P
PET
Habitual
Sin verificar
Harto de dar la coña en Madrid, Bilbao y Santander, he estado unos días tocando las narices a los relojeros lisboetas. La verdad es que el mundo relojeril luso tiene gusto y muchísima educación con el cliente.
El Corte Inglés situado muy cerca de la Avda de la República (ahora no recuerdo el nombre de la calle) exponía cosas interesantes:
- De entrada sorprende ver Audemars Piguet, JLC, Cartier, Zeno, Frank Muller, Oris, Omega...y varias más (aunque no tan afamadas).
- Entre las piezas exclusivas encontré un JLC reverso grande taille edición limitada (40 en todo el mundo), sin complicaciones relojeras, pero con una esfera m-a-r-a-v-i-l-l-o-s-a esfera y con un esmalte en el reverso del pintor Joao de Guimaraes que hizo las delicias incluso de mi hermano (...). La parte de la caja del JLC que toca la piel no era la convencional sino que además de relieves, tenía una estructura distinta y abombada por partes. !!Que preciosidad!!!.
Por la tarde fui a Rua Aurea, a la relojeria Torres, donde estuve manoseando el JLC septentemme esqueletizado, que aunque no me suelen gustar mucho porque no tienen legibilidad, este me pareció una obra de arte sin más.
En la misma tienda, probé Frank Muller Casablanca. No me gustó, y además no pesaba casi nada.
Y el Lange double split seconds, pa cagarse. !!este sí que pesa!!
Hablé con algunos relojeros de la calle y me sorprendió que todos tenían a Vacheron como la más grande entre todas. Que curioso.
En todos los casos el trato al cliente no es solo esmerado, es exquisito.
El Corte Inglés situado muy cerca de la Avda de la República (ahora no recuerdo el nombre de la calle) exponía cosas interesantes:
- De entrada sorprende ver Audemars Piguet, JLC, Cartier, Zeno, Frank Muller, Oris, Omega...y varias más (aunque no tan afamadas).
- Entre las piezas exclusivas encontré un JLC reverso grande taille edición limitada (40 en todo el mundo), sin complicaciones relojeras, pero con una esfera m-a-r-a-v-i-l-l-o-s-a esfera y con un esmalte en el reverso del pintor Joao de Guimaraes que hizo las delicias incluso de mi hermano (...). La parte de la caja del JLC que toca la piel no era la convencional sino que además de relieves, tenía una estructura distinta y abombada por partes. !!Que preciosidad!!!.
Por la tarde fui a Rua Aurea, a la relojeria Torres, donde estuve manoseando el JLC septentemme esqueletizado, que aunque no me suelen gustar mucho porque no tienen legibilidad, este me pareció una obra de arte sin más.
En la misma tienda, probé Frank Muller Casablanca. No me gustó, y además no pesaba casi nada.
Y el Lange double split seconds, pa cagarse. !!este sí que pesa!!
Hablé con algunos relojeros de la calle y me sorprendió que todos tenían a Vacheron como la más grande entre todas. Que curioso.
En todos los casos el trato al cliente no es solo esmerado, es exquisito.