Intervengo, no puede ser de otra forma, para afirmar rotundamente y con convicción QUE A MI SI ME GUSTAN.
De hecho, me gustan mucho¡¡¡.
Y entiendo los calificativos que se han vertido: raros, rarunos, frikada ...
Dejadme que me explique: yo no me veo con uno de ellos en la muñeca (quizá sí
),pero aprecio el esfuerzo creativo y artístico que supusieron, su faceta transgresora y de ruptura con lo académico. Y en este contexto, SI, me gustan, los valoro y me gustaría poseer alguno.
No puedo dejar de pensar en otros diseños relojeros que han ido por un camino parecido:
- Los relojes diseñados por Pierre Cardin, fabricados por Jaeger
- Los que diseñó Francois de Baschmakoff par Lip
- Los que diseñó Roger Tallon para Lip
- Los Spaceman Audacieuse
Todos ellos tienen su encaje en los primeros años 70 (antes de la crisis del petróleo) y en las corrientes de transgresión estética de entonces: la utopía del plástico italiana, el Pop Art, la Space Age ....
Si no tenemos reparos en reconocer el valor artístico de un cuadro de Basquiat, de Keith Haring, del ínclito Warhol, o un vestidito espacial de Courreges ... también habrá que procurar mirar con ojos distintos estos diseños. ¿Alguien se imagina a Barbarella con un Zenith Sporto?
Aunque al final, todo pueda resumirse en un contundente y, en el fondo, acertado: megusta/nomegusta