Hola amigos:
Esto, llegado al punto en el que nos encontramos es materia "desbordada".
Me explico.
En la época de la "cultura personal" había quien sabía por familia, por tradición, por estudios o por experiencia lo que era bueno, lo que era mejor y lo que era óptimo. Y un cuadro se compraba por el agrado de contemplarlo. Un reloj se compraba por dos razones, una la estética, otra la precisión posible. Un caballo se identificaba por su genética y por sus cualidades externas verificables por quien había tenido más caballos. Un vino se verificaba por el paladar del comprador, fruto de la experiencia personal. Un zapatero era bueno cuando sus zapatos o sus arreglos eran más permanentes. Un herrero era bueno cuando lo que realizaba duraba y se mantenía en el tiempo.
Y así, cualquiera de estas cosas era valorada por su adquirente/usuario por razones intrínsecas, verificables personalmente.
Pero ahora hemos llegado a un momento en que la familia apenas influye en el gusto del hijo. ¡Los viejos no tienen ni idea! Y el concepto de bueno, mejor u óptimo ha desaparecido por el concepto "moda" que se halla impuesta por intereses meramente comerciales, o sea, económicos.
Y por tanto siguiendo el orden, (Y por favor nadie se vea acusado, pero es una percepción de generalidad de actitudes) un cuadro se compra -y se admira- según su firma; un reloj por lo que el marketing de la marca alcanza, los caballos... ¡vaya, ahí sigue siendo importante la experiencia!, en tanto que un vino se compra por la Web que nos informa de lo bueno que es, y que "naturalmente" no está manipulada para que compremos este y no otro. Zapateros no hay... o casi y los herreros ahora son los "todo a cien" o sus herederos comerciales orientales, importanto el precio y no el objeto en sí.
Llegado a esto vamos a los relojes.
Un reloj es una maquinita de complejidad, muy pequeña y que tiene un origen. Antes el origen no era "suizo" o "japonés"... sino de un relojero con experiencia en fabricación de relojes. Y así en el Oeste pocos tenían ese reloj con la foto de su madre (muerta a tiros por el malo de la película que finalmente sucumbía para ser recuperado ese reloj que además tenía carillón). Lo importante era saber la hora.
"Todos los relojes" (vuelvo a decir que es una generalidad) de la época son "iguales". Pocas diferencias. Y llegados al reloj de pulsera... pues casi que igual.
¿Y qué era una buena marca?
- Aquella cuyo prestigio acompañaba su funcionamiento correcto. No había tanto mejor ni peor sino que fuera bien y fuera estable.
- Aquella que era suficientemente sencilla en su maquinaria para ser arreglada por "un relojero".
Y ahora en el momento actual, ¿Qué es un buen reloj?
Pues, es aquel cuyas campañas de marketing permiten su identificación para constituir simultáneamente la del grupo social que se representa con él. Y así hay quien es "standard" y tiene relojes que todo el mundo conoce, y hay quien es más selecto y pilla relojes desconocidos para la gente del entorno. Y como yo he presenciado en una ocasión a una señora diciendo que sus diamantes eran buenos (¡¡!!) quizás porque los de la de enfrente eran circonitas. O sea, no es la belleza sino el "valor" lo que pretendía, pues ir con un reloj diciendo lo bueno que es, parece que no le "mola" a mucha gente.
Y por ello ahora hay quien tiene relojes muy discretos, nada comercialotes, de grandísima calidad y alto precio, medio precio o bajo precio, que son "normales" (muy bonitos, ojo), en tanto que otros están buscando desesperadamente (no a Susan, je) que se les aprecie su calidad humana por el reloj que portan en la muñeca en función de las campañas de marketing. Y como es lo que hay ahora (somos manipulados: hay que hacer un crucero, hay que hacer fotos personales del Taj Majal, hay que ir a Siberia y tomar Vodka en la tundra, hay que estar en una playa del Caribe -con mosquitos carnívoros que no salen en la foto- y todo ello incluso a crédito.) pues el mundo publicitario toma esto y lo transforma en dinero que incrementa los precios de los productos.
Y así vamos. Siendo que uno de los mayores estímulos es "lo que hace el grupo de tus amigos". Y si os fijáis por grupos, relojes, ropa, zapatos, lugares, etc., son todos uniformes por grupos.
¿Quién manda aquí? Pues no lo sé. Pero que obedecemos como robots está muy muy claro.
Entonces contestando a la pregunta. Cualquier reloj que no tenga un marketing que represente un "estilo de vida" estará infravalorado.