También me convence esta operativa.
No pueden hacer daño y se ganan su manentunción como todos.

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Está claro que tiene que haber un castigo que les haga temer que les cojan, y alguno no hará la barrabasada por miedo.
El problema amigos Niven y Blackhorn, es que no consideráis los costes asociados a la realización de trabajos, más o menos forzados, por parte del reo.
El tener a los presos actualmente en estado semi estabulado, en cárceles bastante masificadas y a la sopa boba, es, aunque cueste creerlo, el sistema de mantenerlos menos oneroso para el estado .
Al contrario de lo que la intuición puede hacer creer, implementar un sistema de trabajos forzados (más allá del formato actual de talleres y soplapolleces varias) sería mucho más costoso que el actual sistema de "estabulación".
¿qué tipo de trabajo podrían realizar? está claro que no serían trabajos cualificados, por motivos obvios. Eso nos dejaría con las 2 siguientes opciones:
- Trabajos manuales en talleres dentro de las cárceles: estaríamos en el modelo actual. Ampliarlo para alcanzar unas cifras de producción mínimamente presentables requeriría equipar las cárceles de maquinaria, supervisores, suministros, almacenes etc... vamos, como equipar una fábrica pero con unas restricciones de seguridad, espacio y un volumen de producción muy escaso ajeno a economías de escala, que elevarían el costo unitario más allá de lo que un mercado no intervenido podría absorber. Por no hablar de que la calidad de los productos, que intuyo que no sería muy buena. La única manera de que esos productos tuvieran salida en el mercado sería subvencionarlos, aumentando aún más los costes del sistema penitenciario.
- Trabajos manuales realizados en grupo fuera de las cárceles: Experiencia ya utilizada en USA (las típicas cuerdas de preso). De nuevo se trata de una experiencia con más componente folclórico que económico. El traslado y supervisión de estos presos conlleva unos costes muy elevados, los trabajos que pueden realizar están muy condicionados por los requerimientos de seguridad (que fuera de la cárcel se multiplican, obligando a que vayan encadenados) y las tasas de fuga son muy elevadas. Sobra decir que el valor añadido de los potenciales trabajos a realizar es nulo y ni de cerca compensa los costes asociados necesarios para permitir su realización. Por no hablar de hasta qué punto es moral gastarse miles de euros en que un preso limpie los arcenes de las carreteras de España con casi 5 millones de parados...
Conclusión: en el 99% de los casos es económicamente inviable que un preso realice prestaciones laborales que compensen los costes de su encarcelamiento y manutención. Por lo tanto y desde una perspectiva económica, la encarcelación de por vida es un gasto onerosísimo para el estado, siendo la pena de muerte su alternativa más adecuada. Sin entrar en otras perspectivas morales, ya tratadas en este hilo.