñí al diseño original en acero con tapa ciega grabada y no me sumé a ningún “strech goal”, ya que me pareció desde el principio un diseño clavado. El reloj viene, pues, con su nato caqui o beige de pase simple de regalo y en una cajita de transporte compacta y muy práctica, con una gamuza de calidad para limpieza. Yo agradezco mucho que los relojes vengan en estas fundas en vez de en cajas que, por lo menos para mí, no compensan el efecto de la presentación por el trasto en que se convierten. Señores fabricantes: fundas de trasporte y no cajas de joyería, por favor.
Las características de reloj son una mezcla del reloj antiguo que imita actualizado con mejoras de reloj actual. Las asas fijas son más robustas y anchas que lo que era normal, quedando en unos modernos 18mm con 44mm de “lug to lug”. La esfera no es de porcelana, sino esmalte o “enamel”, que es una manera más económica de lograr industrialmente este acabado (algo así como aquella vajilla de nuestros abuelos tan de moda ahora otra vez). La luminova, por supuesto, no es radio, sino un lumen C3, con tono naranja de falsa patina en mi modelo; agujas de tipo catedral y unos numerales arábigos del estilo de su época que están magníficamente acabados. No hay una sola falta en este dial ni en la precisión con que las agujas caen en sus marcas (ya sabemos que diales no perfectamente centrados pueden variar de un extremo a otro de la esfera). Tenemos una corona roscada y firmada que ayuda a esos 100 metro de resistencia al agua.
El acero de la caja es 316L y tiene un acabado satinado que contrasta con el pulido a espejo de las asas fijas y el bisel que rodea el cristal, un zafiro de 2mm con antirreflejos interno y ligeramente abombado por sus dos caras que remeda a la perfección el aspecto antiguo del reloj: realmente parece un pequeño reloj de bolsillo. Además, la ausencia de distorsión en ángulos extremos es excelente.
El movimiento es un Citizen-Miyota 82s5, de 21 rubíes y 21.6kpbh de frecuencia, en su acabado dorado o “gilt”, automático con posibilidad de remonte manual y una segundera "hackeable" que se detiene al sacar la corona para el ajuste (tengo entendido que no es algo propio del movimiento normalmente, sino una mejora). Su única pega, ya señalada por el youtuber Jodi de “Just one more watch”, es que la carga automática se produce solo en un sentido del giro de la masa oscilante, por lo que gira libre cuando lo hace en el otro sentido, haciéndose audible. No es un reloj para quien no pueda soportar un rotor que se oye de vez en cuando. En mi unidad adelanta unos 30s al día, cosa estoy seguro que es mejorable si lo toqueteo (de momento no pienso meterme) y que entra en las especificaciones de ~-20+40 fabricante.
El diseño del reloj está adaptado a este movimiento, con unas decisiones de Ivan, en mi opinión, muy acertadas. Quiso mantener el reloj en un nivel económico, por lo que Miyota era su mejor opción. La subesfera de los segundos a las 6 era irrenunciable, por lo que tuvo que girar el movimiento dejando la corona a las 4, una concesión moderna típica de un field watch (es a fin y al cabo un field watch) que lo hace muy cómodo y no desentona tanto, teniendo en cuenta que de estos relojes hubo modelos con la esfera algo girada con las 12 y la corona a la posición normal de las 2; le queda bien. Hablando de su espíritu de "field watch" primigenio, la legilibildad es excelente incluso con mi presbicia, nada que envidiar a otros modernos que tengo.
Una de las decisiones que tomó Iván, que tuvo que pelear contra los partidarios de la moda actual, es su tamaño reducido, que se mantiene en unos 37mm y 10mm de ancho. Es un, en mi apreciación, un discreto, elegante y precioso reloj (pequeño para los estándares actuales) que respeta las dimensiones de los modelos que homenajea.
