Hola,
Sin querer entrar en polémicas, hago un mini reflote para dar mi opinión.
El calibre Manufactura Tudor se estuvo desarrollando por 4 años. No es un calibre advenedizo. Es quizás el mejor calibre de su segmento de precios. Ya lo he dicho en otro hilo, supera al 3135 de Rolex en la mayoría de los aspectos, salvo en la decoración (nula en el Tudor) y la experiencia de rodaje. En este último factor, el más importante para mí, es lo que hace que el calibre 3135 de Rolex sea el calibre cronometro número uno de la historia, es el cronómetro más exitoso, no hay otro con más certificados cronómetro.
Claramente a la familia de calibres Tudor MT56xx no ha tenido suficiente experiencia de rodaje ya que se lanzó al mercado en Octubre de 2015, pero es un Tudor, parte de la familia Rolex, es de esperarse que sea extraordinario. Hablo con conocimiento de causa, tengo más de un Tudor manufactura, el más antiguo de Octubre de 2015. Va perfecto como el primer día.
Mi teoría es que Tudor ha primado el servicio al cliente en este lanzamiento de su PRIMER calibre manufactura en 70 años de andadura. Y la mejor manera de hacerlo es solucionar los problemas en garantía inmediatamente. El resultado es la satisfacción total del cliente. Cero coste, rapidez de servicio...
Cuanto tiempo dure esta política sólo Tudor lo sabe. Supongo que no será eterna. De hecho diría que sólo estará vigente hasta que el calibre alcance la "mayoría de edad", en función del tiempo pero sobre todo el número de calibres. No nos olvidemos que es parte del grupo Rolex. Ahí no se tira el dinero. Ni se dejan ir los clientes así como así por una política incierta.
Por otra parte la apuesta me parece muy ingeniosa y adecuada - para eliminar dudas sobre el nuevo calibre - pero desde el punto de costes tampoco implica un despilfarro ni mucho menos lo contrario, un calibre desechable.
Quizás muchos no sepan que en el desarrollo y manufactura de un calibre, lo más caro es el conjunto regulador, espiral y áncora, además del muelle real y el sistema antishock. Eso, además de los trenes de rodaje y tubo de corona se cambian sí o sí en cada servicio. El coste de esas partes, tanto de producción como (y sobre todo) de desarrollo, es mayor que el resto del calibre.
Esto es cierto con creces en la manufactura Tudor, porque el calibre ha sido fabricado sin decoración alguna, lo que hace que esas piezas, las estáticas, tengan un coste mucho menor que las de las fornituras mencionadas. Vamos, que Tudor podría ponerlas nuevas cada vez, no recicladas. Pero el conjunto regulador, el muelle real y el antishock son extraordinarios, a la altura de Rolex.
Dicho esto me parece que estamos ante una prueba más por parte de Rolex en su filial Tudor. Es un laboratorio de pruebas con la diferencia de que sus productos no defraudan, no son pruebas al estilo "echa a perder que algo aprenderemos". Es interesante saber que rumbo tomen las manufacturas en el futuro. Desde luego Rolex algo sabe de manufactura, es de esperarse que innoven al respecto, pero que lo hagan con pies de plomo. Nada de aventuras, de calibres a medio desarrollo y mucho menos jugar con los clientes.
Tudor estuvo varios años fuera del mercado norteamericano y británico. Ha vuelto a finales de 2012 con tremendo éxito y allá donde siempre han estado han redoblado la apuesta. No se jugarán nunca el pan con un calibre que no esté a la altura de su familia. Lo están haciendo francamente bien. Y seguirán.
Lo digo por convicción y por experiencia. Pero claro, cada quien debe hacerse su propia opinión.
Saludos!