I
.-invitado-
Visitante
No sé el porqué estaba pensando en mis relojes , en los que he tenido y tengo y la verdad es que me ha entrado un desasosiego al pensar que los que verdaderamente me importan están todos en el limbo menos uno que sí conservo.
Hace un mes me di cuenta del hurto de un reloj en mi casa , que ahora os contaré y he hecho recopilación mental de los que echo de menos.
El primero fue un regalo de Reyes (muerte a Papa Noel) que me hizo mi abuela y era un reloj de niño (tenía 6 años) muy curioso. Era mecánico y con un jugador de fútbol que llevaba una pelota en el pie y cada segundo, en vez de haber una aguja para ello, el deportista se movía. (Si alguien sabe algo de un reloj así se lo cambio por un IWC Aquatimer y no es de coña)
El segundo fue un regalo de mi tía cuando tenía unos 8 años. Era un reloj digital traído de Andorra, no sé de qué marca, que tenía radio incorporada. Se le enchufaba un cable negro con pinganillo y a escuchar.
El tercer reloj, un Casio, que me regaló mi padre por mi comunión, que era el que yo ansiaba 8era la época)
El cuarto un Lotus Chronograph, precioso comprado en el Corte Inglés, regalo de acabar el colegio antes de entrar en la Universidad. Éste fue perdido en una fiesta salvaje en Galicia...de esas en bañador, espuma y mucho alcohol y mucha testosterona juvenil.
El quinto, un Omega Seamaster Bond automático, perdido hace unos meses en un viaje que hice con mi esposa al lejano Oriente. Hurtado directamente en la habitación del hotel.
Y el de hace un mes, que se me llevan los demonios de pensarlo: un regalo póstumo de mi abuelo materno, un Cuervo y Sobrinos de bolsillo, mecánico, de plata maciza, de los años 50 directamente sisado por alguna de las chicas de la limpieza que han pasado por mi casa y después de haberles conseguido a todas los papeles para permanecer en España. Así lo paga la que haya sido. La denuncia en la policía y a esperar el milagro. Éste último reloj sé que vale mucho dinero hoy día.
Todos estos los perdí, ninguno abandoné y jamás rompí.
Odio al amigo de lo ajeno.. me cago en su p... calavera
Vaya post más deprimente, pero si no os lo cuento a vosotros, a ver a quién que lo entienda como Dios manda.
Hace un mes me di cuenta del hurto de un reloj en mi casa , que ahora os contaré y he hecho recopilación mental de los que echo de menos.
El primero fue un regalo de Reyes (muerte a Papa Noel) que me hizo mi abuela y era un reloj de niño (tenía 6 años) muy curioso. Era mecánico y con un jugador de fútbol que llevaba una pelota en el pie y cada segundo, en vez de haber una aguja para ello, el deportista se movía. (Si alguien sabe algo de un reloj así se lo cambio por un IWC Aquatimer y no es de coña)
El segundo fue un regalo de mi tía cuando tenía unos 8 años. Era un reloj digital traído de Andorra, no sé de qué marca, que tenía radio incorporada. Se le enchufaba un cable negro con pinganillo y a escuchar.
El tercer reloj, un Casio, que me regaló mi padre por mi comunión, que era el que yo ansiaba 8era la época)
El cuarto un Lotus Chronograph, precioso comprado en el Corte Inglés, regalo de acabar el colegio antes de entrar en la Universidad. Éste fue perdido en una fiesta salvaje en Galicia...de esas en bañador, espuma y mucho alcohol y mucha testosterona juvenil.
El quinto, un Omega Seamaster Bond automático, perdido hace unos meses en un viaje que hice con mi esposa al lejano Oriente. Hurtado directamente en la habitación del hotel.
Y el de hace un mes, que se me llevan los demonios de pensarlo: un regalo póstumo de mi abuelo materno, un Cuervo y Sobrinos de bolsillo, mecánico, de plata maciza, de los años 50 directamente sisado por alguna de las chicas de la limpieza que han pasado por mi casa y después de haberles conseguido a todas los papeles para permanecer en España. Así lo paga la que haya sido. La denuncia en la policía y a esperar el milagro. Éste último reloj sé que vale mucho dinero hoy día.
Todos estos los perdí, ninguno abandoné y jamás rompí.
Odio al amigo de lo ajeno.. me cago en su p... calavera
Vaya post más deprimente, pero si no os lo cuento a vosotros, a ver a quién que lo entienda como Dios manda.