B
barista
Visitante
Buenas a todos
Sé que es un tema redundante, el de los cronómetros de Harrison.
A estas alturas todo aquel empapado en la relojería gruesa sabe al dedillo sus historias y quién mas quién menos los ha visto en vivo y directo.
Ya comenté en mi hilo anterior que la curiosidad por los cronómetros marinos nace por la visita a la Fragata Sarmiento y su maravilloso cronómetro marino Jonhansen.
Como no sabía nada de ellos me puse a investigar.
Esa fue la primera vez que me compré el libro de Dava Sobel, Longitude.
Digo que fue la 'primera vez' porque a lo largo de los años fui comprando el libro en distintas ediciones ( la ilustrada es fenomenal ).
Allí descubrí a Harrison, ese genio infinito que el universo nos regaló.
Luego del libro de Sobel compré otro sobre el mismo tema: The Marine Chronometer de Rupert Gould. Libro que ya he tenido en tres ocasiones y he regalado otras tantas. El libro de Gould es excepcional pues tenemos el relato de primera mano del quién fue el encargado de la puesta a punto, reparación y restauración de los 4 H luego que las piezas pasasen 150 años amontonadas en un depósito.
Como ya sé que los habituales de este subforo saben sobre los 4 H dejaré unas pocas palabras a los visitantes que probablemente desconozcan la existencia de los mismos y qué significaron para la navegación ( y el resto de la humanidad ).
Sintetizando con crueldad: llegó un momento que no fue posible navegar con precisión sin provocar desastres. Y el problema no era el Norte o el Sur, el problema, hasta H4, fue la Longitud.
Muchas naciones en el siglo XVIII fomentaron la experimentación y la investigación para solucionar el tema de ubicar en longitud un barco en medio del mar. Todas estas grandes naciones dijeron que darían un suculento premio a quién pudiese finalmente desentrañar la incógnita de la Longitud.
En la época el premio mas suculento fue ofrecido por la Longitude Act del Imperio Británico, establecida en 1714 constituyéndose tiempo después el Board of Longitude como órgano de control y testeo.
Sigo con síntesis cruel: las mentes mas brillantes de la época se abocaron a buscar una solución, pero quién la encontró fue un carpintero de la Inglaterra profunda, un hombre sin educación, parco, austero en palabras y modos. John Harrison fue un artesano de habilidad superlativa, habilidad poco comprendida y tenida en cuenta en su época. Harrison, previo a sus 4 H, solo había fabricado relojes monumentales en madera. Relojes de iglesia, principalmente.
Por eso imaginen cuando este hombre presenta el H1... una maravilla técnica en su tiempo que despertó enorme revuelo y recelo. El H1 fue puesto a prueba en un viaje a Lisboa logrando entrar en la zona de error dispuesta por la Longitude Act. Aún así, Harrison no obtuvo el premio por decisión propia y empezó la construcción de un nuevo reloj.
Fotos y video del H1
Disculpen la calidad de las fotos y los videos. No soy buena en esos temas.
El H2 fue presentado en 1741. Nunca fue probado en mar. Y como el anterior, bajo estrictas pruebas de laboratorio ( cambios de temperatura, sacudones ) resultó ser un mecanismo casi exacto que llenaba los requerimientos del premio. Y otra vez, y para extrañeza de casi todos, Harrison no reclamó el premio.
Fotos y video del H2:
El H3 llegó al banco de pruebas del Board of Longitude y la Royal Society ( órgano también encargado de los testeos ) 19 años después del H2. De por qué Harrison tardó tanto en este reloj es pues... es una incógnita. El reloj tiene 753 piezas, y como los precedentes, es una obra de avanzada,muy adelantada en su época y con unas innovaciones magistrales que dejaron atónitos a los grandes relojeros de todas las latitudes. Al H3 le debemos dos técnicas que aún se usaban en el siglo XX en la fabricación de relojes: los componentes bimetálicos y las terminaciones antifricción.
Este reloj, a diferencia de los dos anteriores, fue rechazado por el Board of Longitude. No por impreciso, no por no ser exacto. Sino por otros motivos y razones estrictamente personales: la batalla campal entre relojeros y astrónomos por ganar el premio y transformar sus ciencias en las dueñas de la verdad absoluta. A estas alturas a la gente del Board of Longitude ( conformado por simpatizantes de la astronomía y no la relojería ) nada le venía bien si venía de parte de Harrison.
