Eterna: una mirada a los nuevos calibres

Hemos dejado la parte anterior con la visión sobrecogedora del calibre del Indicator, pieza compleja donde las haya con su indicación digital del tiempo cronográfico. Y es que Porsche Design no hace sólo piezas de moda inspiradas en los componentes motrices de los automóviles que le dan nombre: aporta innovación relojera, y otra muestra es el WorldTimer, con su original manera de mostrar la hora GMT

Pero pasemos a los calibres de Eterna. Tuvimos la suerte de acceder a los movimientos más innovadores de la casa, empezando por el 3030 que equipa al Vaughan. Se trata del solo hora automático Gran Fecha más plano hasta el momento, y si visto solo es bonito…

… no puedes menos que enamorarte del reloj que lo aloja:

Me sienta tan bien…

Pero si una imagen vale más que mil palabras, un video ya ni te cuento, aunque puestos a contar decir que todos los rodamientos del 3030 son cerámicos, desde el rotor hasta el Spherodrive del barrilete. Por cierto, que este movimiento destierra las famosas «horas prohibidas», ya que se puede ajustar la fecha en cualquier momento independientemente de la posición de las agujas.

El Spherodrive es una nueva aportación de Eterna al mundo relojero, y básicamente consiste en montar el barrilete de carga sobre los rodamientos cerámicos ya mencionados, de tal forma que el rozamiento del árbol se reduce prácticamente a cero y consiguiendo una estabilidad de dicho barrilete nunca conseguida hasta ahora, lo que garantiza una mayor estabilidad de marcha. Podéis encontrar más información en este artículo sobre la tecnología Spherodrive de Eterna

Vimos también los calibres 3500 (derecha) y su evolución 3505 (izquierda), que equipa también el Spherodrive. Esta innovación ha obligado a modificar la disposición del tren de ruedas, desplazando el barrilete -que ahora presenta cinco brazos- hacia el centro geométrico del movimiento. Esto ha permitido integrar la pletina de abajo a la derecha (movimiento 3500) en el puente del barrilete (3505) haciéndolo más estético.

El Madison es el primer reloj que monta el 3505. Orgulloso de ello, lo pregona en su esfera:

 

Siguiendo con Spherodrive, tuvimos ocasión de trastear con el 3800, movimiento que está llamado a ser una de las estrellas más rutilantes del firmamento Eterna puesto que le tienen reservado un destino… que ahora mismo no puedo revelar so pena de excomunión por parte de Patrick Kury, director técnico de la Casa y que me pidió que le guardara el secreto. De momento. Lo que es evidente es su belleza (la del 3800)

 

Tuvimos también ocasión de probarnos los Kon Tiki, modelo totem de la marca (nunca mejor dicho), que se ha lanzado en una buena cantidad de versiones.

 

Un detalle de la esfera, que reproduce las líneas de una carta náutica:

Pero como no sólo de relojes vive el hombre, también salimos a tomar el aire. Aquí tenemos a Vicente charlando con la señorita de la recepción, a la que dejó literalmente de piedra con sus ocurrencias. Tanto es así que ella no quería dejarle marchar, como se aprecia en la foto. El bueno de Vicente tuvo que inventarse un truco para poder huir. Algo así como «¡mira quién viene por ahí!»… pero ella no picaba.

Finalmente pudimos rescatarle y después de un breve descanso nos fuimos a cenar. Fue una velada memorable, y encima regada con un Tinto Pesquera que le venía de miedo a las viandas presentadas. Al final, una foto de familia en la que podemos ver a (de izquierda a derecha) Manuel de la revista GQ, José María de Solo Relojes, Vicente de Diverso y Yolande y Christophe de Eterna (por cierto, ver el bolsillo de su camisa). Muchas gracias a todos ellos por esas 48 horas que se hicieron verdaderamente cortas en tan grata compañía.

Aunque la cosa no estaría completa sin el consabido «table shot», en el que os dejo a modo de trivia adivinar qué reloj pertenece a quién.