cronopios
Milpostista
Sin verificar
"Oignon" en plata grabada.
Francés. Catalina sonreía cuartos y despertador.
Maestro Relojero Jean-Baptiste Baillon A Paris. Registrado en el Tardy (1691-1772). Construcción C. 1720.
Caja con detalles florales calados en plata, con sonería campana a cuartos y despertador. ESFERA: en esmalte blanco, con números romanos en negro, disco en el centro para el despertador con números arábigos, la cola de la aguja horaria sirve de indicador para la hora donde sonará la alarma, y esta se mueve con el cuadrante hembra a la altura de las V. La bocallave a la altura de las III, es para dar cuerda a la máquina del reloj y la bocallave a la altura de VII es para la cuerda del despertador.
Este reloj tiene una función que lo hace tremendamente especial y peculiar, y es el tirador a la altura de las VI, habitual en los relojes de carroza de gran tamaño, pero raro en los relojes de bolsillo. Este reloj está pensado para colocarlo con un clavo en la pared de la alcoba, junto a la cama con una cuerda, para al tirar de ella accionar la sonería y saber la hora en cualquier momento de la noche. MÁQUINA: En latón dorado con galluza profusamente decorada. Sonería a cuartos a la demanda y despertador, los dos a campana. ESCAPE: De paletas, Rueda Catalina, con rubí en el volate. TAMAÑO: 58 mm. Peso: 184 gramos.
Jean-Baptiste Baillon
Fue uno de los relojeros más hábiles e innovadores de su época. Baillon logró un éxito casi sin precedentes para convertirse, en palabras de F.J. Britten, en "el relojero más rico de Europa". Uno de los relojeros más importantes del siglo XVIII, fue sin duda el miembro más famoso de una importante dinastía relojera. Su éxito se debió principalmente a su capacidad para organizar una vasta y próspera fábrica privada en Saint-Germain-en-Laye, y fue única en la historia de la relojería del siglo XVIII. Estuvo activa de 1715 a 1761, y posteriormente cesó su actividad, para ser cerrada en 1765. En ella trabajaban para Baillon relojeros reconocidos, algo inusual.
El reconocido relojero Ferdinand Berthoud quedó impresionado por su tamaño y la calidad de las piezas producidas; en 1753 señaló: "la casa de Baillon actualmente es la mejor y más bella tienda de relojes, los diamantes se usan no solo para decorar sus relojes, sino incluso en sus máquinas. Ha fabricado algunas de las pequeñas cajas de oro, decoradas con flores de diamantes que imitaban la naturaleza. Su casa en Saint-Germain es una especie de fábrica, está llena de obreros trabajando continuamente para él... porque él solo hace una gran proporción de relojes de bolsillo y relojes [de París]. Que proporcionaba a la clientela más ilustre, la familia real francesa y española, el Garde-Meuble de la Couronne, así como a distinguidos miembros de la corte y la crema de la sociedad parisina.”
El mismo Baillon fue recibido como maestro-relojero en 1727. En 1738 consiguió su primer nombramiento importante como Valet de Chambre-Horloger Ordinaire de la Reine. En algún momento antes de 1748 fue nombrado Primer Valet de Chambre de la Reine y en 1770, Primer Valet de Chambre y Valet de Chambre-Horloger Ordinaire de la Dauphine Marie-Antoinette. En 1738 se estableció, apropiadamente, en la Place Dauphine, y después de 1751 en la rue Dauphine.
Baillon usó solo las mejores cajas y diales. Estos últimos fueron suministrados por Antoine-Nicolas Martinière y Chaillou, mientras que sus cajas fueron suministradas por Jean-Baptiste Osmond, Balthazar Lieutaud, los Caffiéris, Vandernasse, Edmé Roy y especialmente Jean-Joseph de Saint-Germain (1719-1791).
Su éxito le permitió a Jean-Baptiste Baillon acumular una gran fortuna, valorada en el momento de su muerte (el 8 de abril de 1772) en 384,000 libras. Su colección de bellas artes y decorativas fue subastada el 16 de junio de 1772, mientras que sus existencias restantes (valoradas en 55,970 libras) se ofrecieron a la venta el 23 de febrero de 1773. La venta incluyó 126 relojes terminados, un total de 31,174 libras y 127 movimientos de relojes terminados. 8.732 libras. Sus relojes, con un valor total de 14,618 libras, incluyeron 86 relojes, 20 movimientos de reloj, siete cajas de reloj de marquetería, una caja de reloj de porcelana y ocho cajas de bronce.
Hoy se puede admirar el trabajo de Baillon en algunas de las colecciones más prestigiosas del mundo, como el Louvre, el Museo de Artes Decorativas, el Museo Nacional de Técnicas, el Petit Palais y el Museo Jacquemart-André en París; Versalles el museo Paul Dupuy en Toulouse; el Residenz Bamberg; Neues Schloss en Bayreuth; el Museum für Kunsthandwerk, Frankfurt; Residenz en Munich y el castillo de Schleissheim. Otros museos incluyen el Museo Real de Arte e Historia de Bruselas; el Patrimonio Nacional español; el Museo Metropolitano de Nueva York; el museo de Newark; la Galería de Arte Walters en Baltimore y Dalmeny House en South Queensferry, y en esta mi colección.
Este reloj tiene una función que lo hace tremendamente especial y peculiar, y es el tirador a la altura de las VI, habitual en los relojes de carroza de gran tamaño, pero raro en los relojes de bolsillo. En este reloj está pensado para colocar el reloj en un clavo en la pared de la alcoba, junto la cama con una cuerda, para al tirar de ella acciona la sonería y saber la hora en cualquier momento de la noche.
