severino
Milpostista
Sin verificar
Buenos días:
Recién llegado de Japón –de donde salió va ya para un año–, les presento este complemento que me acaban de regalar. En palabras del amigo que me lo trajo, el tipo más British que conozco pero enamorado de los relojes, plumas y coches japoneses: «Es como todo lo japonés: útil, sencillo, barato». Se trata de un capuchón para lapiceros con un doble cometido: impedir que el grafito manche los los bolsillos y servir, llegado el caso, de prolongador. En fin, nada que no hubiera inventado ya Faber Castell, pero desconocía que existiera esta versión low cost.
Saludos.
Recién llegado de Japón –de donde salió va ya para un año–, les presento este complemento que me acaban de regalar. En palabras del amigo que me lo trajo, el tipo más British que conozco pero enamorado de los relojes, plumas y coches japoneses: «Es como todo lo japonés: útil, sencillo, barato». Se trata de un capuchón para lapiceros con un doble cometido: impedir que el grafito manche los los bolsillos y servir, llegado el caso, de prolongador. En fin, nada que no hubiera inventado ya Faber Castell, pero desconocía que existiera esta versión low cost.
Saludos.