Casiná
De la casa
Sin verificar
¡Muy buenos días!
Os dije que lo había comprado y ya llegó. Y a la destinataria le ha gustado. ¡¡Triunfo total!!. Aunque me ha advertido "éste ya es el refinitivo, no más".
Creo que sobran las palabras y, como os conozco, ahí van unas fotillos
Nada más llegar, y aprovechando una ausencia, a abrirlo, tirar de la corona y darle cuerda. Pues corona y tija en las manos. Sin otro problema que no habían apretado el tornillo del tirete a fondo. Ya me había avisado mi relojero que se lo llevara para dar un vistazo de más experto. Caja y máquina muy bien pero el armis no le parece original ya que no se puede acortar. En ese momento llega un amigote que se maneja mucho con relojes de categoría, muy en especial con Rolex y Omega, y tiene la misma opinión. Pero la opinión de los "muy expertos" falla a veces. Como el relojero tiene amistad con uno que trabaja en el SAT, nos llegamos, reloj en mano, y él nos confirma que es totalmente original, de la primera serie en que los armis había que pedirlos con la medida de la muñeca a la que iba destinado y que enseguida los cambiaron añadiendo a la referencia un punto cero (.0) para poder abrirlos. Se pasó a tener cuatro dígitos esa referencia y luego a cinco y ahora ya se añade una letra. ¡¡Susto pasado!! porque no se sabe como va a reaccionar el vendedor. Afortunadamente sin necesidad de contactarlo.
En fin, eso es todo. Aunque a mi no me atraen especialmente, aún reconociendo su excelente presencia, a ella le ha encantado (naturalmente protestando porque "¿a dónde vas con esta locura?"). Y eso es lo auténticamente importante. Vamos, digo yo.
Y aquí se acaba la turra. Espero que os guste.
Saludetes.
Os dije que lo había comprado y ya llegó. Y a la destinataria le ha gustado. ¡¡Triunfo total!!. Aunque me ha advertido "éste ya es el refinitivo, no más".
Creo que sobran las palabras y, como os conozco, ahí van unas fotillos
Nada más llegar, y aprovechando una ausencia, a abrirlo, tirar de la corona y darle cuerda. Pues corona y tija en las manos. Sin otro problema que no habían apretado el tornillo del tirete a fondo. Ya me había avisado mi relojero que se lo llevara para dar un vistazo de más experto. Caja y máquina muy bien pero el armis no le parece original ya que no se puede acortar. En ese momento llega un amigote que se maneja mucho con relojes de categoría, muy en especial con Rolex y Omega, y tiene la misma opinión. Pero la opinión de los "muy expertos" falla a veces. Como el relojero tiene amistad con uno que trabaja en el SAT, nos llegamos, reloj en mano, y él nos confirma que es totalmente original, de la primera serie en que los armis había que pedirlos con la medida de la muñeca a la que iba destinado y que enseguida los cambiaron añadiendo a la referencia un punto cero (.0) para poder abrirlos. Se pasó a tener cuatro dígitos esa referencia y luego a cinco y ahora ya se añade una letra. ¡¡Susto pasado!! porque no se sabe como va a reaccionar el vendedor. Afortunadamente sin necesidad de contactarlo.
En fin, eso es todo. Aunque a mi no me atraen especialmente, aún reconociendo su excelente presencia, a ella le ha encantado (naturalmente protestando porque "¿a dónde vas con esta locura?"). Y eso es lo auténticamente importante. Vamos, digo yo.
Y aquí se acaba la turra. Espero que os guste.
Saludetes.
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