Goldoff
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El Perrelet Weekend GMT es el más clásico de los tres relojes Perrelet que he tenido ocasión de trastear estos días. Con un diámetro de 39mm por 9,56mm de alto -cumple la proporción de Walter, podría formar parte de cualquier "fondo de armario" puesto que no desentona con ningún atuendo. Esa altura se la dan tanto el bisel, que "come" muy poca esfera y queda una décima por debajo del grosor del cristal de zafiro, como el anillo del fondo, que se eleva casi dos milímetros por encima de la caja.
Esto es necesario, en el caso del lado de la esfera, por la altura del cañón de agujas, que tiene que alojar no menos de cuatro. Y en el lado del fondo por la masa oscilante, sobrepuesta al calibre mismo.
Este calibre, el P-401, procede de la bien nutrida escudería Soprod, empresa fabricante y hermana de Perrelet bajo el paraguas del Grupo Festina. Está compuesto por 99 piezas -de las cuales 25 son rubíes- y bate a 4 Herzios (28.800 alternancias por hora) para una reserva de marcha de 42 horas, casi dos días. Los acabados, como todos los de Perrelet, son muy dignos: puentes perlados y masa oscilante calada y personalizada. Está ajustado a seis posiciones más temperatura, pero no trae certificado del COSC. La puesta en hora, tanto de la fecha como del segundo Huso horario, se hace desde la segunda posición de la corona: hacia un lado (sentido contrario) la fecha, hacia el otro la hora de casa. Por cierto, me ha sorprendido la rapidez con que pasan las horas, probablemente debido a una menor desmultiplicación. Una pregunta para el debate: siendo empresas con la misma propiedad ¿podríamos considerar que Perrelet es manufactura, en el sentido de proveerse de sus propios calibres?
Los acabados de la caja, todos mecanizados, combinan el pulido espejo con el satinado en cada uno de sus componentes. Por ejemplo, el bisel tiene todo su perímetro exterior satinado, mientras que la parte superior (vista desde encima) es pulida. La carrura y asas son completamente satinadas, mientras que un filete que va seguido desde un extremo del asa hasta el extremo opuesto en la otra asa pasando por la carrura es pulido. Esta carrura tiene un ligerísimo abombamiento que, aun siendo casi imperceptible, le quita rigidez al conjunto. El anillo exterior que, junto al cristal que sujeta hace de fondo, es totalmente pulido y va fijado por seis tornillos. Y digo "exterior" porque hay otro interior visible a través del cristal que hace de "bata visual" para completar el diámetro del calibre (26,20 mm). Ahí se ha inscrito la información relativa al reloj. modelo, resistencia al agua (5 atmósferas), Swiss Made... y "Sapphire Crystal". Personalmente, pienso que en un reloj que quiere estar en determinado nivel debería asumirse que el usuario va a dar eso por supuesto. Me retrotrae a la época en que algunos automóviles mostraban ¿orgullosos? la pegatina de "aire acondicionado" en su cristal trasero... La corona parece una escultura en miniatura, con el logo de Perrelet inscrito en un círculo y su dentado para facilitar el agarre.
Aplicando el adagio "la cara es el espejo del alma", la esfera de un reloj sería algo mucho más radical: es la que va a hacer que te decidas por un modelo u otro independientemente -o casi- del "alma" o calibre que contenga. La del Perrelet Weekend GMT puede ser de color blanco, azul, negro o, como la de esta unidad, verde. Combina con él el blanco de las horas GMT -alternando índices y cifras-, el carril de minutos periférico y el disco de la fecha, a las tres. Normalmente suelo ser partidario de que el disco de fecha sea del mismo color que la esfera, pero en este caso creo que hubiera dificultado la lectura de esa fecha (en el supuesto que no necesites gafas "del cerca"
). Tanto los índices como las agujas son cromados, aunque la GMT, más corta, tiene una punta de flecha pintada de rojo y rellena de material luminiscente. Algo un tanto incongruente si tenemos en cuenta que es el único elemento que se va a ver a oscuras: ni el resto de agujas, ni los índices disponen luminiscencia, lo que puede llevar al propietario a desvelarse en medio de la noche tratando de calcular las dos horas -local y de casa- a partir de un solo punto en una esfera de 24 horas... La legibilidad en condiciones normales de luz también cojea, porque la ser las manecillas cromadas va a depender de la inclinación con que se miren que destaquen o no sobre el fondo. Supongo que esto no ocurrirá con la esfera blanca, aunque sí en todas las demás.
La correa, de becerro con estampado cocodrilo, se ve bien cosida y de una calidad a la altura del reloj. Se presenta con una hebilla "de hebijón" o ardillon y se le podría pedir -como a toda la gama de correas de Perrelet- que disponga de algún mecanismo de cambio rápido, algo que ya se puede encontrar en relojes de prácticamente cualquier precio.
Y hablando de precios: el del Perrelet Weekend GMT con correa es de 1.780 €, y en su web se ofrece la opción de comprar aparte el brazalete de acero por 680 € extra, lo que sumaría 2.460 €. Curiosamente, si uno compra la versión directamente con brazalete pagará 1.880 € y tendrá como opción la correa de cuero -sin hebilla- por 120. Total, 2.000 € redondos. La opción parecería clara.
