He cambiado ya unos cuantos volantes sin problema, pero nunca con esta complejidad. No me atrevo a mover la bota (o portapitón, o como se llame), porque puedo dañarla y/o dañar el pin.
Como se ve no hay espacio para pasar la espiral. O, si lo hay, este es extremadamente pequeño. Pasarla forzando podría dañar la espiral.
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La bota, o portapitón, parece que sí puede girarse, pero no me atrevo a forzarla (lo he hecho tímidamente), habida cuenta de que la forma de rombo impide hacerlo sin afectar las aristas. Pienso que si se diseñó así fue porque no es esa la forma de girarla o, directamente, no se debe girar.
La opción de quitar el pasador de la espiral nueva para, pasarla por el pin regulador y terminar metiéndola por el agujero del pitón, directamente la descarto. He quitado el de la espiral vieja y ha sido un destrozo monumental.
Este es el tamaño del pasador comparado con la aguja de segundero pequeño.
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No voy a seguir intentándolo porque no quiero estropear nada. No tengo lima de joyero para hacerle la ranura, ni dispongo de herramienta que mida el agujero del puente donde entra el portapitón para reemplazarlo. Y, aunque lo tuviera, carezco de experiencia y pericia para hacerlo bien.
Además, el volante completo que he encontrado viene en un cubo de corcho original que dice mucho del vestigio de fornitura que es. Una reliquia que debe llevar ahí más de 80 años, y no quiero que acabe destrozada por un manazas. En el agujero que se ve viene otro eje de volante.
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La opción de recurrir a un relojero está más cerca.