JOACHIM
Forer@ Senior
Sin verificar
El estado era lamentable, oxidado, con merdolè como si lo hubieran guardado en el fondo de un gallinero y, oliendo a agua de colonia (no se si se pretendía enmascarar otros olores). Presentaba un tremendo golpe que le dejó la base hundida y alabeada; la portezuela suelta a falta del pivote inferior donde gira, sin cristal; un cristal lateral machacado y el cristal delantero había sido sustituido por una pieza biselada de plástico transparente, amarilleado, craquelado, y opaco.
La plataforma del volante con escape de cilindro, aunque oxidada, parecía que la espiral y los pivotes estaban bien.
Lo primero, desmontar la caja y valorar los posibles daños de la máquina; después desmontar la máquina, limpiar las ruedas y pulir pivotes, reparar los daños y montar; desmontar la plataforma del volante, limpiar y corregir la espiral si fuera preciso, aceitar y montar. Si se consigue hacer funcionar la máquina, seguiríamos con la restauración de la carátula, enderezado de la base, restitución del pivote de la portezuela, reposición de cristales y, por último, pulido y azulado de la saeta minutera.
Limpias las ruedas con detergente más amoniaco utilizando pincel, pulimos con disco de lana, así como la tornillería y trinquetes.
El muelle real de la marcha tiene el ojal de enganche roto, hacemos un nuevo ojal; montamos los barriletes previo engrasado del muelle.
De nuevo, armamos la máquina con todos los componentes limpios y pulidos. Aceitamos los pivotes; el piñón de la rueda catalina, aunque se pulió, quedó muy afectado por el óxido; con un pincel le pasamos un poco de “3x1”.
Limpieza de la plataforma del volante,
De este conjunto, compruebo que parte de la espiral está con óxido, pero, de momento está aguantando; también el piñón de la rueda del escape tenía bastante óxido y aunque pulida, con un pincel le pasé “3x1”, así como a la espiral, secándola muy bien para evitar que se pegase. Armo la plataforma del escape y, la monto de nuevo en la máquina, fijándola con sumo cuidado para conseguir el óptimo engranaje con la rueda catalina, y evitar sorpresas.
Con una llave que fabriqué partiendo de otra vieja llave de la cerradura de un mueble, doy cuerda a la marcha y con otra llave del sistema “Brocot” de un reloj máquina de parís, al avisador, esperando que funcione. Al principio me quedé con desazón, porque le costaba arrancar si no ayudaba a las ruedas manualmente, pero poco a poco, fue respondiendo, regresando mi motivación para reparar la carátula, azular el acero de la saeta y reponer los cristales. Lo primero fue enderezar la base para poder anclar la máquina.
Nunca había cortado cristal, pero conservaba un diamante para ello. Para el cristal de la portezuela, a la tercera la vencida; Utilicé un vidrio fino y tuve que rebajar con un esmeril los bordes, para que encajara en las ranuras del latón. Para el cristal delantero que sustituiría al plástico opaco, elegí un vidrio más grueso y con el esmeril hice un bisel para que encajara en las ranuras, y poco a poco, rebajando donde era preciso, fui dándole forma hasta que conseguí encajarlo. Únicamente faltó pulir el biselado, pero el efecto del esmerilado me gusta, lo hace más autentico.
El reloj, con su vieja aguja minutera azulada de nuevo, funciona sin interrupción, aunque en observación hasta que su marcha sea redonda y quede perfectamente regulado.
He aquí mis tres patanegras:
La plataforma del volante con escape de cilindro, aunque oxidada, parecía que la espiral y los pivotes estaban bien.
Lo primero, desmontar la caja y valorar los posibles daños de la máquina; después desmontar la máquina, limpiar las ruedas y pulir pivotes, reparar los daños y montar; desmontar la plataforma del volante, limpiar y corregir la espiral si fuera preciso, aceitar y montar. Si se consigue hacer funcionar la máquina, seguiríamos con la restauración de la carátula, enderezado de la base, restitución del pivote de la portezuela, reposición de cristales y, por último, pulido y azulado de la saeta minutera.
Limpias las ruedas con detergente más amoniaco utilizando pincel, pulimos con disco de lana, así como la tornillería y trinquetes.
El muelle real de la marcha tiene el ojal de enganche roto, hacemos un nuevo ojal; montamos los barriletes previo engrasado del muelle.
De nuevo, armamos la máquina con todos los componentes limpios y pulidos. Aceitamos los pivotes; el piñón de la rueda catalina, aunque se pulió, quedó muy afectado por el óxido; con un pincel le pasamos un poco de “3x1”.
Limpieza de la plataforma del volante,
De este conjunto, compruebo que parte de la espiral está con óxido, pero, de momento está aguantando; también el piñón de la rueda del escape tenía bastante óxido y aunque pulida, con un pincel le pasé “3x1”, así como a la espiral, secándola muy bien para evitar que se pegase. Armo la plataforma del escape y, la monto de nuevo en la máquina, fijándola con sumo cuidado para conseguir el óptimo engranaje con la rueda catalina, y evitar sorpresas.
Con una llave que fabriqué partiendo de otra vieja llave de la cerradura de un mueble, doy cuerda a la marcha y con otra llave del sistema “Brocot” de un reloj máquina de parís, al avisador, esperando que funcione. Al principio me quedé con desazón, porque le costaba arrancar si no ayudaba a las ruedas manualmente, pero poco a poco, fue respondiendo, regresando mi motivación para reparar la carátula, azular el acero de la saeta y reponer los cristales. Lo primero fue enderezar la base para poder anclar la máquina.
Nunca había cortado cristal, pero conservaba un diamante para ello. Para el cristal de la portezuela, a la tercera la vencida; Utilicé un vidrio fino y tuve que rebajar con un esmeril los bordes, para que encajara en las ranuras del latón. Para el cristal delantero que sustituiría al plástico opaco, elegí un vidrio más grueso y con el esmeril hice un bisel para que encajara en las ranuras, y poco a poco, rebajando donde era preciso, fui dándole forma hasta que conseguí encajarlo. Únicamente faltó pulir el biselado, pero el efecto del esmerilado me gusta, lo hace más autentico.
El reloj, con su vieja aguja minutera azulada de nuevo, funciona sin interrupción, aunque en observación hasta que su marcha sea redonda y quede perfectamente regulado.
He aquí mis tres patanegras:
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