Buenos días, compañeros.
Lo primero pedíos disculpas porque no he seguido el hilo, ni lo he leído, he estado mucho tiempo desconectado y si ahora lo estoy es porque convalezco de una cirugía.
Dicho esto me gustaría dejar aquí unas reflexiones personales obre la
conveniencia o no de administrar la tercera dosis y la inoculación a menores. En nuestra tierra la vehemencia es característica endémica y este tema está suscitando muy agrios debates, quizá los peores que haya visto, y mira que he participado en muchos.
No me gustaría que mi intervención los suscitara, pero no sé por dónde discurrirá todo.
Lo primero mis antecedentes con el tema:
Cuando llegó oficialmente la oleada de contagios a mí me pilló ingresado en un hospital por otra cirugía, y todo empezaba a convertirse en una vorágine a mi alrededor, mi aún esposa en esos momentos, farmacéutica lo estaba pasando al tiempo que me acompañaba. No me contagié en ese momento, ni en contacto estrecho con otros enfermos, incluso fallecidos. No sé si es por mi sangre Van Gaalinana ( cero positifo) o mis células tienen una arquitectura que no deja engancharse al virus, pero el caso es que sigo así, di cero anticuerpos en serología, negativo en antígenos y PCR varias.
No obstante antes de inocularme sopesé pros y contras.
No me hacía ninguna gracia inyectarme un tratamiento experimental, sacado a toda prisa, cuyos efectos secundarios referidos daban bastante miedo, y sin ningún tipo de conocimiento sobre las consecuencias a medio o largo plazo. Teniendo en cuenta que no sentía que pudiera contagiarme ( como tampoco lo hice de gripe A en 2010 cuando cuidé a mi hija sin separarme un instante de su camita) la balanza se decantaba por el no.
Por otro lado la exigencia del Pasaporte Covid para ciertos eventos y viajes de empresa, y la ausencia de consecuencias dañinas en mi entorno, al final decantó la balanza por el sí.
Tiré la moneda al aire a mediados de Junio y pasé por el picadero, toco Pfizer ( para mí que me inyectaron Fairy).
Salió cruz.
A la mañana siguiente al pinchazo el lado izquierdo de la cara paralizado, apenas veía por el ojo izquierdo. Según pasaban las horas el cuello se me ponía rígido y las manos empezaban a dormirse. Esperé unos días a ver si la cosa remitía, como hace tanta gente que al final no aparece en las estadísticas. La cosa no mejoraba. Notifiqué por dos veces a la AEM a través de NotificaRAM. Nada. Llamé por teléfono al hospital, me dijeron que acudiera a urgencias. Ahí empezó un periplo de pruebas y análisis, que determinó la inflamación del nervio Trigémino lo que explicaría mi deficiente visión.
Después de casi 40 días y que no sabían si me debía inocular de nuevo, cuando los síntomas empezaron a remitir, me dejé aconsejar por uno de los médicos que me aseguró que era improbable que con la segunda dosis repitieran y que la variante Delta estaba causando estragos en los inoculados sólo con la primera dosis.
Volví a tirar la moneda al aire, finales de Julio.
Otra vez cruz.
El primer día en observación, sólo un poco de fiebre. Cuando volví a casa un dolor agudo en el pecho y de vuelta al hospital. Posible pericarditis, placa, resonancia...no sé podía determinar con seguridad, tocaba cateterismo....Pero eso es otra historia.
Ahora vamos a lo que nos ocupa.
¿ Es conveniente seguir administrando dosis y más dosis del inyectable?
Soy de poner en una balanza pros y contras. Voy a hablar globalmente, no de mi caso particular
Mis reflexiones, sin ánimo de exacerbar las posiciones de nadie son las siguientes:
- ¿ Habida cuenta de la escasa agresividad de esta variante, merece la pena afrontar los riesgos de una nueva inoculación?
