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Hubo un tiempo que apenas viví y del que lo poco que viví he olvidado, en el que las cosas se fabricaban sin reparar en costes y con el fin de que durasen para siempre. En aquella época el cuarzo era aún visto como la última tecnología, se invertía en ella y se buscaba un reloj industrial de alta precisión, fiabilidad y menor mantenimiento. Ésta época tuvo como fruto un conjunto de relojes a caballo entre dos eras: combinaban el concepto de durabilidad, reparabilidad y aspiración a la eternidad del reloj tradicional mecánico, pero añadían la última tecnología para una precisión y una gama de funciones y calidad-precio nunca antes vista.
Este post va sobre 3 titanes de cuarzo, 3 cronógrafos hechos para durar y hechos con calidad, que en mi opinión trascenderán más allá de su tiempo (si es que no lo están haciendo ya)
Capítulo 1: El primero
La empresa fundada por Kintaro Hattori allá por 1877, Seiko, ha sido la primera en muchos hitos de nuestra afición, y en esta ocasión hablo del golpe sobre la mesa que dió en el año 1982. Hasta la fecha los cronógrafos de cuarzo eran digitales. El primero de ellos (también de la mano de Seiko) fue el 0634 de 1975
Como decía, en 1982 Seiko lanza al mercado la serie 7A, que fueron los primeros cronógrafos de cuarzo analógicos de la historia, es decir, la primera vez que se creó un cronógrafo de cuarzo con manecillas, al estilo de un reloj tradicional. El avance puede parecer insignificante pero para nada lo fue, como veremos en seguida.
(Catálogo de la época)
El Seiko 7A (7A28 como modelo base, 7A38 con ventanas de día de la semana y fecha, y 7A48 con fase lunar) fue además el germen de la edad de oro de los cronógrafos de cuarzo analógicos de alta calidad. En respuesta a la familia 7A de Seiko, Citizen desarrolló y sacó al mercado el 3510 (o Miyota 3S10 para venta a terceros), y ETA el 251 y sus variantes (siendo el 251.262 la más conocida), de cinco motores y 27 rubís, de los que hablaremos enseguida.
(Foto de Google)
En lugar de los movimientos de plástico sin joyas y de pobre construcción que dan la mala fama al cuarzo, estos eran movimientos con pivotes montados sobre joyas, como en un reloj mecánico, con sus muelles, ruedas y palancas completamente metálicas, y en consecuencia eran y se crearon para ser mantenibles y reparables.
Los 7A cuentan con 15 joyas, y como decía no sólo son enteramente metálicos (sin piezas de plástico), reparables y mantenibles sino que además, son también regulables. Esto es relevante porque el envejecimiento de los cristales de cuarzo tiene un efecto en la precisión a muy largo plazo, lo que este regulador permite compensar. La precisión de estos relojes era +-10 segundos al mes.
(Foto: mi unidad, el 'Speedmaster', uno de los primeros de los primeros porque es de 1983 y sí, así se llamaba y así lo pone en el cierre)
Entre sus funciones, este calibre cuenta con subesfera de décimas de segundo, dotada de una aguja de altísima frecuencia y velocidad (movimiento fluido, que solemos decir), y una función de split seconds mecánica en el pulsador de las 10.
Tanto la calidad del calibre como el haber sido el primero de su especie hicieron de los 7A unos relojes "de culto", también en parte gracias a que se lanzó una extensa variedad de modelos varios de los cuales se han hecho míticos.
Son principalmente tres los modelos muy coleccionables (fotos de Google):
El de James Bond de “A View to a Kill” (7A28-7020)
El llevado por Ripley en “Aliens” (7A28-7000) diseñado para más señas por el diseñador Giorgetto Giugiaro (y no fue éste el único 7A28 que diseñó):
El que fue de dotación de los pilotos de la RAF (7A28-7120). Como curiosidad, la "P" en la esfera es del elemento radiactivo Promethium 147 que daba energía al lumen.
Como bonus, este fue otro de los 7A28 diseñados por Giugiaro.
El diseñador os sonará entre otros por el DMC DeLorean de 1981, entre otros muchos coches
(Foto de Wikipedia)
Capítulo 2: La respuesta Suiza
El país Helvético siempre ha estado presente en todo lo que tenga que ver con relojería, y esta batalla por el cronógrafo de cuarzo analógico definitivo no fue una excepción. Hubo que esperar no obstante al año 1988.
(Foto de Caliber Corner)
El ETA 251.262, con cinco bobinas y 5 motores, y 27 rubíes (más que la mayoría de relojes mecánicos), decorado en dorado como suele hacer ETA con sus cuarzos de calidad, no es un calibre de cuarzo cualquiera y esto se ve a simple vista. Cuenta con un contador de minutos central, en lugar de en una subesfera, que en reposo, se esconde debajo de la trotadora del crono.
Se montó en muchas marcas suizas como Certina, Tag Heuer, Kronos, Hamilton, Philip Watch, Eterna, Omega, etc, aunque en ocasiones empleando una denominación propia.
(Foto de Google)
El ETA 251.252 además de todo lo anterior incorpora dos pantallas LCD, que muestran la fecha en reposo, y además sirven para las funciones avanzadas que tiene, ya que es capaz de medir vueltas y tiene memoria para 10 mediciones, además de un calendario programado para 4 años. Es un calibre suizo que hibrida la tecnología que solemos encontrar en módulos de Casio, con un componente mecánico suizo o de cuarzo de calidad top, como vengo explicando.
Uno de los relojes en que se montó este calibre fue el que ya ha presentado y enseñado hasta la saciedad, famoso por haber sido llevado por Ayrton Senna desde Mayo del 1989 en no pocas carreras. Poseía dos unidades, el modelo con dial crema que yo tengo, y el gris, aunque se dice que el crema era su favorito. Por supuesto, Senna era embajador de Tag Heuer, y de hecho, la marca de relojes era el patrocinador del equipo McLaren con el que corría, con el que TAG tenía una fructífera relación, habiendo desarrollado con ellos y Porsche el motor TAG Turbo de F1 ya antes de comprar Heuer en 1985.
Una curiosidad quizás demasiado tangencial pero que no pudo dejar pasar porque hace redondo al post, es que antes de colaborar con TAG Heuer, el reloj que llevaba Senna era un cronógrafo de Seiko, aunque no un 7A28 sino uno digital pero... diseñado por Giugiaro.
(Foto de Internet, además como curiosidad, el reloj tiene los colores de Lotus)
Volviendo al calibre de ETA, en la actualidad el 251.274, de gama media-alta, continúa el legado, aunque solo con 22 joyas. Hoy día cuenta con las tecnologías PreciDrive (termocompensado) y HeavyDrive (anti-shock) de la casa.
Capítulo 3: El poder de la electrónica
El Miyota 3S10 fue como decía al principio, la respuesta de Citizen al 7A de Seiko, y poseía también una excelente calidad de construcción; no era un calibre de usar y tirar sino que podía mantenerse y repararse. El tiempo ha dado la razón a la marca, con muchísimas unidades funcionando sin necesidad de servicio más de 30 años después. Fue un calibre que tuvo un enorme éxito comercial en los años 90.
(Foto: Google)
Como con el Seiko, había varias versiones: 3S31, el 3S60 y el 3S70, y en Citizen se denominó para sus propios modelos como 3510. En Breitling, que lo montó en su Jupiter Pilot desde finales de los 80 hasta finales de los 90, se denominó "Breitling 59". También lo montaron marcas como Dugena, Sector, Lotus, Festina, Lorenz, Junghans, Breil, Camel Trophy, Invicta, entre otras.
(Foto de Google)
Se trata de un calibre con 12 joyas, alarma, y cronógrafo con subesfera de décimas de segundo. Tiene alguna curiosidad, como que la subesfera de décimas de segundo tiene una altisima frecuencia y velocidad, con aguja de movimiento fluido (por la alta frecuencia) como en los 7A, o que la aguja del minutero es saltante, esto es, salta de un minuto a otro en lugar de desplazarse de forma continua. Igualmente su ajuste es minuto a minuto como sucede en un reloj "True GMT" cuando ajustamos la aguja horaria; esto permite un ajuste de la hora súper preciso. Por si fuera poco, tiene un pulsador para alternar entre el modo cronógrafo y el modo hora: al accionar ese pulsador de, por cierto, tacto completamente mecánico, la trotadora del crono se convierte en el segundero del reloj, saltando inmediatamente al segundo oportuno, y al accionarlo de nuevo, salta a las 12, listo para cronometrar, convirtiéndose en una trotadora al uso.
El representante de este fabuloso Miyota en mi colección es, como no puede ser de otra manera, un muy noventero Lotus Titanium que me ha regalado el compañero @SPM83
Se trata de una colección lanzada en 1995, con cajas de titanio y una excelente calidad de construcción.
Conclusiones:
La relojería en mi opinión va de sensaciones y como hemos hablado muchas veces, cada persona es un mundo. Yo entiendo perfectamente que para muchas personas los relojes de cuarzo carezcan de alma, porque al final lo que los relojes nos evocan es algo personal. Es una afición rica en matices y lo importante es comprar, coleccionar o leer sobre lo que a uno le ilusione.
Si hago este post es por compartir una tecnología, la del cuarzo, que he aprendido a apreciar. Es una tecnología que para el aficionado de bajo presupuesto es ideal por el menor coste de las piezas y por los más largos intervalos de servicio. Además, en muchos casos aunque el cronógrafo no funcione, el reloj sigue dando la hora, lo que retrasa aún más la urgencia de un servicio. Creo por ello que son relojes a tener en cuenta.
No obstante hay que saber desbrozar y en mi opinión personal el 90% de relojes de cuarzo carecen de valor coleccionable alguno, siendo de usar y tirar. Incluso los fiables 7T de Seiko, que hoy siguen funcionando, al tener piezas plásticas están condenados a desaparecer de la faz de la tierra algún día.
Problemas para encontrar piezas de recambio aparte, algunos cuarzos como los que tratamos en esta ocasión tienen una historia, que los hace merecedores de llevar, de coleccionar o de leer sobre ellos.
Espero que hayáis disfrutado de este contenido. Quiero agradecer al compañero por el detallazo del reloj y también a @Charlino por ser el primero en descubrirme este trío de titanes, además, parte del contenido de este post es gracias a sus excelentes comentarios que me he tomado la libertad de copiar.
Este post va sobre 3 titanes de cuarzo, 3 cronógrafos hechos para durar y hechos con calidad, que en mi opinión trascenderán más allá de su tiempo (si es que no lo están haciendo ya)
Capítulo 1: El primero
La empresa fundada por Kintaro Hattori allá por 1877, Seiko, ha sido la primera en muchos hitos de nuestra afición, y en esta ocasión hablo del golpe sobre la mesa que dió en el año 1982. Hasta la fecha los cronógrafos de cuarzo eran digitales. El primero de ellos (también de la mano de Seiko) fue el 0634 de 1975
Como decía, en 1982 Seiko lanza al mercado la serie 7A, que fueron los primeros cronógrafos de cuarzo analógicos de la historia, es decir, la primera vez que se creó un cronógrafo de cuarzo con manecillas, al estilo de un reloj tradicional. El avance puede parecer insignificante pero para nada lo fue, como veremos en seguida.
(Catálogo de la época)
El Seiko 7A (7A28 como modelo base, 7A38 con ventanas de día de la semana y fecha, y 7A48 con fase lunar) fue además el germen de la edad de oro de los cronógrafos de cuarzo analógicos de alta calidad. En respuesta a la familia 7A de Seiko, Citizen desarrolló y sacó al mercado el 3510 (o Miyota 3S10 para venta a terceros), y ETA el 251 y sus variantes (siendo el 251.262 la más conocida), de cinco motores y 27 rubís, de los que hablaremos enseguida.
(Foto de Google)
En lugar de los movimientos de plástico sin joyas y de pobre construcción que dan la mala fama al cuarzo, estos eran movimientos con pivotes montados sobre joyas, como en un reloj mecánico, con sus muelles, ruedas y palancas completamente metálicas, y en consecuencia eran y se crearon para ser mantenibles y reparables.
