germanio
Habitual
Sin verificar
In absentia, sí, in absentia elegida o no, pero ausente.
La ausencia presupone abandono, distancia, pérdida o simplemente desconexión; en mi caso la ausencia es cansancio físico, psíquico: dolor en el alma, maldita alma, sí, maldita pero... el alma nos hace participar del mundo y sus circunstancias, el mundo de los mundos, ese mundo que todos tenemos y nos hace cómplices de otros mundos, tantos como personas somos. Toda una pléyade de ideas, sentimientos, vivencias...
La ausencia no es mala; es necesaria si con ella reducimos las adversidades a lo controlable, tangible, acomodadizo. Yo reduzco mi vida cuando me encuentro con situaciones que me superan. Es como ponerse un preservativo, preservar tu microcosmos de todo aquello que te afecta y te daña, aquello que no necesitas para estar seguro del paso que das; relativizar el espacio-tiempo y adecuarlo a tu sincronía con la vida.
Lamentablemente este mundo, este hoy, este puto virus ha dado un puntapié a nuestra vida, a nuestra manera de interactuar, querer, relacionarnos, abrazarnos, besar, llorar... Tantas y tantas razones para odiar y tan pocas para amar... que pena, coño.
Y lo peor, todo para nada.
Volver otra vez a aquello que lamenté, lamento y lamentaré. Volver al inicio y saber -lo jodido es saber- que pese al propio esfuerzo y salud mediante, poco se puede ofrecer para muchos...
Hace nada dos AMIGOS, con mayúsculas han celebrado su onomástica, por muchos años de gracia tengan. Conversaciones por teléfono o usap me hacen sentir menos mi ausencia. Me recrean en un espacio- tiempo que parece lejano pero sigue presente, tan presente que me hace ser parte de algo que va allende mares, allende vicisitudes y circunstancias y que me llevan hacia no se sabe dónde pero me integran.
Ese algo es lo que preservo y atesoro sin preocupación, a sabiendas que siempre estará allí, aquí. Es esa isla que todos guardamos y mejor, resguardamos de la indecencia del confinamiento no deseado
Ojalá pronto sea el día en que la concordia y el ánimo reinen sobre el sometimiento no elegido.
Agradezco las muestras, vuestras, de ánimo y aliento. Agradezco haber conocido a tanta gente especial en este foro con quienes me unen verdaderos y sinceros lazos de amistad y, elogio la incansable constancia de Mazel, Miguel, al mandarme uasaps que me desconectan de este mundo real y, buscan aliviar el cansancio que éste me supone.
P. S. Me importa tres cojones que mi hilo se vaya al off-topic por no poner fotos de ningún reloj. El moderador me conoce y sabe que soy poco de normas.
P. S. II. Cuidaos, abrazaos y besad todo lo que podáis. No hay marcha atrás. El camino andado no se puede desandar.
Ah, por cierto, que le den por el culo al puto coronavirus.
La vida es una, no hay otra.
Saludos.
Hic sumus aunque cada día, sumus más cansados.
Os dejo con la aterciopelada voz de Luz Casal acompañando a Luar na lubre. La luz, esa luz que siempre nos ilumina pese a: in absentia...
https://www.youtube.com/watch?v=adVzzfHu16Q&feature=youtu.be
La ausencia presupone abandono, distancia, pérdida o simplemente desconexión; en mi caso la ausencia es cansancio físico, psíquico: dolor en el alma, maldita alma, sí, maldita pero... el alma nos hace participar del mundo y sus circunstancias, el mundo de los mundos, ese mundo que todos tenemos y nos hace cómplices de otros mundos, tantos como personas somos. Toda una pléyade de ideas, sentimientos, vivencias...
La ausencia no es mala; es necesaria si con ella reducimos las adversidades a lo controlable, tangible, acomodadizo. Yo reduzco mi vida cuando me encuentro con situaciones que me superan. Es como ponerse un preservativo, preservar tu microcosmos de todo aquello que te afecta y te daña, aquello que no necesitas para estar seguro del paso que das; relativizar el espacio-tiempo y adecuarlo a tu sincronía con la vida.
Lamentablemente este mundo, este hoy, este puto virus ha dado un puntapié a nuestra vida, a nuestra manera de interactuar, querer, relacionarnos, abrazarnos, besar, llorar... Tantas y tantas razones para odiar y tan pocas para amar... que pena, coño.
Y lo peor, todo para nada.
Volver otra vez a aquello que lamenté, lamento y lamentaré. Volver al inicio y saber -lo jodido es saber- que pese al propio esfuerzo y salud mediante, poco se puede ofrecer para muchos...
Hace nada dos AMIGOS, con mayúsculas han celebrado su onomástica, por muchos años de gracia tengan. Conversaciones por teléfono o usap me hacen sentir menos mi ausencia. Me recrean en un espacio- tiempo que parece lejano pero sigue presente, tan presente que me hace ser parte de algo que va allende mares, allende vicisitudes y circunstancias y que me llevan hacia no se sabe dónde pero me integran.
Ese algo es lo que preservo y atesoro sin preocupación, a sabiendas que siempre estará allí, aquí. Es esa isla que todos guardamos y mejor, resguardamos de la indecencia del confinamiento no deseado
Ojalá pronto sea el día en que la concordia y el ánimo reinen sobre el sometimiento no elegido.
Agradezco las muestras, vuestras, de ánimo y aliento. Agradezco haber conocido a tanta gente especial en este foro con quienes me unen verdaderos y sinceros lazos de amistad y, elogio la incansable constancia de Mazel, Miguel, al mandarme uasaps que me desconectan de este mundo real y, buscan aliviar el cansancio que éste me supone.
P. S. Me importa tres cojones que mi hilo se vaya al off-topic por no poner fotos de ningún reloj. El moderador me conoce y sabe que soy poco de normas.
P. S. II. Cuidaos, abrazaos y besad todo lo que podáis. No hay marcha atrás. El camino andado no se puede desandar.
Ah, por cierto, que le den por el culo al puto coronavirus.
La vida es una, no hay otra.
Saludos.
Hic sumus aunque cada día, sumus más cansados.
Os dejo con la aterciopelada voz de Luz Casal acompañando a Luar na lubre. La luz, esa luz que siempre nos ilumina pese a: in absentia...
https://www.youtube.com/watch?v=adVzzfHu16Q&feature=youtu.be
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