Me gustaría compartir con vosotros los dispositivos que utilizo para leer libros. Dado que resido en un país en el que es extremadamente complicado conseguir libros en español, donde prácticamente no los venden y la única opción para conseguir algunos sería alquilarlos en el instituto Cervantes (lo cual es un coñazo porque me queda lejísimos), hace ya años o décadas incluso que sólo utilizo lectores de tinta electrónica incluso para los libros que tengo en ediciones impresas en papel. He tenido lectores de libros de todas las marcas, todos los precios, todos los tamaños y de todos los colores, pero mis dos favoritos absolutos son estos dos que muestro aquí.
El primero de la izquierda es el Kindle paperwhite de segunda generación, el cual aprecio muchísimo porque tiene una tecnología de pantalla que parece que utilizaron solamente en esta generación que da un color crema y más blanco de lo normal, incluso superando a los modernos. He comprado directamente este Kindle con oasis que tuve también, el paperwhite de ahora y otro boox nova Air que vendí también y la pantalla de este aparato con la luz apagada tiene una tonalidad muy cálida y muy especial que no he visto en ningún otro y por eso estuve buscando durante bastante tiempo uno de estos en estado nuevo sin estrenar o prácticamente nuevo, y pude encontrar uno que estaba en una estantería nuevo y sin usar durante años con la caja y la documentación y con la pila en muy buen estado también. Compré justo el mismo modelo que tenía y que se me rompió tras bloquearse el software koreader con la pantalla encendida y el jailbreak. Literalmente se convirtió en un ladrillo que ni siquiera extrayendo la batería pude reparar y me quedé con la espinita, y por eso quise volver a buscar uno. Además es la versión sin anuncios, que es un plus muy importante viviendo en Japón como yo, pues a los Kindle que venden son imposibles de quitar los anuncios, ni siquiera pagando.
El otro es un Sony PRS-350 que tiene la particularidad de tener un tamaño pequeño y de bolsillo extremadamente cómodo de llevar a cualquier lado y que utilizo como alternativa para viajes pequeños o cuando quiero ir ligero. La pantalla no tiene luz y la resolución es más pobre de lo normal ahora y además es muy difícil escoger tipos de letras, pues solo hay una por defecto y hay que hacer trucos para poner otras. Sin embargo, es muy especial porque tiene botones físicos, pantalla táctil y un stylus que vale para hacer notas manuscritas, dibujos y hasta tiene un software para visualizar fotos y utilizarlo como marco digital. La calidad de la construcción es soberbia como ha construido totalmente en aluminio adonizado y con una calidad en los acabados similar a los productos de Apple. El diseño atemporal pese a tener ya 14 años. Lo aprecio mucho, está en un estado excepcional y solamente me costó unos seis euros de segunda mano hace poco. Lo compré para reemplazar el ink palm-5 de Aliexpress que nunca me gustó y me pareció siempre una castaña.
Los dos están sobre mi ordenador Panasonic cf-rz6, un convertible dos en uno de una calidad excepcional y 10 pulgadas que me gusta muchísimo. Es un poco viejo, del año 2016, pero tengo instalado debían gnome y en él tengo mi biblioteca de libros en calibre y a veces leo algo también con él mediante el software koreader. Soy muy fan de Linux y he utilizado durante muchos años Arch con xfce, pero hace unos pocos meses decidí pasarme a Debian con gnome.
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Dicho sea esto, odio absolutamente leer libros en el teléfono. He probado muchas veces con distintas aplicaciones pero siempre me acaban dando ganas de tirar el teléfono contra la pared. También he experimentado mucho con diferentes tablets y con el mismo patético resultado. Todos los tablas que he tenido han ido rápido a la venta de segunda mano.
Otros lectores destacados que he tenido han sido el Sony electronic paper dpt1 de 13 pulgadas, que vendí porque era demasiado limitado al leer solo PDF, un par de boox de 10 y 8 pulgadas, etc. la tinta electrónica es una tecnología que siempre me ha fascinado, habiendo siendo mi primer lector el antecesor al Sony que muestro aquí, el PRS-300, que compré en nuevo en 2009 y que por desgracia ya no tengo.