Los 7A cuentan con 15 joyas, y como decía no sólo son enteramente metálicos (sin piezas de plástico), reparables y mantenibles sino que además, son también regulables. Esto es relevante porque el envejecimiento de los cristales de cuarzo tiene un efecto en la precisión a muy largo plazo, lo que este regulador permite compensar. La precisión de estos relojes era +-10 segundos al mes.
(Foto: mi unidad, el 'Speedmaster', uno de los primeros de los primeros porque es de 1983 y sí, así se llamaba y así lo pone en el cierre)
Entre sus funciones, este calibre cuenta con subesfera de décimas de segundo, dotada de una aguja de altísima frecuencia y velocidad (movimiento fluido, que solemos decir), y una función de split seconds mecánica en el pulsador de las 10.
Tanto la calidad del calibre como el haber sido el primero de su especie hicieron de los 7A unos relojes "de culto", también en parte gracias a que se lanzó una extensa variedad de modelos varios de los cuales se han hecho míticos.
Son principalmente tres los modelos muy coleccionables (fotos de Google):
El de James Bond de “A View to a Kill” (7A28-7020)
El llevado por Ripley en “Aliens” (7A28-7000) diseñado para más señas por el diseñador Giorgetto Giugiaro (y no fue éste el único 7A28 que diseñó):
El que fue de dotación de los pilotos de la RAF (7A28-7120). Como curiosidad, la "P" en la esfera es del elemento radiactivo Promethium 147 que daba energía al lumen.
Como bonus, este fue otro de los 7A28 diseñados por Giugiaro.
El diseñador os sonará entre otros por el DMC DeLorean de 1981, entre otros muchos coches
(Foto de Wikipedia)
Capítulo 2: La respuesta Suiza
El país Helvético siempre ha estado presente en todo lo que tenga que ver con relojería, y esta batalla por el cronógrafo de cuarzo analógico definitivo no fue una excepción. Hubo que esperar no obstante al año 1988.
(Foto de Caliber Corner)
El ETA 251.262, con cinco bobinas y 5 motores, y 27 rubíes (más que la mayoría de relojes mecánicos), decorado en dorado como suele hacer ETA con sus cuarzos de calidad, no es un calibre de cuarzo cualquiera y esto se ve a simple vista. Cuenta con un contador de minutos central, en lugar de en una subesfera, que en reposo, se esconde debajo de la trotadora del crono.
Se montó en muchas marcas suizas como Certina, Tag Heuer, Kronos, Hamilton, Philip Watch, Eterna, Omega, etc, aunque en ocasiones empleando una denominación propia.
(Foto de Google)
El ETA 251.252 además de todo lo anterior incorpora dos pantallas LCD, que muestran la fecha en reposo, y además sirven para las funciones avanzadas que tiene, ya que es capaz de medir vueltas y tiene memoria para 10 mediciones, además de un calendario programado para 4 años. Es un calibre suizo que hibrida la tecnología que solemos encontrar en módulos de Casio, con un componente mecánico suizo o de cuarzo de calidad top, como vengo explicando.
Uno de los relojes en que se montó este calibre fue el que ya ha presentado y enseñado hasta la saciedad, famoso por haber sido llevado por Ayrton Senna desde Mayo del 1989 en no pocas carreras. Poseía dos unidades, el modelo con dial crema que yo tengo, y el gris, aunque se dice que el crema era su favorito. Por supuesto, Senna era embajador de Tag Heuer, y de hecho, la marca de relojes era el patrocinador del equipo McLaren con el que corría, con el que TAG tenía una fructífera relación, habiendo desarrollado con ellos y Porsche el motor TAG Turbo de F1 ya antes de comprar Heuer en 1985.
Una curiosidad quizás demasiado tangencial pero que no pudo dejar pasar porque hace redondo al post, es que antes de colaborar con TAG Heuer, el reloj que llevaba Senna era un cronógrafo de Seiko, aunque no un 7A28 sino uno digital pero... diseñado por Giugiaro.
