Rolex Daytona Paul Newman

El Rolex Daytona Paul Newman, el reloj más famoso del mundo

El Rolex Daytona es el cronógrafo (no confundir con cronómetro) más buscado del mundo. Y no porque sea un reloj especialmente raro o se hayan fabricado pocos ejemplares: el solo hecho de ser un Rolex ya lo hace atractivo para mucha gente, pero si encima es escaso el atractivo aumenta. Y es escaso porque Rolex hace que lo sea, suministrando al mercado menos unidades de las que este demanda, lo que garantiza que esta demanda se mantenga alta año tras año. Un truco que Rolex viene practicando con notable éxito en los últimos veinte años. Pero si encima ese Rolex Daytona perteneció a una celebridad la cosa pasa a tener tintes míticos. El Rolex Daytona de Paul Newman es el reloj más famoso del mundo.

Paul Newman y su Rolex
Paul Newman usó su Rolex Daytona de forma continuada (varios autores)

Con la llegada de internet a la vida de los aficionados se hizo popular un modelo concreto dentro del Daytona: el que la Actriz Joanne Woodward regaló a su marido Paul Newman en 1968. Este reloj presentaba una esfera cuya combinación de colores (subesferas negras sobre un fondo crema), y a fuerza de aparecer con él puesto en las numerosísimas ocasiones en las que fue fotografiado los coleccionistas italianos, tan dados a poner sobrenombres, lo bautizaron. Así, todos los Rolex Daytona con esfera crema y subesferas negras y el realce rojo serían conocidos como Daytona Paul Newman. Una esfera, por cierto, llamada “exótica” y que en la época nadie compraba.

Un Rolex bien original
La esfera «exótica» se produjo sólo 7 años (foto Phillips – Bacs & Russo)

Pero ¿y el reloj original? ¿el auténtico Daytona Paul Newman? Durante años se especuló con los distintos destinos que hubiera podido tener, puesto que nadie de sus allegados parecía estar al tanto de ese reloj era el santo grial de cualquier aficionado. Vamos, como si en tu garaje durmiera un coche antiguo al que no le das importancia porque siempre estuvo ahí. El caso es que en los últimos 25 años ese reloj se ha convertido en una especie de unicornio del que se contaban distintas historias, casi siempre especulativas y sin base. Una cosa lo haría inconfundible cuando apareciera: Joanne Woodward hizo grabar en su trasera (la del reloj) una sencilla leyenda: Drive carefully. Me (“Conduce con cuidado. Yo”). El motivo de esa dedicatoria era que en esa época Newman había empezado a interesarse por las carreras de coches, a las que se acabó dedicando semiprofesionalmente.

Daytona Paul Newman
Newman usó su reloj como lo que era: una herramienta para contar tiempos (Foto Getty Images)

Y el reloj apareció. Y no en el fondo de un cajón o perdido en un desván. Estaba siendo usado regularmente por su actual propietario… que lo había recibido de manos del mismísimo Newman en 1984. Paul Cox, un amigo de la familia (en realidad era el novio de Nell, la hija de Newman, que se hacía llmar Nell Potts para conservar cierto anonimato) estaba  ayudando a Paul a construir un cobertizo en el jardín cuando en un gesto aparentemente espontáneo –Cox cree que fue premeditado- éste se lo regaló sin más.

Nell Newman y James Cox
Nell Newman y James Cox (Foto: Revolution)

Lo usó durante años sin más conciencia que la de considerarlo un regalo de un amigo. Pero un día, en una feria profesional de su sector (ropa deportiva), se cruzó con un japonés que al ver el reloj que llevaba se puso a exclamar “Rolex Paul Newman, Rolex Paul Newman”. Como el japonés no hablaba otra cosa que japonés, Cox se quedó preguntándose cómo sabría ese hombre que el reloj había pertenecido al actor. Ese fue el primer aviso. De vuelta a casa, Cox averiguó que el reloj tenía su propia página en la Wikipedia y decidió que no podía seguir paseándose con él alegremente, por lo que lo guardó en una caja de seguridad.

El reloj de su padre
Certificado firmado por Nell Newman (Foto: Phillips -Bacs & Russo)

Años más tarde,  pasando por delante de una tienda de compraventa de relojes y viendo algunos relojes en el escaparate, le preguntó al empleado que estaba fumando un pitillo en el exterior “¿Cuánto pueden valer esos Daytonas?” La respuesta fue “Ese, alrededor de 60.000 dólares, pero tenemos más Paul Newmans dentro”.  “¿Y cuánto costaría el auténtico Daytona de Paul Newman?”. “Buf, por lo menos 300.000”

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