Cabanillas.... Hola...



¿Por qué a muchos les resulta difícil comprender este sencillo concepto?
Me pregunto si esa irracional adhesión a una marca y no a un modelo, no se deberá a que los seres humanos, en su mayoría, no somos ni Superman ni Batman y que tenemos nuestros buenos "rollitos" psicológicos o emocionales, que nos hacen sentir vulnerables.
Y, si esta idea es más o menos cierta, es posible que
la pertenencia a una marca de relojes, a un
club de fútbol, a un
equipo de Fórmula 1, a una
etnia, a un
país, o (ya que estamos en ello) a
este grupo de gente nucleada en Relojes Especiales, nos haga pensar que esa
pertenencia disminuye nuestra fragilidad y por ello algunos "nos sentimos intimidados por la Moderación" o le "hacemos la pelota" por temor a ser excluídos de RE.
Un saludo
Jorge Aldao
Sí, señores.
Coincido plenamente -como suele ser habitual- con Germán y, por supuesto, con el refrendo que hace Jorge al respecto.
Y la respuesta a esta pregunta que haces, Jorge, es lo que se denomina
"instinto gregario", la tendencia a agruparse en "manadas", que en este caso se referiría a una marca determinada de relojes, caiga quien caiga.
Parece que ocurrió en otra vida
🙂😢
pero aún recuerdo vívidas y frescas la mejor explicación que de esto he escuchado, de boca de un ya fallecido y muy ilustre Catedrático de Derecho Político. Y hoy sigue tan vigente como lo fue en su día, para explicar estos movimientos tan centrípetos.
Para que se comprenda el carácter de este genio, contaré una anécdota de su vida:
El profesor, cuyo nombre omitiré, catedrático de Derecho Político de una Universidad española, apareció en el Casino de los Caballeros de una ciudad española con dos putas, una colgada de cada brazo, en una fiesta de año nuevo. Eran tiempos de la dictadura del General Franco en España; tiempos difíciles en muchos sentidos, como es público y notorio. Dicho Casino era (y es) el mejor exponente de las reuniones de alta alcurnia y mejor abolengo de toda la urbe. El portero, cortésmente, le advirtió: “Don XXXXX, usted no puede entrar ahí con esas señoritas de dudosa reputación”, A lo que el catedrático respondió: “De dudosa reputación, no; estas son putas. Las de dudosa reputación son las que están ahora mismo dentro, en la fiesta”.
Como puede observarse, hay razones suficientes para entender qué comprensión más clarividente tenía este hombre para el gregarismo, cosa que sin duda se aplica a las marcas relojeras y sus forofos...
