Buenas noches:
El hilo tiene su tiempo, pero por si le resulta útil a alguien, os hago un comentario sobre la marca actualmente. Obviamente, una cosa es el pasado glorioso de la casa previo a la gran guerra, y otra bien diferente el enfoque “germasian” actual de su portafolio.
Tengo un Crono automático Ingersoll desde que me lo regalaron hace un lustro, y el resultado ha sido relativamente bueno. Es una pieza estéticamente aparente: 43 mm s/c, la caja enorme y bien pulida, la esfera bonita y resultona, y una correa de una calidad más que aceptable que mide 24 mm. Con el fondo visto, el calibre es precioso, lo suficiente como para ir dando vueltecitas al rotor para ir escrutando los secretos íntimos de su engranaje, ya sabéis.
Ahora bien, ¿y las pegas? El cristal es bastante resistente, pero no es zafiro y, respecto al movimiento, aunque la marcha del crono es impecable, hay días que no aguanta la reserva de carga. A veces tengo que darle cuerda y, por cierto, no se para el segundero al extraer la corona.
No no deja de ser una “Made in China”, pero quizá se esmeran un poco más en los cronos. Fue mi primer crono automático y tiene para mí un gran valor sentimental por venir de quien venía.
Desconozco de qué pasta estarán hechos los otros Ingersoll de calibre visto, pero aunque tienen muy buena pinta, es mejor tener presente cuál es su origen e intentar limitar las complicaciones.
Por unos 300 €, por ejemplo, yo iría a por reloj noble: Tissot, Hamilton, etc.
Espero haya sido de utilidad mi experiencia. Un saludo a los foreros y foreras.