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Han robado el móvil a mi mujer. Después, ha pasado esto... ¿Qué opináis?

  • Iniciador del hilo Iniciador del hilo steaktartare
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Lamento mucho el robo. Dicho sea esto y ya que estamos contando experiencias, a mí lo que más me han "robado" ha sido una factura impagada por un importe de un rolex de aquellos tiempos o unos cuantos iphones de estos, de cuando era freelance que un señor cuyo nombre podría poner aquí, pero por motivos obvios no voy a hacer, con carrera, perfil en likedin y una existencia y vida fácil decidió no pagarme por su cara y porque ya sabía que a mí no me compemnsaba hacer nada ni meterme en juzgados y que con el tiempo me olvidaría de una cantidad que en el fondo me era afortunadamente irrelevante, y así fue porque la vida es muy corta para pasarla refunfuñando por un dinero que tampoco necesitas. Y es que los peores robos no los cometen ladronzuelos a los que probablemente la vida les ha dejado menos opciones para tomar el camino correcto que sí hemos tomado los demás, sino gente con traje y corbata desde cómodos despachos para pagarse su último capricho.
 
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Son sus costumbres y hay que respetarlas.
 
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Muchas gracias por vuestras opiniones compañeros. Tan variopintas como sensatas todas ellas y que me hacen pensar en el buen lugar que es este foro...

Van pasando los días y la mala l**** se va pasando, pero reconozco que algo dentro de mi, un pequeño rescoldo, me pide venganza... Quizá la diferencia es poder poner nombre y dirección a la afrenta. Supongo que cuando no sabes quién te ha robado algo o te ha hecho algún mal, es más fácil olvidar el tema. Pero cuando sabes quién y dónde... En fin, como alguno ha dicho ya por aquí, la mayoría tenemos mucho más que perder que ganar y el coste de el teléfono, aunque relevante, no significa gran cosa para nuestra economía doméstica, gracias a Dios.

Sin embargo, leyendo vuestras respuestas, no puedo dejar de darle vueltas a un tema que siempre me ha fascinado: la relación entre orgullo/dignidad, y la violencia. Dos conceptos tan claros por separado, se vuelven turbios cuando se juntan.

Respecto a la dignidad, frases como "más vale morir de pie que vivir arrodillado" nos han imbuido de una idea romántica de lo que es la dignidad, el orgullo o el amor propio... Y digo idea romántica porque esa frase, aplicada a situaciones extremas tiene, creo, sentido. Pero, desde mi punto de vista, hoy en día no es muy aplicable. Hoy en día, la mayoría de la gente vive tranquila y las afrentas a las que nos sometemos suelen ser de poca importancia (robo de móvil incluída), ¿o no? Poner la pérdida de la vida por delante de la dignidad o del orgullo parece hoy, en general, desmedido. Hablo, claro, como un hombre que vive en el primer mundo y goza de salud y una vida razonablemente tranquila como, supongo, la de casi todos los que estamos en este foro.

Respecto de la violencia, recuerdo que cuando era (más) joven, hará unos 33 años, yo tendría 15 (que cada uno haga sus cálculos), presencié una pelea al salir de una de las discotecas adolescentes de moda en esos momentos. Se llamaba But. Fuera, frente a una cafetería que tenía un gran escaparate, dos tipos normales (de aspecto), de unos 20 a 30 años, se estaban peleando. Nunca supe el motivo ni cómo se había iniciado la trifulca pero me fascinó la violencia extrema que estaban practicando. ¡Ojo! me fascinó por extrema y porque nunca había visto nada así antes, no es que me sedujera de ningún modo... El tema es que estaban a hostia limpia y, cada vez que alguno de los dos caía al suelo, el otro le pateaba cara y cuerpo sin piedad contra la acera. Ninguno de los dos parecía ducho en ningún arte de lucha a juzgar por el desorden y falta de técnica de los golpes, pero estaban poseídos por una rabia tal que parecía hacerles inmunes a su dolor y al de su contrincante. Pero sobre todo parecía hacerles inmunes al peligro de segar una vida, quizás la suya propia. En un momento dado, uno de ellos levantó del suelo a su contrincante, le agarró de la nuca y de un brazo y le empujó durante 3 o 5 metros contra el escaparate de la cafetería. El tipo atravesó literalmente el cristal, que no debía ser fino, y cayó dentro del local. El otro aún saltó dentro del local y siguió pateando el cuerpo, ya inerte, de su oponente. Sólo en ese momento, la policía llegó y pudieron a duras penas contenerle. Nos disolvieron y obligaron a irnos. Nunca supe si el pobre desgraciado que había quedado tendido en el suelo de la cafetería pudo recuperarse o ya era demasiado tarde.
Esas imágenes me persiguieron durante mucho tiempo. Nunca jamás he visto una representación de violencia en estado puro tan atroz. No tanto por la violencia practicada en sí, sino por la enajenación de los dos protagonistas durante la pelea.

