Me duele poner sólo cuatro y coincido con la mayoría de las que habéis puesto. Las que voy a poner fueron especiales en su momento para mí, tuvieron un impacto en m vida y sigo volviendo a ellas de vez en cuando. Estoy obligado a dejarme muchas pero creo que, priorizando la huella emocional que me dejaron, escogeré estas:
Carros de Fuego.
Me encanta la temática de los Juegos Olímpicos y que está basada en hechos reales. La banda sonora de Vangelis es épica, nspiradora y atemporal. Destacaría los valores que promueve: sacrificio personal, integridad, lucha contra el prejuicio y sentido del deber. Sin olvidar la cara positiva de la ambición y la gloria de la victoria. No es sólo una película de deportes, es una meditación sobre lo que impulsa al ser humano a superarse. Por si fuera poco, todo ello presentado con la extrema elegancia de la que sólo es capaz el cine británico. Es sublime.
El Club de los Poetas Muertos.
Es una historia de rebelión silenciosa, de juventud enfrentándose al autoritarismo, a la tradición rígida, al miedo al fracaso y a las expectativas familiares, mientras sus protagonistas van dejando atrás la adolescencia tratando de descubrir su propia identidad adulta.
Me parece una película indispensable para cualquier joven en esa edad. Refleja como pocas la lucha contra el conformismo, contra el juicio social, la búsqueda de la identidad y el primer contacto con la fría realidad de la muerte. Combina elegantemente el humor y la tragedia, huyendo del típico final feliz.
Scent of a woman.
Esencia de mujer es una película profundamente humana, que emociona sin manipular, que muestra la oscuridad sin dejar de mirar hacia la luz. Es un film sobre el honor, la ética, la dignidad y la compasión. Brilla especialmente por Al Pacino, pero no sólo por él: es una historia sobre segundas oportunidades y el coraje de elegir el camino difícil, pero correcto. Más que una película es una lección de vida.
Les Choristes.
Descubrí esta maravilla a través de un amigo que quería ser (y es) profesor y, después de verla, entiendí su pasión por esta historia. Por lo general huyo del cine francés como de los relojes de cuarzo pero, como casi siempre en la vida, son las excepciones las que más nos emocionan. La película es tremenda sencilla y sin embargo consigue recordarme lo importante que son algunos profesores y como su dedicación ha jugado un papel tan relevante en lo que somos de adultos. La
compasión, el cariño y el respeto por los niños perfectamente representados en la figura de un profesor corriente y brillante al mismo tiempo. Alguien con quien la mayoría nos hemos cruzado en algún momento de la infancia sin reparar en él hasta que llegamos a adultos. Un merecido homenaje a quienes nos señalan el camino cuando más lo necesitamos sabiendo que, seguramente, nunca se les agradecerá.