La noticia nos es nueva del todo pero merece un apunte aquí: Philippe Peverelli deja Tudor. Y eso es importante para Rolex. El artífice de la resurrección de Tudor en los últimos años queda no obstante dentro del universo Rolex porque se marcha a Roledeco, la empresa que fabrica los expositores y vitrinas para la marca de la corona, dejando la del escudo (o de la rosa) en una posición inimaginable cuando llegó en 2009.
¿Premio o castigo? Teniendo en cuenta que ha aumentado exponencialmente las ventas de Tudor, que el mercado chino (único donde la marca tenía cierto éxito) pasó de ser del 95% al 50% las ventas gracias a su política de expansión y reapertura de antiguos mercados (EE UU, Gran Bretaña y Europa en general) y que, según se dice, este Baselworld fue “el mejor de la historia”, ponerlo a fabricar cajas de cristal no parece reamente un ascenso, aunque es cierto que ya tiene experiencia en ello porque ese era su cometido en Chopard: responsable de boutiques, que incrementó de dos a… ¡126!
Si a todo esto añadimos que es amigo personal del gran jefe de Rolex Jean-Frederique Dufour, a quien acompañó y arropó durante los ocho años que pasaron en Chopard y que –más importante aún- ambos son Biver-boys y de algún modo comparten la visión del negocio parecería que hay movimientos estratégicos de gran calado en el gigante verde.
Movimientos que empezaron a producirse hace algunos años, coincidiendo precisamente con la llegada de Peverelli a Tudor aunque seguramente es casualidad. Y empezaron reduciendo drásticamente la cantidad de concesionarios, por no hablar de la liquidación directa de distribuidores “de los de toda la vida”, llámese Unión Suiza, que fue quien trajo la marca a España hace más de sesenta años, y siguiendo por otro que lo deja en septiembre y que ya será nombrado. O, siguiendo en España, la apertura de otros concesionarios de los que se había dicho que “jamás de los jamases tendrían Rolex”. Pues de momento dos ciudades importantes, y la otra –costera, y ya en solitario- para finales de 2016. Por cierto, muy probablemente el artífice se semejante transformación en Iberia deje su puesto en breve si no lo ha hecho ya. Oficialmente, quiero decir.
¿Alguien imaginaba en 2008 que Rolex se vendería en El Corte Inglés? Pues la cosa no va a parar aquí, porque lo más probable es que Rolex acabe tomando el control de las cincuenta y tantas boutiques repartidas por el mundo que ahora explota a medias con socios locales. E imagino que Philippe Peverelli va a tener un papel importante en el futuro inmediato.