Goldoff
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La serie GA-2100 parece ser el lanzamiento más exitoso de G-Shock desde el GMW-B5000, heredero del mítico DW-5000. ¿Por qué es tan popular? Si bien el GA-2100 tiene más del ADN original de G-Shock en su estilo que algunos otros modelos recientes, y que los fans más acérrimos lo reconocerán como un G-Shock "legítimo", su aspecto más "civilizado" lo ha hecho atractivo para un público más amplio.
No sé si el hecho de tener un bisel octogonal es casual o no (Casio dice que mantiene el ADN del DW-5000, que también tiene una caja de ocho lados). El hecho de que se le haya denominado CasiOak demuestra que al menos a los aficionados no se les ha escapado la coincidencia. Por otra parte es obvio que con el GA-2100 Casio nunca pensó en competir en esa super-liga, pero no sería de extrañar que hubiera apostado por un aspecto que la mayoría tiene identificado como "clásico" ni que sea de forma inconsciente. Eso explicaría que el "CasiOak" trascendiera tan fácilmente los círculos habituales de aficionados a la marca habiendo diluido un poco su característica de reloj-herramienta puro, algo a lo que tampoco es ajeno el hecho de que sea un "ana-digi", compartiendo manecillas y display digital en la misma esfera.
El uso de la estructura Carbon Core Guard permite que el GA-2100 sea el G-Shock más delgado de todos los modelos actuales. La altura y el ancho del reloj (48 x 11,8 mm) se consideran de tamaño mediano frente al gran tamaño de la mayoría de los relojes G-Shock analógicos. Además, su peso de sólo 51 gramos lo convierte en un campeón de los pesos mosca (que aprenda Richard Mille ). Funciones útiles como la hora mundial, un cronógrafo de 1/100 de segundo, un temporizador de cuenta regresiva de 24 horas, una pantalla de fecha y día, 200 metros de estanqueidad y un precio desde 99 € lo acercan mucho a lo que cualquiera consideraría una compra maestra.
Con el éxito obtenido, incluso más allá de los círculos de entendidos, era de esperar que aparecieran distintas posibilidades de "tuneo" digamos que extraoficiales para obtener un aspecto totalmente distinto, lo que propició la aparición de multitud de alternativas para hacerlo todavía más "Oak" que lo que los diseñadores de Casio habían previsto.
Tal vez sea por esto (y porque ya ocurrió con el DW-5000, que se "ironmaizó" en el GMW-B5000 X-ER) Casio presenta hoy el GM-B2100. Caja y brazalete completamente en acero incluyendo el fondo -roscado- y en tres tonos: acero, "gun metal" y oro rosa (o "silver", "all-black IP" y "rose gold IP", como los han denominado en inglés). Aunque la diferencia no se queda aquí: el nuevo GM-B2100 mantiene su esbeltez gracias a la tecnología Tough Solar (alimentación solar) y gracias al nuevo módulo 6591 añade la característica de la conectividad Bluetooth que lo vincula al smartphone, garantizando la precisión, ya que se conecta al teléfono hasta cuatro veces al día. Pulsando un botón grabará la hora y la ubicación respecto a un mapa y se pueden configurar hasta cinco alarmas diferentes. Ah, y puede localizar tu teléfono si lo pierdes por casa. El anillo de carbono entre la caja de acero y el módulo (el Core Guard) garantiza la característica G-Shock protegiendo a este último de todo tipo de golpes y caídas.
Dejémoslo claro desde el principio, el Casio GM-B2100 es ideal para aquellos que quieren llevar un reloj duro y a la vez elegante (concepto subjetivo, este) y que no necesiten mucho más que leer la hora en su reloj. Es cierto que tiene las alarmas, cuenta regresiva y hasta cronógrafo ("cronómetro") a la centésima de segundo, pero sus ventanas digitales (segundos y fecha, en posición "normal") son tan pequeñas que vas a necesitar una lupa o vista de halcón para poder leerlas en condiciones standard. Que la esfera sea tan oscura -y algún cristal ahumado- tampoco ayuda mucho. La parte buena es que la mayoría de sus funciones se pueden configurar directamente desde la app del teléfono inteligente asociado vía Bluetooth.
Dicho esto, pasemos a la parte estética. Como no podía ser de otra forma, Casio hace muy bien sus relojes. Los acabados metálicos son irreprochables, si bien es cierto que se nota la industrialización del proceso. A estos precios (luego los diré), hay poco margen para la artesanía, lo que no quiere decir que se deje nada al azar:
El "Red Gold" es el único de los tres que tiene el cristal "claro", en tanto los otros dos presentan cierto "ahumado" que, si bien contribuye a un aspecto más deportivo, no favorecen la legibilidad. Lo mismo cabría decir de las manecillas horaria y minutera, que al tener el mismo color que el fondo de la esfera parecerían más pequeñas. Nada grave, en todo caso, porque el material luminiscente destaca lo suficiente.
El haberle puesto la "armadura" de acero ha hecho que el peso mosca que mencionaba más arriba haya pasado a -por lo menos- Welter (los tres arrojan exactamente lo mismo en báscula):
El brazalete no es exactamente integrado en el sentido que lo pueda ser el Royal Oak de AP (y tantos otros) pero da continuidad estética al conjunto caja-brazalete de la versión de resina. Todo el conjunto transmite sensación de robustez podríamos decir que aumentada al pasar precisamente de resina a acero.