Aquí llego a la relación entre ambos conceptos: dignidad y violencia. ¿No tenéis la sensación de que la sociedad es cada vez más violenta y, cada vez, menos digna?

Soy consciente de que las RRSS son un amplificador ideal de miserias. Cualquier incidente en un avión, en la carretera, en un bar, en la calle... Todo, todo queda grabado y difundido sin límite por miles de pequeños gran hermanos. Pero pese a ello, mi sensación es que las afrentas se multiplican y las reacciones violentas a esas afrentas, en consecuencia, también. Se multiplican las faltas de respeto y las mentiras: empezando por las de nuestros gobernantes, que deberían ser ejemplo para la sociedad, pero también las de nosotros mismos. Vemos la violencia en las pantallas, luego en las calles, en el patio de vecino y en la cena de navidad, pero de repente, la vemos en forma de guerra en los telediarios, o de atentado en la calle de nuestras ciudades...

Sí. Defender nuestra dignidad con violencia puede ser precisamente una forma de indignidad (Einstein decía que sólo la moralidad de nuestras acciones daba dignidad y belleza a la vida). Pero, ¿qué pasa cuando tienes que enfrentarte a la violencia? El vídeo que ha puesto un compañero en que un tipo quita tranquilamente su bebida a gente normal que pasea por la calle... Nadie hace nada. Normal. No vas a matar a un tío porque te quita un café. Pero, ¿qué pasa cuando te han quitado 10 cafés? ¿Cuántos cafés nos tienen que quitar, uno, dos, cinco, diez, mil? ¿Y si me quitan mi café número 7 y, harto, le calzo un sopapo al amante del café ajeno, y cae mal y muere de un mal golpe en la cabeza?
Seguro que nuestra dignidad, entiende que todos tenemos un límite, pero cuando le explique a un juez que he cometido un homicidio imprudente porque me quitaron un café.... ¿lo entenderá? Y si no le doy el sopapo, ¿cómo me miraré al espejo cada mañana sabiendo que ayer me quitaron u café y que quizás hoy me quiten otro?

Para terminar este tocho, os contaré una pequeña anécdota: hace un tiempo estaba jugando al golf con un amigo venezolano. En Madrid. Ni él ni yo éramos Tiger Woods y detrás de nosotros jugaba un grupito de 4 amiguetes que nos increpaban continuamente de manera bastante grosera porque avanzábamos lentamente en nuestro recorrido. Recuerdo que mi amigo me dijo "esto, en Venezuela, no pasaría". Yo, un poco sorprendido, le respondí que sí, claro, que en Venezuela todo el mundo era muy educado, no te j***... A lo que el me dijo, "No. No tiene nada que ver con educación. Es que allí es muy habitual portar un arma. Y usarla. Y claro, hay que ser muy cauto cuando increpas a alguien, porque nunca se sabe..."
 
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Muchas gracias por vuestras opiniones compañeros. Tan variopintas como sensatas todas ellas y que me hacen pensar en el buen lugar que es este foro...