Más sobre Perrelet:
relojes-especiales.com
relojes-especiales.com
Por cierto, Perrelet también participa en Only Watch 2023:
Esto es necesario, en el caso del lado de la esfera, por la altura del cañón de agujas, que tiene que alojar no menos de cuatro. Y en el lado del fondo por la masa oscilante, sobrepuesta al calibre mismo.
Este calibre, el P-401, procede de la bien nutrida escudería Soprod, empresa fabricante y hermana de Perrelet bajo el paraguas del Grupo Festina. Está compuesto por 99 piezas -de las cuales 25 son rubíes- y bate a 4 Herzios (28.800 alternancias por hora) para una reserva de marcha de 42 horas, casi dos días. Los acabados, como todos los de Perrelet, son muy dignos: puentes perlados y masa oscilante calada y personalizada. Está ajustado a seis posiciones más temperatura, pero no trae certificado del COSC. La puesta en hora, tanto de la fecha como del segundo Huso horario, se hace desde la segunda posición de la corona: hacia un lado (sentido contrario) la fecha, hacia el otro la hora de casa. Por cierto, me ha sorprendido la rapidez con que pasan las horas, probablemente debido a una menor desmultiplicación. Una pregunta para el debate: siendo empresas con la misma propiedad ¿podríamos considerar que Perrelet es manufactura, en el sentido de proveerse de sus propios calibres?
Los acabados de la caja, todos mecanizados, combinan el pulido espejo con el satinado en cada uno de sus componentes. Por ejemplo, el bisel tiene todo su perímetro exterior satinado, mientras que la parte superior (vista desde encima) es pulida. La carrura y asas son completamente satinadas, mientras que un filete que va seguido desde un extremo del asa hasta el extremo opuesto en la otra asa pasando por la carrura es pulido. Esta carrura tiene un ligerísimo abombamiento que, aun siendo casi imperceptible, le quita rigidez al conjunto. El anillo exterior que, junto al cristal que sujeta hace de fondo, es totalmente pulido y va fijado por seis tornillos. Y digo "exterior" porque hay otro interior visible a través del cristal que hace de "bata visual" para completar el diámetro del calibre (26,20 mm). Ahí se ha inscrito la información relativa al reloj. modelo, resistencia al agua (5 atmósferas), Swiss Made... y "Sapphire Crystal". Personalmente, pienso que en un reloj que quiere estar en determinado nivel debería asumirse que el usuario va a dar eso por supuesto. Me retrotrae a la época en que algunos automóviles mostraban ¿orgullosos? la pegatina de "aire acondicionado" en su cristal trasero... La corona parece una escultura en miniatura, con el logo de Perrelet inscrito en un círculo y su dentado para facilitar el agarre.
Aplicando el adagio "la cara es el espejo del alma", la esfera de un reloj sería algo mucho más radical: es la que va a hacer que te decidas por un modelo u otro independientemente -o casi- del "alma" o calibre que contenga. La del Perrelet Weekend GMT puede ser de color blanco, azul, negro o, como la de esta unidad, verde. Combina con él el blanco de las horas GMT -alternando índices y cifras-, el carril de minutos periférico y el disco de la fecha, a las tres. Normalmente suelo ser partidario de que el disco de fecha sea del mismo color que la esfera, pero en este caso creo que hubiera dificultado la lectura de esa fecha (en el supuesto que no necesites gafas "del cerca"
). Tanto los índices como las agujas son cromados, aunque la GMT, más corta, tiene una punta de flecha pintada de rojo y rellena de material luminiscente. Algo un tanto incongruente si tenemos en cuenta que es el único elemento que se va a ver a oscuras: ni el resto de agujas, ni los índices disponen luminiscencia, lo que puede llevar al propietario a desvelarse en medio de la noche tratando de calcular las dos horas -local y de casa- a partir de un solo punto en una esfera de 24 horas... La legibilidad en condiciones normales de luz también cojea, porque la ser las manecillas cromadas va a depender de la inclinación con que se miren que destaquen o no sobre el fondo. Supongo que esto no ocurrirá con la esfera blanca, aunque sí en todas las demás.La correa, de becerro con estampado cocodrilo, se ve bien cosida y de una calidad a la altura del reloj. Se presenta con una hebilla "de hebijón" o ardillon y se le podría pedir -como a toda la gama de correas de Perrelet- que disponga de algún mecanismo de cambio rápido, algo que ya se puede encontrar en relojes de prácticamente cualquier precio.
Y hablando de precios: el del Perrelet Weekend GMT con correa es de 1.780 €, y en su web se ofrece la opción de comprar aparte el brazalete de acero por 680 € extra, lo que sumaría 2.460 €. Curiosamente, si uno compra la versión directamente con brazalete pagará 1.880 € y tendrá como opción la correa de cuero -sin hebilla- por 120. Total, 2.000 € redondos. La opción parecería clara.
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