- La vacuna actual sigue siendo la misma ( no como la de la gripe, que se va adaptando) y ha demostrado no inmunizar contra Omicron ( sé que ya no recordamos como primero Pfizer, luego Moderna prometían inmunidades superiores al 90%, luego AZ entorno al 70%..., ni tampoco recordamos la prometida inmunidad de rebaño con el 70% de vacunados y vamos por más del 90%). Además según la web oficial del Gobierno de España:
https://www.vacunacovid.gob.es/preg...aindicaciones-de-la-vacuna-contra-el-covid-19 en la página. 15 indica que no hay estudios realizados ni de genotoxicidad ni sobre carcinogenicidad.
- En países con muy baja tasa de vacunación ( Sudáfrica entorno a 26%) la incidencia de hospitalizaciones y letalidad es igualmente baja, o incluso menor, con lo que la correlación vacunación- menor letalidad de Omicrón ( que es el nuevo mantra mediático-gubernamental) no queda demostrada de hecho.
- Hay cada vez más inmunólogos y virólogos que claman que seguir inoculando puede ser contraproducente. Anoche mismo, el televisivo y didáctico Alfredo Corell ( el de las figuritas y muñequitos) explicaba cómo es normal que la presencia de anticuerpos vaya bajando, pero quedan células sanguíneas y reservorio en la médula para fabricar nuevos anticuerpos si somos atacados por el virus. Así mismo otra inmunóloga señalaba que si repetimos mucho la inoculación se consigue desensibilizar e inhibir la respuesta inmune, como pasa con las vacunas de la alergia. Hasta la propia OMS ( no voy a comentar mucho sobre ese organismo) ya duda de la conveniencia de la tercera y siguientes dosis. Cada vez son más los estudios y los expertos que se posicionan sobre los efectos, no meros internautas conspiranoicos. Por otra parte un estudio Noruego, publicado en The Lancet, con 1,6 millones de inoculados, muestra datos de daños al sistema inmunológico, pero como yo no tengo acceso al mismo lo dejo en cuarentena y el que quiera que obvie este dato.
- Son cada vez más los expertos que claman ( y países como Israel lo plantean) permitir un contagio masivo como forma de inmunización mucho más eficaz.
- Hay un exceso de mortalidad en España no causado por el COVID y no explicado https://www.larazon.es/salud/20211212/nkv2kteiuffqdhcq7og3mjkj4y.html
- Muchas de las medidas para controlar la pandemia ahora se demuestran inútiles e incluso contraproducentes. https://diario16.com/mas-de-400-est...-fracaso-primera-entrega-sobre-confinamiento/
- Los tratamientos a enfermos graves en la primera ola trajeron muchas muertes al suprimir la respuesta inmune y permitir que infecciones oportunistas los mataran. Eran pautas obligadas por las autoridades sanitarias. Casi todo el mundo calla pero es algo muy muy serio.
En resumen, visto, que la inoculación no va a generar inmunidad adicional sobre esta variante, la relación causa efecto entre su baja agresividad y las vacunaciones quedan en entredicho al ver lo sucedido en países con baja tasa de vacunación, los efectos adversos cada vez más documentados y que los beneficios de seguir vacunando con el inyectable preparado para la cepa original son dudosos, dejo a cada cual la reflexión.
Por otra parte está la vacunación de los más pequeños. A mí personalmente es un tema que me atañe, me preocupa y hasta me duele, pero trataré de ser lo más racional posible:
- La incidencia de hospitalizaciones y letalidad en niños con todas las variantes ha sido marginal, y con la actual cepa...
- El argumento, para mí inmoral, de vacunar a los niños para proteger a los abuelos se cae por su propio peso, habida cuenta de que está evidenciado que los vacunados contagiamos y no protegemos a nadie.
- Entonces, poniendo en una balanza riesgos y beneficios, ¿merece la pena arriesgar la salud de nuestros hijos con algo cuyos efectos a medio largo plazo desconocemos, con un beneficio muy pequeño para ellos o inexistente?
Cada uno haga su reflexión, mi ex quería inocularlas para tener el pasaporte Covid y poder viajar. A mí el razonamiento, me parece aberrante. Yo me arriesgué por esa razón, y personalmente la cagué, aún arrastro secuelas. Arriesgar a mis peques es harina de otro costal.
