Goldoff
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Buenas tardes,
regresado ya de tierra de Championes y habiendo felicitado a unos y a otros por la parte que les tocaba (aunque bien es cierto que unos tenían muchos más motivos que otros para estar orgullosos de su gesta) quiero abrir un hilo de agradecimiento a los foreros (y parejas, e hijos) que asistieron a lo que ha resultado ser una de las quedadas más íntimas de los últimos tiempos. Y digo íntima porque finalmente fuimos 59 comensales, lo que me dio tiempo para hablar con casi todos.
Gracias por venir a una reunión que la falta de previsión y mi prácticamente nula afición futbolera hizo que coincidiera con un evento de la magnitud de la Champions que, para más inri, convocaba a prácticamente todos los aficionados de la capital. Fue ese el motivo que a medio proceso cambiara yo la cena por almuerzo, decisión que, lejos de generar más apuntados tuvo el efecto inmediato de dejar fuera a los mercantes que asistían al Passion Watch Show (tenían que estar en sus stands) y fastidiando a algunos foreros previsores que hacía tiempo que tenían vuelos reservados... para la tarde. A todos ellos mis disculpas: la intención era buena. Aun así hubo cincuenta y ocho valientes que mantuvieron su compromiso y pudimos celebrar un par de eventos casi en familia.
El primero, y aquí va el segundo de mis agradecimientos, en la boutique que Panerai tiene abierta en la calle Ortega y Gasset 11. Qué decir de Alejandra, su directora. A mí se me terminan los calificativos para describirla: simpática, atenta, solícita... pero al mismo tiempo decidida y resolutiva. Si todo esto lo combinamos con un señor trancazo que arrastraba desde hace varios días y que la tenía en baja forma, mi admiración y agradecimiento personal crecen todavía más. Álex, de verdad, tú si que eres un crack de primera división. Y aunque eso lo sabe ya todo el mundo no está de más recordarlo de vez en cuando.
La visita a la boutique Panerai fue -una vez más- como entrar en una pastelería llena de tentaciones. Porque lo peor de todo es que nos sacaron las piezas de las vitrinas y cajones para que quien quisiera se probara cualquier modelo, y si por lo que fuera no estaba en la boutique se mandaba a buscar a la tienda de Rabat (¿verdad, Dani? ) Todo esto acompañado con un catering delicioso y rematado con una bolsa de la botique que contenía una de las codiciadas gorras Panerai. Una para cada asistente... lo que hizo ya innecesario el sorteo de los postres .
El almuerzo, en el salón Renacimiento del hotel Miguel Ángel se demoró un poco porque algunos grupos se habían marchado de la boutique precisamente hacia Rabat, y alguno no a mirar más sino a recoger una pieza detrás de la que llevaba tiempo (felicidades, Jesús
La cosa transcurrió tan agradablemente que cuando quise darme cuenta la mayoría ya había desfilado hacia la feria que se celebraba en el salón de al lado donde, como he podido leer, hubo experiencias para todos los gustos. A mí me gustó lo que vi, aunque es bien cierto que la organización del PWS tuvo la mala suerte de que se le cayeran del cartel hasta diez expositores confirmados. Aun así, tuve ocasión de ver y probarme los que he puesto en el hilo del reloj de día y hasta este que, si hubiera visto yo antes que el afortunado que lo compró, ahora luciría en mi muñeca:
Y... la verdad es que no saqué muchas más fotos, tan relajado estaba.
Luego tuve ocasión de compartir unas cervezas con parte de la representación del equipo de moderación que había asistido a la quedada (Nico, eres un crack) y como os podéis imaginar os despellejamos a todos .
Terminamos el aquelarre justo a tiempo para ir a ver el partido de Champions y el resto es historia deportiva.
Lamento la escasez de imágenes, pero invito a los asistentes a colgar las suyas y así me enmiendan...
Gracias de nuevo a todos. Espero que el año que viene seamos más... pero no muchos más, que me ha gustado el formato de bolsillo este
Saludos
regresado ya de tierra de Championes y habiendo felicitado a unos y a otros por la parte que les tocaba (aunque bien es cierto que unos tenían muchos más motivos que otros para estar orgullosos de su gesta) quiero abrir un hilo de agradecimiento a los foreros (y parejas, e hijos) que asistieron a lo que ha resultado ser una de las quedadas más íntimas de los últimos tiempos. Y digo íntima porque finalmente fuimos 59 comensales, lo que me dio tiempo para hablar con casi todos.
Gracias por venir a una reunión que la falta de previsión y mi prácticamente nula afición futbolera hizo que coincidiera con un evento de la magnitud de la Champions que, para más inri, convocaba a prácticamente todos los aficionados de la capital. Fue ese el motivo que a medio proceso cambiara yo la cena por almuerzo, decisión que, lejos de generar más apuntados tuvo el efecto inmediato de dejar fuera a los mercantes que asistían al Passion Watch Show (tenían que estar en sus stands) y fastidiando a algunos foreros previsores que hacía tiempo que tenían vuelos reservados... para la tarde. A todos ellos mis disculpas: la intención era buena. Aun así hubo cincuenta y ocho valientes que mantuvieron su compromiso y pudimos celebrar un par de eventos casi en familia.
El primero, y aquí va el segundo de mis agradecimientos, en la boutique que Panerai tiene abierta en la calle Ortega y Gasset 11. Qué decir de Alejandra, su directora. A mí se me terminan los calificativos para describirla: simpática, atenta, solícita... pero al mismo tiempo decidida y resolutiva. Si todo esto lo combinamos con un señor trancazo que arrastraba desde hace varios días y que la tenía en baja forma, mi admiración y agradecimiento personal crecen todavía más. Álex, de verdad, tú si que eres un crack de primera división. Y aunque eso lo sabe ya todo el mundo no está de más recordarlo de vez en cuando.
La visita a la boutique Panerai fue -una vez más- como entrar en una pastelería llena de tentaciones. Porque lo peor de todo es que nos sacaron las piezas de las vitrinas y cajones para que quien quisiera se probara cualquier modelo, y si por lo que fuera no estaba en la boutique se mandaba a buscar a la tienda de Rabat (¿verdad, Dani? ) Todo esto acompañado con un catering delicioso y rematado con una bolsa de la botique que contenía una de las codiciadas gorras Panerai. Una para cada asistente... lo que hizo ya innecesario el sorteo de los postres .
El almuerzo, en el salón Renacimiento del hotel Miguel Ángel se demoró un poco porque algunos grupos se habían marchado de la boutique precisamente hacia Rabat, y alguno no a mirar más sino a recoger una pieza detrás de la que llevaba tiempo (felicidades, Jesús
La cosa transcurrió tan agradablemente que cuando quise darme cuenta la mayoría ya había desfilado hacia la feria que se celebraba en el salón de al lado donde, como he podido leer, hubo experiencias para todos los gustos. A mí me gustó lo que vi, aunque es bien cierto que la organización del PWS tuvo la mala suerte de que se le cayeran del cartel hasta diez expositores confirmados. Aun así, tuve ocasión de ver y probarme los que he puesto en el hilo del reloj de día y hasta este que, si hubiera visto yo antes que el afortunado que lo compró, ahora luciría en mi muñeca:
Y... la verdad es que no saqué muchas más fotos, tan relajado estaba.
Luego tuve ocasión de compartir unas cervezas con parte de la representación del equipo de moderación que había asistido a la quedada (Nico, eres un crack) y como os podéis imaginar os despellejamos a todos .
Terminamos el aquelarre justo a tiempo para ir a ver el partido de Champions y el resto es historia deportiva.
Lamento la escasez de imágenes, pero invito a los asistentes a colgar las suyas y así me enmiendan...
Gracias de nuevo a todos. Espero que el año que viene seamos más... pero no muchos más, que me ha gustado el formato de bolsillo este
Saludos
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