El reloj se ofreció con una correa bund de cuero de caballo (crazy horse) de bastante calidad, una salida inteligente, ya que es la solución para los relojes “pequeños” para los que quieren que la correa lo compense y el conjunto abulte en la muñeca. Al final hubo la posibilidad de pedirlo algo más grande, pero entre otras cosas, la subesfera de los segundos, que no se puede desplazar ya que el movimiento es el mismo, quedaba demasiado alta en la esfera, más pequeña en proporción, descentrada y ya no cortaba el numeral de las 6, rompiendo en mi opinión el diseño de reloj (ya me he quejado antes de relojes con subseconds con esferas demasiado aumentadas, por lo que la subesfera queda descentrada o demasiado pequeña en proporción: si de hacen relojes subseconds grandes, el movimiento debería adaptarse también para compensarlo, cosa que dispara los presupuestos). Un render de los modelos de 40mm.
Una vista del modelo normal de 37m en mi muñeca.
En mi caso, la bund, aunque le queda bien, no es lo que buscaba, por lo que me hice con varias correas de final abierto para relojes de asas fijas. Curiosamente, al final sí acabó con una bund marrón que encontré en el viejo stock de una relojería local, aunque es tan discreta que parece una correa normal. Creo que con ella, el aspecto retro y elegancia del reloj suben muchos puntos.
Bund original.
Con mi correa.
Creo que es un reloj que no es para todos los gustos, pues su aspecto es obviamente muy llamativo. Sin embargo, me ha sorprendido su polivalencia. Su ligera excentricidad lo hacen perfectamente llevable con una camiseta, camisa de manga corta o remangada; pero también, debido a su aspecto muy clásico y dimensiones, es un reloj de vestir que pega con atuendos más formales y puede ser elegante.
Una de las pegas es su lumen, que si bien se hace legible toda la noche, esperaba más potente dada la cantidad que se supone que tiene aplicado. Por otra parte, agujas y dial están hechos probablemente por distintos fabricantes y, si bien con luz en completa oscuridad no se ve diferencia en los tonos, en las transiciones en penumbra sí se nota una diferencia: se vuelve verde al brillar y en la penumbra, cuando aún se ve algo del color original, se mezclan los colores naranja y el brillo verde dando un raro tono amarillento verdoso.
Siento no mostrar fotos mías de la trasera o con otras correas, que he tenido que coger de internet. Es debido a que la correa que le he puesto es de botones metálicos que hay que doblar para instalarla y, si la saco, podrían romperse por fatiga del metal, que es una simple chapita. Es de momento su correa fija. Aquí tenéis la trasera que rememeora el fin de la Primera Guerra Mundial y el día del veterano, con sus motivos de la guerra de trincheras, soldado, alambrada y esas amapolas que se han convertido en un símbolo de esta efeméride.
Un último apunte: no me lo paró aduanas; quise evitar que me lo enviasen con HDL dadas las advertencias de Goldoff, y opté por otra compañía, Aramex, que me lo entregó desde Singapur en menos de dos semanas. Un golpe de suerte un poco egoísta, la verdad, ya que no me molesta pagar unos impuestos justos con los que de hecho contaba; pero otra cosa es pasar con los abusos de esa compañía. Me ha salido, por tanto, en unos 212€ envío incuido.
Actualizo con ese efecto que digo del lumen, que es seguramente porque las agujas empiezan a brillar antes. Este es el lumen a oscuras:
Esta es la transición antes de llegar a completa oscuridad:
Y otro gif en mi muñeca de 19mm. A quien le parezca pequeño, yo ya...
Se trata de un homenaje, pero un homenaje en el sentido literal de la palabra, no en el de eufemismo de “copia”, pues el reloj se inspira y reproduce, creo que con buen gusto, un diseño de reloj muy popular y generalizado del que no podemos decir que pertenezca a una marca, sino a una época. Siempre he querido un reloj de trinchera, pero nunca encontré uno original usable y las reproducciones de distintas marcas que conozco nunca me han gustado.
El reloj se lanzó en un crowfunding y se ofrecieron varios acabados, con correas de cuero bund y otra simple de una sola pieza en varios colores, así como esferas para los relojes en varias configuraciones como se muestra en las fotos. Blanco con numerales blancos y 12 rojo, blanco/naranja, gris/blanco, crema/naranja, negro/blanco con subesfera blanca y negro naranja.
Se jugaba con varios estilos de su tiempo. Cualquiera de ellos es precioso. ¡Ay, ese negro con subesfera blanca! Mucho dudé, pero al final el blanco con numerales con falsa pátina me pareció el aspecto más logrado de todos los relojes propuestos. Opté por quedarme con el más clásico y común y acorde con un aspecto actual envejecido: esfera blanca, pues la porcelana no amarillea (es mi primer reloj blanco, que no me suelen gustar) con índices con luminova naranja que imita el radio quemado de los relojes que han llegado a nuestros días. Me parecía además el dial de más contraste y legible.
Además, se consiguieron algunos “strech goals”, que son objetivos, cambios o accesorios que solo se ofrecen si la financiación pasa ciertas metas de recaudación. Se desbloquearon varios: una nato caqui, que se convirtió en regalo general, y otros por los que había que pagar un suplemento: trasera grabada, trasera transparente de zafiro (lo ordinario del movimiento y la poca fidelidad a su época me hicieron descartarla), cajas de bronce por cuya pátina optó mucha gente, opción de 40mm, hasta creo que uno de cuarzo… y creo que nada más.
Yo me ceñí al diseño original en acero con tapa ciega grabada y no me sumé a ningún “strech goal”, ya que me pareció desde el principio un diseño clavado. El reloj viene, pues, con su nato caqui o beige de pase simple de regalo y en una cajita de transporte compacta y muy práctica, con una gamuza de calidad para limpieza. Yo agradezco mucho que los relojes vengan en estas fundas en vez de en cajas que, por lo menos para mí, no compensan el efecto de la presentación por el trasto en que se convierten. Señores fabricantes: fundas de trasporte y no cajas de joyería, por favor.
Las características de reloj son una mezcla del reloj antiguo que imita actualizado con mejoras de reloj actual. Las asas fijas son más robustas y anchas que lo que era normal, quedando en unos modernos 18mm con 44mm de “lug to lug”. La esfera no es de porcelana, sino esmalte o “enamel”, que es una manera más económica de lograr industrialmente este acabado (algo así como aquella vajilla de nuestros abuelos tan de moda ahora otra vez). La luminova, por supuesto, no es radio, sino un lumen C3, con tono naranja de falsa patina en mi modelo; agujas de tipo catedral y unos numerales arábigos del estilo de su época que están magníficamente acabados. No hay una sola falta en este dial ni en la precisión con que las agujas caen en sus marcas (ya sabemos que diales no perfectamente centrados pueden variar de un extremo a otro de la esfera). Tenemos una corona roscada y firmada que ayuda a esos 100 metro de resistencia al agua.
El acero de la caja es 316L y tiene un acabado satinado que contrasta con el pulido a espejo de las asas fijas y el bisel que rodea el cristal, un zafiro de 2mm con antirreflejos interno y ligeramente abombado por sus dos caras que remeda a la perfección el aspecto antiguo del reloj: realmente parece un pequeño reloj de bolsillo. Además, la ausencia de distorsión en ángulos extremos es excelente.
El movimiento es un Citizen-Miyota 82s5, de 21 rubíes y 21.6kpbh de frecuencia, en su acabado dorado o “gilt”, automático con posibilidad de remonte manual y una segundera "hackeable" que se detiene al sacar la corona para el ajuste (tengo entendido que no es algo propio del movimiento normalmente, sino una mejora). Su única pega, ya señalada por el youtuber Jodi de “Just one more watch”, es que la carga automática se produce solo en un sentido del giro de la masa oscilante, por lo que gira libre cuando lo hace en el otro sentido, haciéndose audible. No es un reloj para quien no pueda soportar un rotor que se oye de vez en cuando. En mi unidad adelanta unos 30s al día, cosa estoy seguro que es mejorable si lo toqueteo (de momento no pienso meterme) y que entra en las especificaciones de ~-20+40 fabricante.
El diseño del reloj está adaptado a este movimiento, con unas decisiones de Ivan, en mi opinión, muy acertadas. Quiso mantener el reloj en un nivel económico, por lo que Miyota era su mejor opción. La subesfera de los segundos a las 6 era irrenunciable, por lo que tuvo que girar el movimiento dejando la corona a las 4, una concesión moderna típica de un field watch (es a fin y al cabo un field watch) que lo hace muy cómodo y no desentona tanto, teniendo en cuenta que de estos relojes hubo modelos con la esfera algo girada con las 12 y la corona a la posición normal de las 2; le queda bien. Hablando de su espíritu de "field watch" primigenio, la legilibildad es excelente incluso con mi presbicia, nada que envidiar a otros modernos que tengo.
