F
Forini
Novat@
Sin verificar
Caballeros, se que son gente de gustos refinados y como he podido apreciar en el foro, un tanto románticos. Así que me gustaría compartir con todos ustedes la recogida de mi nuevo y flamante Rolex Milgauss, con motivo de mi reciente compromiso matrimonial.
Es grato comprobar que mi futura esposa no solo tiene buen gusto eligiendo hombres, sino también relojes, jeje.
Pues bien, la entrega fue en una conocida joyería de la capital y el trato fue más que correcto, bonita experiencia.
Me entregaron el reloj, rellenaron la garantía y apenas unos segundos después de sentir el suave tacto en mi muñeca, el técnico se lo llevó al taller para ajustar en un punto la pulsera... ahora sí, perfecto! Como si lo hubiera llevado toda la vida puesto.
Desgraciadamente un minuto después estaba perfectamente guardado en su verde cajita, envuelto y adornado con un pomposo lacito rojo. Hasta el día de la pedida se queda ahí guardado! Dulce condena...
Así que hasta aquí puedo contar de mi experiencia con mi nuevo y flamante Milgauss. Para más detalles habrá que esperar al día de la pedida...
También aproveché la visita para quitarle un eslabón a mi submariner, el de detrás en la foto, que entre que ya me estaba un poco flojo y con esto de ponerse a dieta para la boda, no me ha quedado mas remedio que prescindir de uno.
Y por supuesto, como buen amante de los relojes estuve probando algunas piezas, un panerai por aquí, un Bell & Ross por allá.
Pero una vez comenzaron mis pupilas a dilatarse y sentirme cual urraca al ver brillar, recuperé la cordura y me quite de la cabeza cualquier pensamiento que pudiera interferir en mi futuro y deseado estreno de mi nuevo y flamante Milgauss.
Las cosas han de disfrutarse con mesura... pero constantemente!
Un afectuoso saludo caballeros foreros.
Es grato comprobar que mi futura esposa no solo tiene buen gusto eligiendo hombres, sino también relojes, jeje.
Pues bien, la entrega fue en una conocida joyería de la capital y el trato fue más que correcto, bonita experiencia.
Me entregaron el reloj, rellenaron la garantía y apenas unos segundos después de sentir el suave tacto en mi muñeca, el técnico se lo llevó al taller para ajustar en un punto la pulsera... ahora sí, perfecto! Como si lo hubiera llevado toda la vida puesto.
Desgraciadamente un minuto después estaba perfectamente guardado en su verde cajita, envuelto y adornado con un pomposo lacito rojo. Hasta el día de la pedida se queda ahí guardado! Dulce condena...
Así que hasta aquí puedo contar de mi experiencia con mi nuevo y flamante Milgauss. Para más detalles habrá que esperar al día de la pedida...
También aproveché la visita para quitarle un eslabón a mi submariner, el de detrás en la foto, que entre que ya me estaba un poco flojo y con esto de ponerse a dieta para la boda, no me ha quedado mas remedio que prescindir de uno.
Y por supuesto, como buen amante de los relojes estuve probando algunas piezas, un panerai por aquí, un Bell & Ross por allá.
Pero una vez comenzaron mis pupilas a dilatarse y sentirme cual urraca al ver brillar, recuperé la cordura y me quite de la cabeza cualquier pensamiento que pudiera interferir en mi futuro y deseado estreno de mi nuevo y flamante Milgauss.
Las cosas han de disfrutarse con mesura... pero constantemente!
Un afectuoso saludo caballeros foreros.