I
Isaac
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El primer reloj en la luna
Desde 1969, Omega puede recomendar su Speedmaster como el «primer reloj en la luna». Cuatro años antes, la NASA había decidido de equipar sus astronautas con este reloj. Por eso, Buzz Aldrin llevaba un Omega Speedmaster cuando hizo sus primeros pasos en suelo lunar.
Antes de haberse decidido por este reloj, la NASA sometió el Speedmaster y sus productos competidores a un control riguroso, exponiéndolos a diferentes condiciones extremas: los relojes se exponían durante horas a temperaturas de 93 grados centígrado, enfriándolos luego a una temperatura de 18 grados bajo cero; los exponían también a golpes, a presión excesiva e hipoatmosférica, a sacudidas y dos días a una atmósfera de oxígeno puro. Speedmaster fue el único reloj que se mostró apto para viajes espaciales.
También el cosmonauta rusa Alexander Leonov llevaba este reloj cuando en 1975 se encontraron en el espacio las naves Apolo y Soyuz.
Speedmaster sigue siendo aún hoy el equipamiento estándar de los astronautas. Otros relojeros ya han intentado conseguir un contrato exclusivo con la NASA, pero Speedmaster siempre salió victoriosa de las pruebas de calidad: el modelo de 1998, Speedmaster Professional X-33, ya lleva el apodo de «reloj de Marte».
Un cronómetro está expuesto a condiciones muy diferentes en el espacio que en tierra. La diferencia de la presión atmosférica en un ambiente de práctica ingravidez podría quebrar el vidrio del reloj. El vidrio del Speedmaster está sujetado con la ayuda de un anillo capaz de igualar las diferencias de presión. Es importante que la presión interior del reloj permanezca constante porque sino podría derramarse el lubrificante que es necesario para que funcione debidamente el mecanismo del reloj. El reloj iría demasiado rápido si estuviera en una cámara vacía: el volante, que regula el movimiento del engranaje, ya no funcionaría como debería. El vidrio es bastante grueso y elástico para soportar las diferencias de temperatura durante el vuelo espacial.
Un cronómetro preciso decide en la luna sobre vida y muerte de los astronautas porque las provisiones de oxígeno, de carburante y de pilas se calculan en minutos y segundos.
¿Qué ocurrió con el reloj que Buzz Aldrin llevaba en la luna?, y ¿porqué Neil Armstrong no llevaba un reloj en su paseo lunar?
El reloj de Aldrins desapareció a principios de los años 1970 en un transporte al Instituto Smithion. Hasta hoy sigue siendo una incógnita lo que pasó con el reloj. En el año 2001, reinó durante poco tiempo cierta confusión cuando un hombre mayor de California afirmó que había comprado el reloj lunar parecido de un hombre que lo había encontrado cerca de Santa Bárbara. La autenticidad del reloj no se podía comprobar con toda claridad por lo que la NASA y Aldrin decidieron que no se podía tratar del verdadero reloj lunar.
Armstrong llevaba su pulsera en la misión lunar, pero la dejó como reloj sustituto en el módulo de aterrizaje porque el reloj del módulo lunar se había roto en el descenso.
Desde 1969, Omega puede recomendar su Speedmaster como el «primer reloj en la luna». Cuatro años antes, la NASA había decidido de equipar sus astronautas con este reloj. Por eso, Buzz Aldrin llevaba un Omega Speedmaster cuando hizo sus primeros pasos en suelo lunar.
Antes de haberse decidido por este reloj, la NASA sometió el Speedmaster y sus productos competidores a un control riguroso, exponiéndolos a diferentes condiciones extremas: los relojes se exponían durante horas a temperaturas de 93 grados centígrado, enfriándolos luego a una temperatura de 18 grados bajo cero; los exponían también a golpes, a presión excesiva e hipoatmosférica, a sacudidas y dos días a una atmósfera de oxígeno puro. Speedmaster fue el único reloj que se mostró apto para viajes espaciales.
También el cosmonauta rusa Alexander Leonov llevaba este reloj cuando en 1975 se encontraron en el espacio las naves Apolo y Soyuz.
Speedmaster sigue siendo aún hoy el equipamiento estándar de los astronautas. Otros relojeros ya han intentado conseguir un contrato exclusivo con la NASA, pero Speedmaster siempre salió victoriosa de las pruebas de calidad: el modelo de 1998, Speedmaster Professional X-33, ya lleva el apodo de «reloj de Marte».
Un cronómetro está expuesto a condiciones muy diferentes en el espacio que en tierra. La diferencia de la presión atmosférica en un ambiente de práctica ingravidez podría quebrar el vidrio del reloj. El vidrio del Speedmaster está sujetado con la ayuda de un anillo capaz de igualar las diferencias de presión. Es importante que la presión interior del reloj permanezca constante porque sino podría derramarse el lubrificante que es necesario para que funcione debidamente el mecanismo del reloj. El reloj iría demasiado rápido si estuviera en una cámara vacía: el volante, que regula el movimiento del engranaje, ya no funcionaría como debería. El vidrio es bastante grueso y elástico para soportar las diferencias de temperatura durante el vuelo espacial.
Un cronómetro preciso decide en la luna sobre vida y muerte de los astronautas porque las provisiones de oxígeno, de carburante y de pilas se calculan en minutos y segundos.
¿Qué ocurrió con el reloj que Buzz Aldrin llevaba en la luna?, y ¿porqué Neil Armstrong no llevaba un reloj en su paseo lunar?
El reloj de Aldrins desapareció a principios de los años 1970 en un transporte al Instituto Smithion. Hasta hoy sigue siendo una incógnita lo que pasó con el reloj. En el año 2001, reinó durante poco tiempo cierta confusión cuando un hombre mayor de California afirmó que había comprado el reloj lunar parecido de un hombre que lo había encontrado cerca de Santa Bárbara. La autenticidad del reloj no se podía comprobar con toda claridad por lo que la NASA y Aldrin decidieron que no se podía tratar del verdadero reloj lunar.
Armstrong llevaba su pulsera en la misión lunar, pero la dejó como reloj sustituto en el módulo de aterrizaje porque el reloj del módulo lunar se había roto en el descenso.