(Foto de Internet, además como curiosidad, el reloj tiene los colores de Lotus)
Volviendo al calibre de ETA, en la actualidad el 251.274, de gama media-alta, continúa el legado, aunque solo con 22 joyas. Hoy día cuenta con las tecnologías PreciDrive (termocompensado) y HeavyDrive (anti-shock) de la casa.
Capítulo 3: El poder de la electrónica
El Miyota 3S10 fue como decía al principio, la respuesta de Citizen al 7A de Seiko, y poseía también una excelente calidad de construcción; no era un calibre de usar y tirar sino que podía mantenerse y repararse. El tiempo ha dado la razón a la marca, con muchísimas unidades funcionando sin necesidad de servicio más de 30 años después. Fue un calibre que tuvo un enorme éxito comercial en los años 90.
(Foto: Google)
Como con el Seiko, había varias versiones: 3S31, el 3S60 y el 3S70, y en Citizen se denominó para sus propios modelos como 3510. En Breitling, que lo montó en su Jupiter Pilot desde finales de los 80 hasta finales de los 90, se denominó "Breitling 59". También lo montaron marcas como Dugena, Sector, Lotus, Festina, Lorenz, Junghans, Breil, Camel Trophy, Invicta, entre otras.
(Foto de Google)
Se trata de un calibre con 12 joyas, alarma, y cronógrafo con subesfera de décimas de segundo. Tiene alguna curiosidad, como que la subesfera de décimas de segundo tiene una altisima frecuencia y velocidad, con aguja de movimiento fluido (por la alta frecuencia) como en los 7A, o que la aguja del minutero es saltante, esto es, salta de un minuto a otro en lugar de desplazarse de forma continua. Igualmente su ajuste es minuto a minuto como sucede en un reloj "True GMT" cuando ajustamos la aguja horaria; esto permite un ajuste de la hora súper preciso. Por si fuera poco, tiene un pulsador para alternar entre el modo cronógrafo y el modo hora: al accionar ese pulsador de, por cierto, tacto completamente mecánico, la trotadora del crono se convierte en el segundero del reloj, saltando inmediatamente al segundo oportuno, y al accionarlo de nuevo, salta a las 12, listo para cronometrar, convirtiéndose en una trotadora al uso.
El representante de este fabuloso Miyota en mi colección es, como no puede ser de otra manera, un muy noventero Lotus Titanium que me ha regalado el compañero @SPM83
Se trata de una colección lanzada en 1995, con cajas de titanio y una excelente calidad de construcción.
Conclusiones:
La relojería en mi opinión va de sensaciones y como hemos hablado muchas veces, cada persona es un mundo. Yo entiendo perfectamente que para muchas personas los relojes de cuarzo carezcan de alma, porque al final lo que los relojes nos evocan es algo personal. Es una afición rica en matices y lo importante es comprar, coleccionar o leer sobre lo que a uno le ilusione.
Si hago este post es por compartir una tecnología, la del cuarzo, que he aprendido a apreciar. Es una tecnología que para el aficionado de bajo presupuesto es ideal por el menor coste de las piezas y por los más largos intervalos de servicio. Además, en muchos casos aunque el cronógrafo no funcione, el reloj sigue dando la hora, lo que retrasa aún más la urgencia de un servicio. Creo por ello que son relojes a tener en cuenta.
No obstante hay que saber desbrozar y en mi opinión personal el 90% de relojes de cuarzo carecen de valor coleccionable alguno, siendo de usar y tirar. Incluso los fiables 7T de Seiko, que hoy siguen funcionando, al tener piezas plásticas están condenados a desaparecer de la faz de la tierra algún día.
Problemas para encontrar piezas de recambio aparte, algunos cuarzos como los que tratamos en esta ocasión tienen una historia, que los hace merecedores de llevar, de coleccionar o de leer sobre ellos.
Espero que hayáis disfrutado de este contenido. Quiero agradecer al compañero por el detallazo del reloj y también a @Charlino por ser el primero en descubrirme este trío de titanes, además, parte del contenido de este post es gracias a sus excelentes comentarios que me he tomado la libertad de copiar.
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