Hola Pulpware,
Soy nuevo en el foro -bueno, activamente digamos, porque hace ya mucho que lo voy siguiendo sin registrarme-. Los relojes me han apasionado desde niño, no solo por su belleza intrínseca sinó por su funcionamiento mecánico. Siempre me ha impresionado la habilidad de los maestros relojeros en diseñar un movimiento y ejecutar sus diminutas piezas en el torno.
Tu pregunta me la hice yo también una vez y la respuesta la encontre en el magnífico libro de Donaldo de Carle, Manual del Relojero, página 168 y siguientes. Según se indica, "el volante es, para el reloj pequeño, lo que el péndulo para el grande, con la diferencia que el muelle del volante regula a éste. Años atrás, el volante no llevaba muelle, más tarde se añadió una cerda para actuar como tal, y finalmente se llegó al muelle de acero inventado por el inglés Dr. Robert Hooke. El muelle de acero, si se usa en un volante corriente (no compensado), hará que el reloj retrase X % minutos en 24 horas por un cambio en la temperatura de 6° C. Para obviar este error se usa un volante bimetálico, de acero con latón en su periferia; además es cortado y para facilitar su ajuste lleva tornillos o pesos desplazables. La proporción corriente es dos partes de latón por una de acero. La necesidad de compensar el volante, cuando el muelle es de acero, radica en que éste pierde elasticidad con el calor, lo que, a su vez, causa una pérdida en la oscilación y un retraso en la marcha. También el muelle de acero aumenta en longitud con el calor, pero esto queda más que compensado por las otras dimensiones (ancho y grueso) que asimismo crecen proporcionalmente".
En los relojes modernos los contrapesos del volante no hacen falta porque el material que se utiliza para construir los volantes (Glucydur) no es sensible a las variaciones térmicas.
Si te interesa más el tema te recomiendo que hojees por esta sección del foro. Aquí encontrás buena información sobre como obtener el libro de De Carle en Internet.
Espero haber sido de utilidad.