A título de "hablar por no callar" (cosa frecuente en los curas), se me ocurre que el MoldMaker podría ayudarte.
El MoldMaker, de la casa Sculpey es una masilla polimérica que endurece al aplicarle calor (yo la uso bastante para manualidades) y que se envuentra en la mayor parte de las tiendas de Bellas Artes (puedes encontrar algunos apuntes
aquí). Tiene la gran ventaja frente al Sculpey clásico de ser flexible una vez fraguada (no es una silicona y con el tiempo se vuelve quebradiza, pero eso sólo significa que no seguirá siendo igual de flexible, no que llegue a desmigarse).
Lo que yo haría es:
- Buscar una caja que me guste, en la que entre el movimiento (encogerlo no es una opción)
- Envolver el movimiento en film transparente. Le añadimos un par de vueltas de esparadrapo para aumentar un poco el grosor (la masilla merma algo, así que un par de milímetros extra nos vendrán bien)
- Hacer una tira de MoldMaker y moldearla en forma de anillo, dejando espacio para la tija
- Envolver de nuevo la resultante en film e insertarla en la caja. Ahora tenemos una bata hecha a medida del calibre y de la caja.
- Retirar nuestra nueva bata y ponerle un aro interior resistente al calor (madera, metal o plástico termoestable) para impedir que se deforme demasiado - como quedará elástica, un poco de deformación es aceptable.
- Metemos el invento en agua hirviendo durante quince minutos (le echamos un puñao de sal para subir la temperatura), y a los quince minutos tenemos una batica a la medida y con un punto elástico.
Vamos, es lo que yo haría. Pero es que yo me aburro mucho.