A mí también me gustan esas “tonterías”…
Llámenselas
fetichismo o
merchandising, por emplear un término anglófono que define con menos “maldad” ese casi inconfesable gusto por lo accesorio, o por los accesorios si se quiere.
Con tiempo, paciencia y buena voluntad se pueden reunir algunas cosillas que no dejan de tener su gracia.
En cuanto al Sea Dweller, (al igual que el Submariner, según creo), hace entre uno y dos años que viene huérfano de la tan famosa como inútil ancla. Y digo inútil, porque no conozco a nadie que le haya encontrado una utilidad razonable. Se han hecho intentos de convertirlas en llaveros que luego resultan de lo más incómodo, ya que los brazos de la dichosa ancla se enganchan en absolutamente todo lo que pillan…
El mío vino ya sin ella, así que, ni corto ni perezoso y con toda la confianza que el caso me permitía, le comenté a mi querido vendedor si podía proporcionarme alguna, así que por ahí tenía algunas, me obsequió con estas tres, todas ellas correspondientes al Submariner (una del antiguo de 200 metros), pues no disponía de ninguna específica del Sea Dweller. Bueno, qué más da.
El caso es que puedes preguntar si tienen alguna por la trastienda. Siempre hace gracia tenerla.
En cuanto al comentario en relación al nuevo formato de caja con el que ahora se sirven, yo específicamente le solicité que me lo sirviera con la vieja caja, la cual me gusto mucho más. No sé si es piel, pero se me antoja de un tacto y calidad superiores al del nuevo modelo altamente plastificado y más grande e incómodo de almacenar y, además la antigua, me encanta con ese acabado de madera interior que sirve muy bien como pitillera, aunque todavía no he caído en la horterada de usarla como tal (disculpas por el adjetivo, si alguno lo ha hecho, es sólo una opinión). En fin, la nueva (que también la tengo) se me antoja más parecida, dentro de lo que cabe, a lo que corre hoy en día, mientras que la antigua la veo más original y con más personalidad. Cuestión de gustos, nada más.
Saludos.