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Resistió a Macri y a la pandemia: el insólito negocio de relojes de arena
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Cuando me puse a hacer este reloj de arena, le puse arena de la playa, pero su color marrón, no fue de mi agrado, por lo que pensé en la arena blanca del Caribe, pero como no me fue posible ir de vacaciones, sustituí la sémola por la playa de Cambrils, por sémola de arroz, y cuál fue mi sorpresa tras cada uso el reloj iba ganando tiempo al tiempo, y no era otra cosa que en el trasvase de una botella a la otra, la sémola de arroz se iba haciendo cada vez más fina haciendo cada vez los minutos más cortos.
Lo contrario me paso con el reloj de agua invernal, hacía los minutos más largos, en invierno, y el motivo no era otro que las bajadas de las temperaturas, atrasaba y a medida que bajaban las temperaturas, llegándose a parar, al congelarse el agua, en este caso lo solucione cambiando el agua por anticongelante de coche, el de sémola, pues en espera estoy en conseguir arena blanca del Caribe.
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