Dicho todo esto, e iterando mi intención de no soliviantar a nadie hay cosas que me resultan muy preocupantes:
Esta enfermedad global nos ha traído muchas cosas más, aparte de medidas sanitarias y otras no sanitarias ( recordemos las recomendaciones de un comité de expertos fantasma) que han tenido muchas consecuencias sociales y económicas. Como resultado, restricción de libertades ( ahora determinada como inconstitucional) que no fue tampoco eficaz ( quedarnos encerrados en casa y luego ir todos a la compra sin mascarillas) y coerción. La imposición de un green pass, que no garantiza que tu presencia en un sitio dé seguridad a nadie, en el mejor de los casos a ti mismo, y hoy día ni eso. La persecución, culpabilización y caza de brujas de los no vacunados. Aún con la evidencia de que alguien que lo ha padecido es una persona mucho más fiable, a efectos de transmisión del virus, que un vacunado. En fin. No me gusta lo que está pasando, no me gusta en lo que derivan las discusiones, ni las descalificaciones.
Parece que una cepa bastante benigna ( o al menos no tan dañina) está desmontando una estrategia que no comprendo de inoculación masiva y represión de los no vacunados. Con el 90% largo de la población inoculada parece imposible culpar ahora a los pocos no vacunados de la transmisión.
Me molesta especialmente la manipulación reiterada desde casi todos los medios, al final al servicio voluntario o forzoso del poder.
Se establece un mantra que dice a toda hora que gracias a la inoculación esta variante no está siendo tan letal. Un experto oficialista llega a pasarse de frenada en mitad de un telediario diciendo que Omicron sería una masacre sin esta tasa de vacunación. Pues que miren datos oficiales de otros países con tasas pequeñas de vacunación y miren quien se está contagiando, por ejemplo en Alemania.
Ayer contaban el caso de dos jóvenes que han fallecido y no estaban vacunados, estableciendo de facto una relación causa efecto entre ambos hechos, lo cual es aventurado cuando menos, y por supuesto omitiendo que la inmensa mayoría de los fallecidos actuales sí tienen la pauta de vacunación. Se insta a ir rápidamente a por la dosis de refuerzo cuya eficacia está en entredicho. Se anima a vacunar a los niños desde los telediarios.
¿ Qué pretenden los gobiernos con esta huida hacia adelante a toda prisa antes de que la evidencia empírica desmonte la eficacia de esta estrategia?
No hablan los científicos de verdad, son los políticos, los mismos que nos encerraron y nos impusieron un código de buen ciudadano, que yo tengo hasta que me caduque y no garantiza que no pueda contagiar, ni me hace inmune a las nuevas cepas.
Puede que la inoculación tuviese un efecto positivo sobre las primeras cepas, pero ¿ahora?¡'¡??
Hay muchas, cada vez más, voces que hablan de los efectos sobre la inmunidad, y ya no es cosa sólo de 4 tarados o los tarados crecen y se multiplican. Llegan los reportes a miles, aunque es difícil discriminar el grano de la paja.
www.bristol.ac.uk
Frente al alarmismo, médicos e inmunólogos ponen sobre la mesa todos los datos que demuestran que el coronavirus pronto será una endemia como la gripe
www.libertaddigital.com
Pero Repito, hoy ¿ merece la pena el balance riesgo/ beneficio?
Me preocupa mucho todo lo que está pasando alrededor de este virus. Mucho. No sé lo que se está cociendo y es muy triste que esto nos enfrente. Se cuelgan sanbenitos y se enfrenta la gente entre negacionistas, tragacionistas, conspiranoicos, oficialistas...Nadie quiere sentirse excluido, señalado...lo entiendo. Yo me considero "efectivista" porque estoy en el lado de los vacunados, pero intento sopesar si los efectos y los beneficios merecen la pena.
Lamentaría mucho haber ofendido a alguien con mis reflexiones.
Ojalá no sea así.
Un abrazo a todos y cuidaos mucho