Si te respondiera mi yo de hace unos años, unos 10 o menos, te diría que no me gusta. Para mí el vintage terminaba en los 70 y lo siguiente me parecía “a medio cocer”, como los adolescentes: ya sin la frescura cautivadora y vibrante de la niñez y aún sin el poso sereno y atractivo de la madurez. Me quedaba en su aspecto, y los diseños de los 80 y 90, en general, me parecían desfasados y feos.
A fuerza de verlos y leer sobre ellos, he entendido mejor esos diseños, sobre todo este diseño “orgánico” que me horrorizaba, aprecié aspectos y detalles que me habían pasado desapercibidos a primera vista y, sin ser para mí un objeto de deseo, ahora sí encuentro que tienen sus méritos y su aquel. De hecho, diría que es la última corriente de diseño relojero con personalidad propia y diferenciada, lo cual ya me parece un gran valor. Este modelo que consultas, tiene además esa asociación con una figura indiscutible en el mundo del automovilismo y, por tanto, una disciplina muy relacionada con la medición de tiempos y los cronómetros.
Yendo a lo que preguntas, no sé qué tal resultado han dado (aunque creo que no malo) ni si es “buena compra” (lo que quiera que eso signifique), pero tengo claro que una tontería no es. Me parece que un reloj que te motiva y representa claramente una época de diseño particular con una vinculación relevante nunca puede ser una tontería.
A ver si alguien te aclara qué tal van y qué facilidad/dificultad de reparación y repuestos tienen. Ya nos contarás si te animas…