Ya lo dije: era un hombre rudimentario sin casi educación ni maneras, y como todo genio, tozudo y sin margen para negociar.
Fotos y video del H3:
Y el H 4. Sé que no es un reloj que debería aparecer en este subforo... pero me pareció oportuno que también forme parte del hilo. El H 4 casi no ganó el premio a pesar de haber pasado todas y cada unas de las pruebas a las que fue sometido. Otra vez las rivalidades entre los miembros del Board of Longitude y Harrison fueron insalvables: el odio era mutuo. Creo que cualquier ser normal hubiese tirado la toalla... pero Mr. Harrison no se tomó un respiro y llevó el conflicto hasta el mismísimo rey. Finalmente en 1773 y cuando Harrison tenía 80 el Parlamento le otorgó el premio ( no en su totalidad, sin embargo ).
Dos versiones del H4, llamadas K1 y 2, fueron testeados en alta mar por dos grandes glorias de la marina de su majestad: Captain Cook y el teniente Bligh ( mas popular por ser comandante del Bounty ).
Poco después Harrison presentó el H 5.
Pero esa ya es otra historia.
El H 4, como verán en las fotos, tiene ya una forma mucho mas parecida a un reloj de bolsillo. Su diseño responde a estar basado en un reloj de bolsillo que el propio Harrison encargó ( bajo diseño y creación propio ) a un relojero llamado Jeffreys en 1753. Este es, junto con el H5, el único cronómetro marino que no funciona. Los otros tres sí lo hacen y con una precisión asombrosa. Tengan en cuenta que el H1, 2 y 3 no requieren lubricación.
El hecho de que no requieren lubricación... me tiene asombrada. Los tres primeros Harrison necesitan si una limpieza regular y una puesta a punto un par de meses al año. El H4 y 5 sí necesitan lubricación y están sometidos a un gran desgaste si se los usa por lo que ambos están parados.
Otro dato curioso y quizás triste, si se quiere: una vez que Harrison falleció los 4 relojes quedaron en un depósito en el Royal Observatory a merced de roedores, lluvia, frío, olvido. Dato que ya mencioné pero creo oportuno recalcar.
Los astrónomos no han perdonado a Harrison sus impertinencias y durante los siguientes 150 años lo ignoraron. Y no fue hasta 1920 que Rupert Gould los encontró en el fondo de un cuarto lleno de basura en un sector secundario del Observatorio. No solo los encontró sino que se ofreció a restaurarlos gratis, pues imaginen que en 150 años de maltrato nada bueno les puede haber ocurrido a los 4 H. La restauración llevó 12 años.
Hay todo un debate sobre si la restauración de Gould estuvo bien hecha o no. Pero hay una cuestión fuera de dudas: quizás Mr. Gould no sabía mucho sobre normas, restauraciones o procederes de conservación pero se las ingenió para que los 4 relojes volviesen a funcionar y así puedan ser disfrutados por miles de personas que al año que se acercan a Greenwich.
Fotos y video del H 4:
Ya que estoy con relojes de Harrison me gustaría decir algo sobre el Burgess B.
La historia es la siguiente: en 1970 un experto relojero y fan de Harrison, Martin Burgess, puso manos a la obra siguiendo un diseño de Harrison, quién clamaba que había diseñado un reloj de péndulo que solo variaría un segundo en 100 días. Burgess empezó el proyecto aunque luego fue terminado por otro entusiasta. Siguiendo todo el proceso documentado por Harrison y teniendo en cuenta los mas mínimos detalles en su fabricación ha terminado siendo que el Burgess B es, según el Guinness, el reloj de péndulo mecánico mas exacto del mundo.
Y una vez mas Harrison tuvo razón: según las mediciones efectuadas por los expertos del Royal Observatory el reloj, si hubiese sido construido en 1762 y hubiese estado en funcionamiento desde entonces, hubiese perdido 9 minutos y 47 segundos.
Perder 9 minutos y 47 segundos ( para cuando este hilo esté publicado ya habrá perdido otro segundo... ) en 257 años es cuanto mas... sorprendente. Ya quisieran tantas manufacturas pretenciosas tener esa precisión.
Foto del Burgess B:
Dejo para otro hilo el resto de la visita al Observatorio y otros interesantes relojes allí custodiados.