Sin olvidar la trasera, que ahora es roscada y con un tratamiento PVD en color antracita común a las tres referencias:
Los huecos entre los eslabones son considerables, o eso me ha parecido a mí, y tiendo a pensar que el motivo sea evitar que pellizquen los pelos de la muñeca del usuario. Los estampados en ellos simulando tornillos están tan pulidos que parecerían espejos, contrastando con el ligero cepillado de los propios eslabones y cierre de doble pulsador que, por cierto, presenta un bonito motivo decorativo.
Para ajustar el brazalete a la medida del usuario se puede "jugar" con los agujeros laterales de este cierre y el medio eslabón colindante, pero no dispone de ningún micro-ajuste digamos automático (esto es, accionable con el reloj puesto)
Y así queda en una muñeca de 17 cm de circunferencia:
Otra mejora respecto al 2100: ahora los índices también contienen lumen
El uso de la estructura Carbon Core Guard permite que el GA-2100 sea el G-Shock más delgado de todos los modelos actuales. La altura y el ancho del reloj (48 x 11,8 mm) se consideran de tamaño mediano frente al gran tamaño de la mayoría de los relojes G-Shock analógicos. Además, su peso de sólo 51 gramos lo convierte en un campeón de los pesos mosca (que aprenda Richard Mille ). Funciones útiles como la hora mundial, un cronógrafo de 1/100 de segundo, un temporizador de cuenta regresiva de 24 horas, una pantalla de fecha y día, 200 metros de estanqueidad y un precio desde 99 € lo acercan mucho a lo que cualquiera consideraría una compra maestra.
Con el éxito obtenido, incluso más allá de los círculos de entendidos, era de esperar que aparecieran distintas posibilidades de "tuneo" digamos que extraoficiales para obtener un aspecto totalmente distinto, lo que propició la aparición de multitud de alternativas para hacerlo todavía más "Oak" que lo que los diseñadores de Casio habían previsto.
Tal vez sea por esto (y porque ya ocurrió con el DW-5000, que se "ironmaizó" en el GMW-B5000 X-ER) Casio presenta hoy el GM-B2100. Caja y brazalete completamente en acero incluyendo el fondo -roscado- y en tres tonos: acero, "gun metal" y oro rosa (o "silver", "all-black IP" y "rose gold IP", como los han denominado en inglés). Aunque la diferencia no se queda aquí: el nuevo GM-B2100 mantiene su esbeltez gracias a la tecnología Tough Solar (alimentación solar) y gracias al nuevo módulo 6591 añade la característica de la conectividad Bluetooth que lo vincula al smartphone, garantizando la precisión, ya que se conecta al teléfono hasta cuatro veces al día. Pulsando un botón grabará la hora y la ubicación respecto a un mapa y se pueden configurar hasta cinco alarmas diferentes. Ah, y puede localizar tu teléfono si lo pierdes por casa. El anillo de carbono entre la caja de acero y el módulo (el Core Guard) garantiza la característica G-Shock protegiendo a este último de todo tipo de golpes y caídas.
Dejémoslo claro desde el principio, el Casio GM-B2100 es ideal para aquellos que quieren llevar un reloj duro y a la vez elegante (concepto subjetivo, este) y que no necesiten mucho más que leer la hora en su reloj. Es cierto que tiene las alarmas, cuenta regresiva y hasta cronógrafo ("cronómetro") a la centésima de segundo, pero sus ventanas digitales (segundos y fecha, en posición "normal") son tan pequeñas que vas a necesitar una lupa o vista de halcón para poder leerlas en condiciones standard. Que la esfera sea tan oscura -y algún cristal ahumado- tampoco ayuda mucho. La parte buena es que la mayoría de sus funciones se pueden configurar directamente desde la app del teléfono inteligente asociado vía Bluetooth.
Dicho esto, pasemos a la parte estética. Como no podía ser de otra forma, Casio hace muy bien sus relojes. Los acabados metálicos son irreprochables, si bien es cierto que se nota la industrialización del proceso. A estos precios (luego los diré), hay poco margen para la artesanía, lo que no quiere decir que se deje nada al azar:
El "Red Gold" es el único de los tres que tiene el cristal "claro", en tanto los otros dos presentan cierto "ahumado" que, si bien contribuye a un aspecto más deportivo, no favorecen la legibilidad. Lo mismo cabría decir de las manecillas horaria y minutera, que al tener el mismo color que el fondo de la esfera parecerían más pequeñas. Nada grave, en todo caso, porque el material luminiscente destaca lo suficiente.
El haberle puesto la "armadura" de acero ha hecho que el peso mosca que mencionaba más arriba haya pasado a -por lo menos- Welter (los tres arrojan exactamente lo mismo en báscula):
El brazalete no es exactamente integrado en el sentido que lo pueda ser el Royal Oak de AP (y tantos otros) pero da continuidad estética al conjunto caja-brazalete de la versión de resina. Todo el conjunto transmite sensación de robustez podríamos decir que aumentada al pasar precisamente de resina a acero.
Sin olvidar la trasera, que ahora es roscada y con un tratamiento PVD en color antracita común a las tres referencias:
Los huecos entre los eslabones son considerables, o eso me ha parecido a mí, y tiendo a pensar que el motivo sea evitar que pellizquen los pelos de la muñeca del usuario. Los estampados en ellos simulando tornillos están tan pulidos que parecerían espejos, contrastando con el ligero cepillado de los propios eslabones y cierre de doble pulsador que, por cierto, presenta un bonito motivo decorativo.
Para ajustar el brazalete a la medida del usuario se puede "jugar" con los agujeros laterales de este cierre y el medio eslabón colindante, pero no dispone de ningún micro-ajuste digamos automático (esto es, accionable con el reloj puesto)
Y así queda en una muñeca de 17 cm de circunferencia:
Otra mejora respecto al 2100: ahora los índices también contienen lumen