Alfredo BRB
Habitual
Verificad@ con 2FA
Una de las piezas a las que más estima tengo es un antiguo Astroavia que ahora es una rareza. No solo por su segundero del crono como manecilla del
dial principal (como el típico crono mecánico), sino por su color azul que no he llegado a ver desde hace tiempo aplicado en ningún Astroavia. En lugar
de tener un movimiento japonés, tiene un ETA G10 21A que creo se montó en Tailandia incluyendo piezas suizas. Esta pieza en concreto tiene incluso la
corona roscada. Vamos, que por su antiguedad y construcción, parece uno de esos "irremplazables", además de su valor sentimental.
Así pues, después de tantos años de servicio, se merecía que tuviera otro detalle con él.
El punto original de partida fue este:
Y con óxido de cerio, como ya publiqué en otro hilo, lo dejé mucho mejor. Al menos el rayazo no era tan notablemente evidente.
Sin embargo, como tenía que comprar un cristal nuevo para otra pieza, vi un cristal de zafiro y me pareció el regalo perfecto para mi Astroavia, pues al
tener un cristal de tipo cúpula, este queda mucho más expuesto.
Manos a la obra... lo primero limpiarlo. Las partes metáticas de la correa las puse en remojo con lavavajillas y luego las froté con un cepillo de dientes.
Entre los eslabones y en la correa tenía tanta porquería que ahora debe pesar algo menos. Solo hay que ver ese palillo que lo usé para limpiar uno de los
eslabones. ¡De verdad que no me imaginé que podía tener tanta mierda encima! No quise hacer fotos de ello por ser desagradables.
El taquímetro lo repasé con un alcohol isopropilico de alta pureza, usado para fotografía y que no deja restos. Pero el cristal viejo seguia mostrando
que el paso del tiempo también afecta a los relojes, aunque con el óxido de cerio lo dejé en su momento muchísimo mejor.
Podría haber pulido el brazalete, pero cada arazaño en el metal es un recuerdo que no deseo borrar, pues no me afectan como en el cristal.
Hora de preparar el regalo. Este es el cristal que puse, de zafiro comprobado, exactamente igual al que usaba antes:
Este cristal es de 36,5mm, convexo con un grosor de 1,5mm. Es decir, no el más común. Tuve que pagar 12,62€ por él.
Montado y con su pila nueva de óxido de plata:
Y así queda ahora:
Aquí junto con otro de sus compañeros menos ilustres, al cual le cambié el bisel penoso por otro cerámico (3,84€):
De este segundo me enamora el color azul claro de su dial, pero no podía soportar el bisel de tan baja calidad y mal impreso. Estuve muy
cerca de venderlo, pero no lo llegué a hacer por el COVID. Aquí tengo una foto con el bisel antiguo, que era mucho más deficiente de lo
que se puede apreciar en la foto:
dial principal (como el típico crono mecánico), sino por su color azul que no he llegado a ver desde hace tiempo aplicado en ningún Astroavia. En lugar
de tener un movimiento japonés, tiene un ETA G10 21A que creo se montó en Tailandia incluyendo piezas suizas. Esta pieza en concreto tiene incluso la
corona roscada. Vamos, que por su antiguedad y construcción, parece uno de esos "irremplazables", además de su valor sentimental.
Así pues, después de tantos años de servicio, se merecía que tuviera otro detalle con él.
El punto original de partida fue este:
Y con óxido de cerio, como ya publiqué en otro hilo, lo dejé mucho mejor. Al menos el rayazo no era tan notablemente evidente.
Sin embargo, como tenía que comprar un cristal nuevo para otra pieza, vi un cristal de zafiro y me pareció el regalo perfecto para mi Astroavia, pues al
tener un cristal de tipo cúpula, este queda mucho más expuesto.
Manos a la obra... lo primero limpiarlo. Las partes metáticas de la correa las puse en remojo con lavavajillas y luego las froté con un cepillo de dientes.
Entre los eslabones y en la correa tenía tanta porquería que ahora debe pesar algo menos. Solo hay que ver ese palillo que lo usé para limpiar uno de los
eslabones. ¡De verdad que no me imaginé que podía tener tanta mierda encima! No quise hacer fotos de ello por ser desagradables.
El taquímetro lo repasé con un alcohol isopropilico de alta pureza, usado para fotografía y que no deja restos. Pero el cristal viejo seguia mostrando
que el paso del tiempo también afecta a los relojes, aunque con el óxido de cerio lo dejé en su momento muchísimo mejor.
Podría haber pulido el brazalete, pero cada arazaño en el metal es un recuerdo que no deseo borrar, pues no me afectan como en el cristal.
Hora de preparar el regalo. Este es el cristal que puse, de zafiro comprobado, exactamente igual al que usaba antes:
Este cristal es de 36,5mm, convexo con un grosor de 1,5mm. Es decir, no el más común. Tuve que pagar 12,62€ por él.
Montado y con su pila nueva de óxido de plata:
Y así queda ahora:
Aquí junto con otro de sus compañeros menos ilustres, al cual le cambié el bisel penoso por otro cerámico (3,84€):
De este segundo me enamora el color azul claro de su dial, pero no podía soportar el bisel de tan baja calidad y mal impreso. Estuve muy
cerca de venderlo, pero no lo llegué a hacer por el COVID. Aquí tengo una foto con el bisel antiguo, que era mucho más deficiente de lo
que se puede apreciar en la foto: