B
barista
Visitante
Buenas a todos,
Estas últimas semanas el jefe y yo miramos tres programas en capítulos del gigante Netflix.
La temática de los tres tienen un denominador común: los estafadores del siglo XXI.
Que uno, con la tecnología, la recontra seguridad, el chequeo infinito y el tutti quanti se pensó que las estafas y los engaños se habían terminado. Pues no.
No solo no se terminaron, sino que el nivel educacional, cultural y socio ambiental de los estafadores ( que se supone deberían ser personas muy sofisticadas... ) es bajísimo. ¿ Cómo es esto posible ? No lo entiendo.
Voy a por los shows: The Puppet Master; Tinder Swindler; y Inventing Anna.
De los tres programas ( y tristes, de algún modo ) sorprendentes y muy gráficos, el que mas me noqueó es el del llamado The Puppet Master ( docudrama): el inglés que se hizo pasar por agente del MI5, engañó a varias mujeres y hombres -por igual- con el cuento de que el ejercito republicano irlandés los amenazaba de muerte... y a estafar dinero, propiedades, almas, vidas. Lo mas aterrador de todo es que estas personas cayeron, le creyeron, se sumaron a ese escape ( inventado por ese señor ); y se quedaron sin dinero, proyectos y familias y sucumbieron, en algunos casos, a mas de una década de ocultarse y vivir como parias. Realmente... increíble.
El señor ( si es que se le puede decir señor... ) está libre, pasó unos pocos años en prisión ( creo que dos o tres ) y a seguir estafando...
El caso de la alemana-rusa Anna Sorokin, que dejó en ridículo a la creme de la creme cultural neoyorkina y de Los Angeles, merece este párrafo aparte.
Doña Anna, que de buenas a primeras y sin un solo euro en el bolsillo, sin estudios de ninguna índole ( salvo los obligatorios del sistema educacional alemán y algún cursito en Londres ) y sin tener nada de la nada misma, fakeó todo tipo de documentos, pasado, estudios, familia y engañó a personas de las mas altas esferas del mundo del arte de USA. ¿ Pero cómo es posible... ? Esta chica, sin saber nada de la nada, engañó a curadores e historiadores de arte, galeristas super prestigiosos, gente con PhD en Arte; engañó a millonarios y benefactores con cheques de seis ceros; engañó a familias de la elite, a los editores de las mejores revistas y a influencers de todo tipo y color. En fin: la chica rusa se las ingenió para ser el centro de la escena cultural de New York y Los Angeles por 5 años, ¡ 5 años! ; nada mas, ni nada menos. Y dejó en ridículo a todos, absolutamente todos.
El show, que es una ficción de la realidad - con algunas licencias-, y se llama Inventing Anna, está protagonizado por Julia Garner ( Ozark ). Garner, en mi opinión, no luce. Pero cumple. A la Anna Sorokin real le gustó el show.
Termino con el menos atractivo, pero no menos importante: el señor israeli que se muestra en Tinder. Y las mujeres picaron ( y siguen picando ) por tener un novio con aviones, yates, que se aloja en hoteles 5 estrellas y usa ropa de primeras y exclusivas marcas ( pero relojes fake).
También en este caso, nos encontramos con un muchacho de nivel educativo básico, muy básico, pero que no le impidió moverse entre gentes con títulos de las universidades mas caras del planeta, codearse con mega millonarios y lucirse en el Jet Set europeo.
Truchear, aparentemente, es mucho mas fácil de lo que parece en la era de la hiper información, porque de otra manera no se entiende...
En este caso, también, el caballero pasó muy poco tiempo en la cárcel y al día de hoy sigue con su prodigioso arte ( modo ironía ON ) de la simulación.
El show en Netflix se llama Tinder Swindler
Dejo trailers de los tres en Netflix:
Gracias por apsar por el hilo.
Que sigan bien.
Estas últimas semanas el jefe y yo miramos tres programas en capítulos del gigante Netflix.
La temática de los tres tienen un denominador común: los estafadores del siglo XXI.
Que uno, con la tecnología, la recontra seguridad, el chequeo infinito y el tutti quanti se pensó que las estafas y los engaños se habían terminado. Pues no.
No solo no se terminaron, sino que el nivel educacional, cultural y socio ambiental de los estafadores ( que se supone deberían ser personas muy sofisticadas... ) es bajísimo. ¿ Cómo es esto posible ? No lo entiendo.
Voy a por los shows: The Puppet Master; Tinder Swindler; y Inventing Anna.
De los tres programas ( y tristes, de algún modo ) sorprendentes y muy gráficos, el que mas me noqueó es el del llamado The Puppet Master ( docudrama): el inglés que se hizo pasar por agente del MI5, engañó a varias mujeres y hombres -por igual- con el cuento de que el ejercito republicano irlandés los amenazaba de muerte... y a estafar dinero, propiedades, almas, vidas. Lo mas aterrador de todo es que estas personas cayeron, le creyeron, se sumaron a ese escape ( inventado por ese señor ); y se quedaron sin dinero, proyectos y familias y sucumbieron, en algunos casos, a mas de una década de ocultarse y vivir como parias. Realmente... increíble.
El señor ( si es que se le puede decir señor... ) está libre, pasó unos pocos años en prisión ( creo que dos o tres ) y a seguir estafando...
El caso de la alemana-rusa Anna Sorokin, que dejó en ridículo a la creme de la creme cultural neoyorkina y de Los Angeles, merece este párrafo aparte.
Doña Anna, que de buenas a primeras y sin un solo euro en el bolsillo, sin estudios de ninguna índole ( salvo los obligatorios del sistema educacional alemán y algún cursito en Londres ) y sin tener nada de la nada misma, fakeó todo tipo de documentos, pasado, estudios, familia y engañó a personas de las mas altas esferas del mundo del arte de USA. ¿ Pero cómo es posible... ? Esta chica, sin saber nada de la nada, engañó a curadores e historiadores de arte, galeristas super prestigiosos, gente con PhD en Arte; engañó a millonarios y benefactores con cheques de seis ceros; engañó a familias de la elite, a los editores de las mejores revistas y a influencers de todo tipo y color. En fin: la chica rusa se las ingenió para ser el centro de la escena cultural de New York y Los Angeles por 5 años, ¡ 5 años! ; nada mas, ni nada menos. Y dejó en ridículo a todos, absolutamente todos.
El show, que es una ficción de la realidad - con algunas licencias-, y se llama Inventing Anna, está protagonizado por Julia Garner ( Ozark ). Garner, en mi opinión, no luce. Pero cumple. A la Anna Sorokin real le gustó el show.
Termino con el menos atractivo, pero no menos importante: el señor israeli que se muestra en Tinder. Y las mujeres picaron ( y siguen picando ) por tener un novio con aviones, yates, que se aloja en hoteles 5 estrellas y usa ropa de primeras y exclusivas marcas ( pero relojes fake).
También en este caso, nos encontramos con un muchacho de nivel educativo básico, muy básico, pero que no le impidió moverse entre gentes con títulos de las universidades mas caras del planeta, codearse con mega millonarios y lucirse en el Jet Set europeo.
Truchear, aparentemente, es mucho mas fácil de lo que parece en la era de la hiper información, porque de otra manera no se entiende...
En este caso, también, el caballero pasó muy poco tiempo en la cárcel y al día de hoy sigue con su prodigioso arte ( modo ironía ON ) de la simulación.
El show en Netflix se llama Tinder Swindler
Dejo trailers de los tres en Netflix:
Gracias por apsar por el hilo.
Que sigan bien.