Francés. Catalina sonreía cuartos y despertador.
Maestro Relojero Jean-Baptiste Baillon A Paris. Registrado en el Tardy (1691-1772). Construcción C. 1720.
Caja con detalles florales calados en plata, con sonería campana a cuartos y despertador. ESFERA: en esmalte blanco, con números romanos en negro, disco en el centro para el despertador con números arábigos, la cola de la aguja horaria sirve de indicador para la hora donde sonará la alarma, y esta se mueve con el cuadrante hembra a la altura de las V. La bocallave a la altura de las III, es para dar cuerda a la máquina del reloj y la bocallave a la altura de VII es para la cuerda del despertador.
Este reloj tiene una función que lo hace tremendamente especial y peculiar, y es el tirador a la altura de las VI, habitual en los relojes de carroza de gran tamaño, pero raro en los relojes de bolsillo. Este reloj está pensado para colocarlo con un clavo en la pared de la alcoba, junto a la cama con una cuerda, para al tirar de ella accionar la sonería y saber la hora en cualquier momento de la noche. MÁQUINA: En latón dorado con galluza profusamente decorada. Sonería a cuartos a la demanda y despertador, los dos a campana. ESCAPE: De paletas, Rueda Catalina, con rubí en el volate. TAMAÑO: 58 mm. Peso: 184 gramos.
Jean-Baptiste Baillon
Fue uno de los relojeros más hábiles e innovadores de su época. Baillon logró un éxito casi sin precedentes para convertirse, en palabras de F.J. Britten, en "el relojero más rico de Europa". Uno de los relojeros más importantes del siglo XVIII, fue sin duda el miembro más famoso de una importante dinastía relojera. Su éxito se debió principalmente a su capacidad para organizar una vasta y próspera fábrica privada en Saint-Germain-en-Laye, y fue única en la historia de la relojería del siglo XVIII. Estuvo activa de 1715 a 1761, y posteriormente cesó su actividad, para ser cerrada en 1765. En ella trabajaban para Baillon relojeros reconocidos, algo inusual.
El reconocido relojero Ferdinand Berthoud quedó impresionado por su tamaño y la calidad de las piezas producidas; en 1753 señaló: "la casa de Baillon actualmente es la mejor y más bella tienda de relojes, los diamantes se usan no solo para decorar sus relojes, sino incluso en sus máquinas. Ha fabricado algunas de las pequeñas cajas de oro, decoradas con flores de diamantes que imitaban la naturaleza. Su casa en Saint-Germain es una especie de fábrica, está llena de obreros trabajando continuamente para él... porque él solo hace una gran proporción de relojes de bolsillo y relojes [de París]. Que proporcionaba a la clientela más ilustre, la familia real francesa y española, el Garde-Meuble de la Couronne, así como a distinguidos miembros de la corte y la crema de la sociedad parisina.”
El mismo Baillon fue recibido como maestro-relojero en 1727. En 1738 consiguió su primer nombramiento importante como Valet de Chambre-Horloger Ordinaire de la Reine. En algún momento antes de 1748 fue nombrado Primer Valet de Chambre de la Reine y en 1770, Primer Valet de Chambre y Valet de Chambre-Horloger Ordinaire de la Dauphine Marie-Antoinette. En 1738 se estableció, apropiadamente, en la Place Dauphine, y después de 1751 en la rue Dauphine.
Baillon usó solo las mejores cajas y diales. Estos últimos fueron suministrados por Antoine-Nicolas Martinière y Chaillou, mientras que sus cajas fueron suministradas por Jean-Baptiste Osmond, Balthazar Lieutaud, los Caffiéris, Vandernasse, Edmé Roy y especialmente Jean-Joseph de Saint-Germain (1719-1791).
Su éxito le permitió a Jean-Baptiste Baillon acumular una gran fortuna, valorada en el momento de su muerte (el 8 de abril de 1772) en 384,000 libras. Su colección de bellas artes y decorativas fue subastada el 16 de junio de 1772, mientras que sus existencias restantes (valoradas en 55,970 libras) se ofrecieron a la venta el 23 de febrero de 1773. La venta incluyó 126 relojes terminados, un total de 31,174 libras y 127 movimientos de relojes terminados. 8.732 libras. Sus relojes, con un valor total de 14,618 libras, incluyeron 86 relojes, 20 movimientos de reloj, siete cajas de reloj de marquetería, una caja de reloj de porcelana y ocho cajas de bronce.
Hoy se puede admirar el trabajo de Baillon en algunas de las colecciones más prestigiosas del mundo, como el Louvre, el Museo de Artes Decorativas, el Museo Nacional de Técnicas, el Petit Palais y el Museo Jacquemart-André en París; Versalles el museo Paul Dupuy en Toulouse; el Residenz Bamberg; Neues Schloss en Bayreuth; el Museum für Kunsthandwerk, Frankfurt; Residenz en Munich y el castillo de Schleissheim. Otros museos incluyen el Museo Real de Arte e Historia de Bruselas; el Patrimonio Nacional español; el Museo Metropolitano de Nueva York; el museo de Newark; la Galería de Arte Walters en Baltimore y Dalmeny House en South Queensferry, y en esta mi colección.
Este reloj tiene una función que lo hace tremendamente especial y peculiar, y es el tirador a la altura de las VI, habitual en los relojes de carroza de gran tamaño, pero raro en los relojes de bolsillo. En este reloj está pensado para colocar el reloj en un clavo en la pared de la alcoba, junto la cama con una cuerda, para al tirar de ella acciona la sonería y saber la hora en cualquier momento de la noche.
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