En primer lugar, compañero Ollero, permíteme que te felicite por este estudio tan excelentemente documentado e ilustrado, y me alegre de que haya sido considerado -con todo el acierto- como un "esencial".
Ciertamente los detalles tipográficos son matices en los que los aficionados no reparan en exceso, posiblemente por una falta de conocimiento técnico y profesional de la materia. Quienes como en mi caso vivimos del diseño gráfico enfocamos este asunto de forma muy distinta, y lo que para otras personas son detalles que pueden pasar más o menos desapercibidos, para otros nos supone una magnificación que en muchas casos nos roza en la aberración.
Para quienes no lo sepan, la concepción y desarrollo de una tipografía específica conlleva un alto coste, de ahí que muchas marcas, y sobre todo diseñadores de relojes y esferistas, se limiten al uso de tipografías ya desarrolladas, amén del uso de discos fechadores de los denominados "de serie".
No obstante, el uso de tipografías ya desarrolladas no es motivo para no tener un mínimo de sentido común en sus usos y aplicaciones, y ahí también parece que escasea el buen gusto y la coherencia, pudiéndose encontrar verdaderas barbaridades en las que se aprecian "collages" tipográficos que hacen de ciertas piezas una verdera amalgama de desaciertos: mezclas de tipografías de palo recto con letras tipo "inglesa", o de letras tipo Serif y Sans Serif, discos con tipografias tipo Arial... ...y así podríamos pasarnos un día poniendo desafortunados ejemplos.
Además de todo esto, otro elemento a considerar en las esferas es el denominado "equilibrio", y trataré de explicarme: relojes con segundero central en los que se puede ver todo el texto agolpado debajo del 12, mientras que en espacio existente entre el cañón de minutos y el 6 reina una absoluta desnudez, queando toda la "fuerza" del diseño en esa parte bajo el 12, o relojes cuyas marcas se representan con un mínimo logotipo y en cambio en la zona existente encima del 6 vemos textos de dos filas, viniendo a caer la fuerza en esta zona y quedando desequilibrada la existente bajo el 12.
La inteligente adaptación que IWC ha hecho de su tipografía para los nuevos modelos es un ejemplo de "transición" que muchas marcas deberían considerar. Y por poner un par de ejemplos, no hay nada más feo que los logos de Epos y Lip en relojes con diseño de corte clásico.
Podríamos además entrar en otros matices y detalles, pero que ya se alejarían de las cuestiones tipográficas, como es la integración de agujas con el diseño de la esfera y sus tipografías, pero que en definitiva también forman parte de ese concepto de equilibrio y armonización.
En definitiva: pequeños detalles que pueden, según su uso, otorgar un valor añadido y excelencia a una pieza, o por el contrario, hacerla "indigerible" por su incoherencia estética. Es en muchos casos, ese típico: "...el reloj en sí no es feo, pero tiene un algo que no me termina de encajar..."