Antes de presentarte la Serie Azul de A. Lange & Söhne, deberíamos primero retroceder en el tiempo para explicarte el origen de este tono tan espectacular. El azul ultramarino natural obtenido del lapislázuli era tan escaso y tan valioso que Alberto Durero pagaba su peso en oro. Fue tan sólo a principios del siglo XVIII cuando se consiguió la fabricación de un pigmento llamado azul de Prusia. Es una tonalidad de color azul oscuro descubierto accidentalmente por el químico Heinrich Diesbach en Berlín en 1704 y esta es la razón por la que se denomina a veces azul de Berlín. No es una fórmula exacta: la fórmula química del azul de Prusia es Fe7(CN)18(H2O)x donde ‘x’ es un valor que va de 14 a 16, lo que de algún modo lo convierte en una forma de arte.
Porque de arte hablamos también en la presentación en Rabat ¡y en primicia! de la serie Azul de A. Lange & Söhne: los LANGE 1, LANGE 1 DAYMATIC, SAXONIA y SAXONIA AUTOMÁTICO, modelos ya conocidos en sus versiones de esferas blanca o negra (incluso marrón en el caso del Saxonia) que ahora llegan a las boutiques y distribuidores autorizados en un hipnotizante color azul sobre esferas de plata maciza rindiendo tributo al color descubierto por Diesbach en el ya lejano siglo XVIII.
En potentes cajas de oro blanco, los cuatro modelos de la serie Azul de A. Lange & Söhne están dotados de los calibres propios de la manufactura, que presentan todas las características de calidad de Lange: desde el acabado artesanal de todas las piezas del mecanismo hasta el complicado doble montaje. Incluso las superficies, que después no son visibles a través del fondo de cristal de zafiro se ennoblecen con esmerilados y pulidos. Los cantos de todas las pletinas, puentes y puentes del volante se biselan y, a continuación, se pulen con brillo espejo. El puente del volante grabado a mano con el clásico regulador de cuello de cisne es otra de las señas de identidad de la casa sajona.
La presentación tuvo lugar en el emblemático establecimiento que Rabat abrió hace justamente dos años en el Passeig de Gràcia de Barcelona y culminó con un almuerzo servido por el prestigioso chef Nandu Jubany.