Gracias por pasar por acá.
Sé que es un tema redundante, el de los cronómetros de Harrison.
A estas alturas todo aquel empapado en la relojería gruesa sabe al dedillo sus historias y quién mas quién menos los ha visto en vivo y directo.
Ya comenté en mi hilo anterior que la curiosidad por los cronómetros marinos nace por la visita a la Fragata Sarmiento y su maravilloso cronómetro marino Jonhansen.
Como no sabía nada de ellos me puse a investigar.
Esa fue la primera vez que me compré el libro de Dava Sobel, Longitude.
Digo que fue la 'primera vez' porque a lo largo de los años fui comprando el libro en distintas ediciones ( la ilustrada es fenomenal ).
Allí descubrí a Harrison, ese genio infinito que el universo nos regaló.
Luego del libro de Sobel compré otro sobre el mismo tema: The Marine Chronometer de Rupert Gould. Libro que ya he tenido en tres ocasiones y he regalado otras tantas. El libro de Gould es excepcional pues tenemos el relato de primera mano del quién fue el encargado de la puesta a punto, reparación y restauración de los 4 H luego que las piezas pasasen 150 años amontonadas en un depósito.
Como ya sé que los habituales de este subforo saben sobre los 4 H dejaré unas pocas palabras a los visitantes que probablemente desconozcan la existencia de los mismos y qué significaron para la navegación ( y el resto de la humanidad ).
Sintetizando con crueldad: llegó un momento que no fue posible navegar con precisión sin provocar desastres. Y el problema no era el Norte o el Sur, el problema, hasta H4, fue la Longitud.
Muchas naciones en el siglo XVIII fomentaron la experimentación y la investigación para solucionar el tema de ubicar en longitud un barco en medio del mar. Todas estas grandes naciones dijeron que darían un suculento premio a quién pudiese finalmente desentrañar la incógnita de la Longitud.
En la época el premio mas suculento fue ofrecido por la Longitude Act del Imperio Británico, establecida en 1714 constituyéndose tiempo después el Board of Longitude como órgano de control y testeo.
Sigo con síntesis cruel: las mentes mas brillantes de la época se abocaron a buscar una solución, pero quién la encontró fue un carpintero de la Inglaterra profunda, un hombre sin educación, parco, austero en palabras y modos. John Harrison fue un artesano de habilidad superlativa, habilidad poco comprendida y tenida en cuenta en su época. Harrison, previo a sus 4 H, solo había fabricado relojes monumentales en madera. Relojes de iglesia, principalmente.
Por eso imaginen cuando este hombre presenta el H1... una maravilla técnica en su tiempo que despertó enorme revuelo y recelo. El H1 fue puesto a prueba en un viaje a Lisboa logrando entrar en la zona de error dispuesta por la Longitude Act. Aún así, Harrison no obtuvo el premio por decisión propia y empezó la construcción de un nuevo reloj.
Fotos y video del H1
Disculpen la calidad de las fotos y los videos. No soy buena en esos temas.
El H2 fue presentado en 1741. Nunca fue probado en mar. Y como el anterior, bajo estrictas pruebas de laboratorio ( cambios de temperatura, sacudones ) resultó ser un mecanismo casi exacto que llenaba los requerimientos del premio. Y otra vez, y para extrañeza de casi todos, Harrison no reclamó el premio.
Fotos y video del H2:
El H3 llegó al banco de pruebas del Board of Longitude y la Royal Society ( órgano también encargado de los testeos ) 19 años después del H2. De por qué Harrison tardó tanto en este reloj es pues... es una incógnita. El reloj tiene 753 piezas, y como los precedentes, es una obra de avanzada,muy adelantada en su época y con unas innovaciones magistrales que dejaron atónitos a los grandes relojeros de todas las latitudes. Al H3 le debemos dos técnicas que aún se usaban en el siglo XX en la fabricación de relojes: los componentes bimetálicos y las terminaciones antifricción.
Este reloj, a diferencia de los dos anteriores, fue rechazado por el Board of Longitude. No por impreciso, no por no ser exacto. Sino por otros motivos y razones estrictamente personales: la batalla campal entre relojeros y astrónomos por ganar el premio y transformar sus ciencias en las dueñas de la verdad absoluta. A estas alturas a la gente del Board of Longitude ( conformado por simpatizantes de la astronomía y no la relojería ) nada le venía bien si venía de parte de Harrison.
