Bueno, parece que al fin podré disfrutar de nuestro Baikal.
Por dos veces he tenido que vivir la experiencia de la espera aunque en solitario es totalmente diferente, mucho más divertido y con más ansiedad cuando es compartido.
Fueron dos unidades, una en perfecto orden de marcha y la otra que no andaba de ninguna de las maneras. Así que, garantía, camino de ida, camino de regreso.
Por no esperar más a la muñeca con caucho naranja, creo que no le queda nada mal.
Saludos camaradas
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