La tortuga de los Certina DS

CERTINA: una tortuga en la cima del mundo

El Dhaulagiri, uno de los catorce “ocho miles” del Planeta, permaneció inconquistado hasta el trece de Mayo de 1960. Ese día, tras varias horas de ascensión, Kurt Diemberger y Albin Schelbert coronaron su cima por primera vez. Formaban parte de una expedición austro-suiza comandada por el helvético Max Eiselin. Todos los componentes de la expedición portaban un reloj Certina, duro y resistente como el caparazón de una tortuga.

“Double Security”

Certina-DS-esquemaA mediados de la década de los años cincuenta los ingenieros de Certina, bajo la dirección de Philipp Kurth, perseguían denodadamente el desarrollo del “reloj más fuerte del mundo”. Ensayaron múltiples soluciones técnicas hasta configurar un reloj cuyo movimiento “flotaba” sobre un anillo amortiguador elástico combinado a su vez con un sistema convencional tipo Incabloc. Además consiguieron dejar un espacio de aire entre la esfera y la caja, de suerte que el calibre podía moverse ligeramente en todas direcciones. Para completar el conjunto dotaron al prototipo de un cristal plexiglass de gran espesor y una tapa posterior reforzada. A este nuevo concepto lo bautizaron como “DS”, las siglas que significaban “Double Security”.

Certiuna en el DhaulagiriLos primeros Certina DS llegaron al mercado en 1958, portando un calibre 25-45, manufactura de la casa helvética y con una tapa posterior sin ningún tipo de grabado. No sería hasta aproximadamente dos años después, a finales de 1960, cuando en dicha tapa se estamparía un símbolo legendario que acompañaría desde entonces a toda la serie DS: la silueta de una tortuga. Si tenemos en cuenta este dato, es muy probable por tanto que el famoso grabado no se encontrara en el reverso de los DS que portaban, en Mayo del sesenta, Diemberger y Schelbert en la cima del Dhaulagiri pero lo que es seguro es que aquellos relojes soportaron perfectamente la altitud, los cambios de presión y las bajas temperaturas sin desfallecimiento. Duros como el caparazón de la tortuga y precisos como exigía el transitar a más de ocho kilómetros sobre el nivel del mar.

Tortuga en el Certina DSSe fabricaron unos trescientos mil ejemplares de la familia DS, tanto de carga automática como manual. Los primeros se diferenciaban externamente por el famoso logo de la tortuga en la tapa posterior sobre un original fondo ondulado, mientras que los segundos mostraban similar grabado sobre un fondo liso. Unos pocos más de siete mil ejemplares, dotados con los calibres 25-65 -sin fechador- y 25-651 -con fechador-, fueron certificados como cronómetros por el Instituto Suizo de Control Oficial de Marcha de Cronómetros, tal y como se glosa en uno de los anuncios de la época.
En 1968, Certina dio paso a la familia DS-2, con una caja de morfología modificada, ligeramente más grande, con un diámetro de treinta y ocho milímetros y medio, frente a los treinta y seis del modelo DS. Además se reforzó la fijación del calibre y se modificó la corona con un sistema de doble sellado. Como no podía ser de otra manera, se conservaba la seña de identidad en la tapa posterior.

La tortuga bajo el agua

Certina-DS-2 Super-PH-500MDiseñados con la premisa de la robustez, ya los primeros DS eran sumergibles hasta doscientos metros. Y aunque determinados miembros de la familia no participasen en ascensiones al Himalaya, es inexcusable referirse a ellos puesto que sí lo hicieron en importantes expediciones subacuáticas. La saga de los “divers DS” incluye, entre otros, el modelo DS-2 Super PH 500M, que formó parte del equipamiento de los experimentos Tektite I y II en los años 1969 y 1970. En Tektite I la NASA, la Marina de Estados Unidos y el Departamento de Interior, en colaboración con General Electric, testaron el comportamiento de cuatro científicos alojados en una estación submarina ubicada a quince metros de profundidad en las Islas Vírgenes, entre el 15 de Febrero y el 15 de Abril de 1969. Respecto al Certina, se evaluaron trece parámetros, obteniendo la calificación de excelente en seis de ellos y superando notablemente el resto de pruebas. Comprobado el éxito del experimento, se desarrolló el proyecto Tektite II, en el que participaban grupos de cinco buceadores que vivían durante dos semanas en la estación submarina. Los datos y las fotografías del número de Agosto de 1971 del National Geographic indican que, de nuevo, el DS-2 Super PH 500M participó en la misión.
En 1970 Certina presentó en la Feria de Basel el DS-2 Super PH 1000M y en 1976 se lanzó al mercado el DS-3 Super PH 1000M, que fue utilizado entre otros por la Royal Australian Navy.

Lo que dicen los entendidos

Certina es una marca apreciada por los buenos aficionados. Considerada técnicamente puntera en las décadas de los cincuenta, sesenta y principios de los setenta, sus creaciones se asimilaban en calidad a marcas que hoy en día se valoran en mayor medida. Sin duda fue la serie DS la que otorgó fama y renombre a la firma. Quien entiende de relojes sabe que los calibres de cualquiera de estos modelos han permanecido muchos años protegidos en un caparazón especialmente diseñado para resistir las pruebas más exigentes, lo cual les otorga un valor añadido. Así lo atestigua la publicidad de la época, digna de ser revisada por su originalidad. En ella se daba cuenta de los test a los que se había sometido al reloj, incluido el atropello por un turismo cargado con sus ocupantes y equipajes.

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En la actualidad pueden encontrarse ejemplares de la familia DS en correcto estado, aunque resulta complicado. Y en la mayoría de las ocasiones son piezas de elevado valor, muy especialmente los divers DS-2 y DS-3. Es particularmente difícil hallar el DS con certificación de cronómetro (número de referencia 5801-200) de que se fabricaron, como ya se ha comentado, unas siete mil doscientas unidades. Cualquiera de ellos son relojes con excelentes fundamentos para formar parte de una colección de vintages.

Para saber más:
CERTINA – Kurth Frères – 1888
Certina DS1: Un pedazo de la historia