Ya lo dije: era un hombre rudimentario sin casi educación ni maneras, y como todo genio, tozudo y sin margen para negociar.
Fotos y video del H3:
Y el H 4. Sé que no es un reloj que debería aparecer en este subforo... pero me pareció oportuno que también forme parte del hilo. El H 4 casi no ganó el premio a pesar de haber pasado todas y cada unas de las pruebas a las que fue sometido. Otra vez las rivalidades entre los miembros del Board of Longitude y Harrison fueron insalvables: el odio era mutuo. Creo que cualquier ser normal hubiese tirado la toalla... pero Mr. Harrison no se tomó un respiro y llevó el conflicto hasta el mismísimo rey. Finalmente en 1773 y cuando Harrison tenía 80 el Parlamento le otorgó el premio ( no en su totalidad, sin embargo ).
Dos versiones del H4, llamadas K1 y 2, fueron testeados en alta mar por dos grandes glorias de la marina de su majestad: Captain Cook y el teniente Bligh ( mas popular por ser comandante del Bounty ).
Poco después Harrison presentó el H 5.
Pero esa ya es otra historia.
El H 4, como verán en las fotos, tiene ya una forma mucho mas parecida a un reloj de bolsillo. Su diseño responde a estar basado en un reloj de bolsillo que el propio Harrison encargó ( bajo diseño y creación propio ) a un relojero llamado Jeffreys en 1753. Este es, junto con el H5, el único cronómetro marino que no funciona. Los otros tres sí lo hacen y con una precisión asombrosa. Tengan en cuenta que el H1, 2 y 3 no requieren lubricación.
El hecho de que no requieren lubricación... me tiene asombrada. Los tres primeros Harrison necesitan si una limpieza regular y una puesta a punto un par de meses al año. El H4 y 5 sí necesitan lubricación y están sometidos a un gran desgaste si se los usa por lo que ambos están parados.
Otro dato curioso y quizás triste, si se quiere: una vez que Harrison falleció los 4 relojes quedaron en un depósito en el Royal Observatory a merced de roedores, lluvia, frío, olvido. Dato que ya mencioné pero creo oportuno recalcar.
Los astrónomos no han perdonado a Harrison sus impertinencias y durante los siguientes 150 años lo ignoraron. Y no fue hasta 1920 que Rupert Gould los encontró en el fondo de un cuarto lleno de basura en un sector secundario del Observatorio. No solo los encontró sino que se ofreció a restaurarlos gratis, pues imaginen que en 150 años de maltrato nada bueno les puede haber ocurrido a los 4 H. La restauración llevó 12 años.
Hay todo un debate sobre si la restauración de Gould estuvo bien hecha o no. Pero hay una cuestión fuera de dudas: quizás Mr. Gould no sabía mucho sobre normas, restauraciones o procederes de conservación pero se las ingenió para que los 4 relojes volviesen a funcionar y así puedan ser disfrutados por miles de personas que al año que se acercan a Greenwich.
Fotos y video del H 4:
Ya que estoy con relojes de Harrison me gustaría decir algo sobre el Burgess B.
La historia es la siguiente: en 1970 un experto relojero y fan de Harrison, Martin Burgess, puso manos a la obra siguiendo un diseño de Harrison, quién clamaba que había diseñado un reloj de péndulo que solo variaría un segundo en 100 días. Burgess empezó el proyecto aunque luego fue terminado por otro entusiasta. Siguiendo todo el proceso documentado por Harrison y teniendo en cuenta los mas mínimos detalles en su fabricación ha terminado siendo que el Burgess B es, según el Guinness, el reloj de péndulo mecánico mas exacto del mundo.
Y una vez mas Harrison tuvo razón: según las mediciones efectuadas por los expertos del Royal Observatory el reloj, si hubiese sido construido en 1762 y hubiese estado en funcionamiento desde entonces, hubiese perdido 9 minutos y 47 segundos.
Perder 9 minutos y 47 segundos ( para cuando este hilo esté publicado ya habrá perdido otro segundo... ) en 257 años es cuanto mas... sorprendente. Ya quisieran tantas manufacturas pretenciosas tener esa precisión.
Foto del Burgess B:
Dejo para otro hilo el resto de la visita al Observatorio y otros interesantes relojes allí custodiados.
Gracias por pasar por acá.
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