croma
Habitual
Sin verificar
Hola:
Al final de la imprescindible película “El halcón maltés”, cuando se descubre que bajo la capa de pintura que recubre la perseguida estatuilla del halcón no se encuentra la preciosa reliquia de los templarios sino una vulgar copia de plomo, entonces le preguntan a Bogart, que interpreta al detective Sam Spade, de qué está hecha, y él responde con una cita de la obra de Shakespeare “La tempestad”, que dice: "del material con que se hacen los sueños".
Al volver a encontrar estas fotos entre las imágenes bajadas hace tiempo ha sido inevitable inundar la memoria con aquella cita y encadenarla con aquella histórica escena.
De esa cinta de metal se obtienen mediante un proceso de troquelado las formas base de las que nacerán los plumines.
Una vez colocado el material duro de la punta, al que se llama por tradición “iridio”, se procede al corte del canal de alimentación y la formación de ambos gavilanes.
Tras ello, se debe tallar el punto para conseguir la forma de trazo deseada.
El plumín está casi terminado, a falta del embellecido y pulido final que dará lugar a ese punto con el que todos soñamos.
Saludos.
Al final de la imprescindible película “El halcón maltés”, cuando se descubre que bajo la capa de pintura que recubre la perseguida estatuilla del halcón no se encuentra la preciosa reliquia de los templarios sino una vulgar copia de plomo, entonces le preguntan a Bogart, que interpreta al detective Sam Spade, de qué está hecha, y él responde con una cita de la obra de Shakespeare “La tempestad”, que dice: "del material con que se hacen los sueños".
Al volver a encontrar estas fotos entre las imágenes bajadas hace tiempo ha sido inevitable inundar la memoria con aquella cita y encadenarla con aquella histórica escena.
De esa cinta de metal se obtienen mediante un proceso de troquelado las formas base de las que nacerán los plumines.
Una vez colocado el material duro de la punta, al que se llama por tradición “iridio”, se procede al corte del canal de alimentación y la formación de ambos gavilanes.
Tras ello, se debe tallar el punto para conseguir la forma de trazo deseada.
El plumín está casi terminado, a falta del embellecido y pulido final que dará lugar a ese punto con el que todos soñamos.
Saludos.
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