Una de las decisiones que tomó Iván, que tuvo que pelear contra los partidarios de la moda actual, es su tamaño reducido, que se mantiene en unos 37mm y 10mm de ancho. Es un, en mi apreciación, un discreto, elegante y precioso reloj (pequeño para los estándares actuales) que respeta las dimensiones de los modelos que homenajea.
El reloj se ofreció con una correa bund de cuero de caballo (crazy horse) de bastante calidad, una salida inteligente, ya que es la solución para los relojes “pequeños” para los que quieren que la correa lo compense y el conjunto abulte en la muñeca. Al final hubo la posibilidad de pedirlo algo más grande, pero entre otras cosas, la subesfera de los segundos, que no se puede desplazar ya que el movimiento es el mismo, quedaba demasiado alta en la esfera, más pequeña en proporción, descentrada y ya no cortaba el numeral de las 6, rompiendo en mi opinión el diseño de reloj (ya me he quejado antes de relojes con subseconds con esferas demasiado aumentadas, por lo que la subesfera queda descentrada o demasiado pequeña en proporción: si de hacen relojes subseconds grandes, el movimiento debería adaptarse también para compensarlo, cosa que dispara los presupuestos). Un render de los modelos de 40mm.
Una vista del modelo normal de 37m en mi muñeca.
En mi caso, la bund, aunque le queda bien, no es lo que buscaba, por lo que me hice con varias correas de final abierto para relojes de asas fijas. Curiosamente, al final sí acabó con una bund marrón que encontré en el viejo stock de una relojería local, aunque es tan discreta que parece una correa normal. Creo que con ella, el aspecto retro y elegancia del reloj suben muchos puntos.
Bund original.
Con mi correa.
Creo que es un reloj que no es para todos los gustos, pues su aspecto es obviamente muy llamativo. Sin embargo, me ha sorprendido su polivalencia. Su ligera excentricidad lo hacen perfectamente llevable con una camiseta, camisa de manga corta o remangada; pero también, debido a su aspecto muy clásico y dimensiones, es un reloj de vestir que pega con atuendos más formales y puede ser elegante.
Una de las pegas es su lumen, que si bien se hace legible toda la noche, esperaba más potente dada la cantidad que se supone que tiene aplicado. Por otra parte, agujas y dial están hechos probablemente por distintos fabricantes y, si bien con luz en completa oscuridad no se ve diferencia en los tonos, en las transiciones en penumbra sí se nota una diferencia: se vuelve verde al brillar y en la penumbra, cuando aún se ve algo del color original, se mezclan los colores naranja y el brillo verde dando un raro tono amarillento verdoso.
Siento no mostrar fotos mías de la trasera o con otras correas, que he tenido que coger de internet. Es debido a que la correa que le he puesto es de botones metálicos que hay que doblar para instalarla y, si la saco, podrían romperse por fatiga del metal, que es una simple chapita. Es de momento su correa fija. Aquí tenéis la trasera que rememeora el fin de la Primera Guerra Mundial y el día del veterano, con sus motivos de la guerra de trincheras, soldado, alambrada y esas amapolas que se han convertido en un símbolo de esta efeméride.
Un último apunte: no me lo paró aduanas; quise evitar que me lo enviasen con HDL dadas las advertencias de Goldoff, y opté por otra compañía, Aramex, que me lo entregó desde Singapur en menos de dos semanas. Un golpe de suerte un poco egoísta, la verdad, ya que no me molesta pagar unos impuestos justos con los que de hecho contaba; pero otra cosa es pasar con los abusos de esa compañía. Me ha salido, por tanto, en unos 212€ envío incuido.
Actualizo con ese efecto que digo del lumen, que es seguramente porque las agujas empiezan a brillar antes. Este es el lumen a oscuras:
Esta es la transición antes de llegar a completa oscuridad:
Y otro gif en mi muñeca de 19mm. A quien le parezca pequeño, yo ya...
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