Van pasando los días y la mala l**** se va pasando, pero reconozco que algo dentro de mi, un pequeño rescoldo, me pide venganza... Quizá la diferencia es poder poner nombre y dirección a la afrenta. Supongo que cuando no sabes quién te ha robado algo o te ha hecho algún mal, es más fácil olvidar el tema. Pero cuando sabes quién y dónde... En fin, como alguno ha dicho ya por aquí, la mayoría tenemos mucho más que perder que ganar y el coste de el teléfono, aunque relevante, no significa gran cosa para nuestra economía doméstica, gracias a Dios.

Sin embargo, leyendo vuestras respuestas, no puedo dejar de darle vueltas a un tema que siempre me ha fascinado: la relación entre orgullo/dignidad, y la violencia. Dos conceptos tan claros por separado, se vuelven turbios cuando se juntan.

Respecto a la dignidad, frases como "más vale morir de pie que vivir arrodillado" nos han imbuido de una idea romántica de lo que es la dignidad, el orgullo o el amor propio... Y digo idea romántica porque esa frase, aplicada a situaciones extremas tiene, creo, sentido. Pero, desde mi punto de vista, hoy en día no es muy aplicable. Hoy en día, la mayoría de la gente vive tranquila y las afrentas a las que nos sometemos suelen ser de poca importancia (robo de móvil incluída), ¿o no? Poner la pérdida de la vida por delante de la dignidad o del orgullo parece hoy, en general, desmedido. Hablo, claro, como un hombre que vive en el primer mundo y goza de salud y una vida razonablemente tranquila como, supongo, la de casi todos los que estamos en este foro.

Respecto de la violencia, recuerdo que cuando era (más) joven, hará unos 33 años, yo tendría 15 (que cada uno haga sus cálculos), presencié una pelea al salir de una de las discotecas adolescentes de moda en esos momentos. Se llamaba But. Fuera, frente a una cafetería que tenía un gran escaparate, dos tipos normales (de aspecto), de unos 20 a 30 años, se estaban peleando. Nunca supe el motivo ni cómo se había iniciado la trifulca pero me fascinó la violencia extrema que estaban practicando. ¡Ojo! me fascinó por extrema y porque nunca había visto nada así antes, no es que me sedujera de ningún modo... El tema es que estaban a hostia limpia y, cada vez que alguno de los dos caía al suelo, el otro le pateaba cara y cuerpo sin piedad contra la acera. Ninguno de los dos parecía ducho en ningún arte de lucha a juzgar por el desorden y falta de técnica de los golpes, pero estaban poseídos por una rabia tal que parecía hacerles inmunes a su dolor y al de su contrincante. Pero sobre todo parecía hacerles inmunes al peligro de segar una vida, quizás la suya propia. En un momento dado, uno de ellos levantó del suelo a su contrincante, le agarró de la nuca y de un brazo y le empujó durante 3 o 5 metros contra el escaparate de la cafetería. El tipo atravesó literalmente el cristal, que no debía ser fino, y cayó dentro del local. El otro aún saltó dentro del local y siguió pateando el cuerpo, ya inerte, de su oponente. Sólo en ese momento, la policía llegó y pudieron a duras penas contenerle. Nos disolvieron y obligaron a irnos. Nunca supe si el pobre desgraciado que había quedado tendido en el suelo de la cafetería pudo recuperarse o ya era demasiado tarde.
Esas imágenes me persiguieron durante mucho tiempo. Nunca jamás he visto una representación de violencia en estado puro tan atroz. No tanto por la violencia practicada en sí, sino por la enajenación de los dos protagonistas durante la pelea.

Aquí llego a la relación entre ambos conceptos: dignidad y violencia. ¿No tenéis la sensación de que la sociedad es cada vez más violenta y, cada vez, menos digna?

Soy consciente de que las RRSS son un amplificador ideal de miserias. Cualquier incidente en un avión, en la carretera, en un bar, en la calle... Todo, todo queda grabado y difundido sin límite por miles de pequeños gran hermanos. Pero pese a ello, mi sensación es que las afrentas se multiplican y las reacciones violentas a esas afrentas, en consecuencia, también. Se multiplican las faltas de respeto y las mentiras: empezando por las de nuestros gobernantes, que deberían ser ejemplo para la sociedad, pero también las de nosotros mismos. Vemos la violencia en las pantallas, luego en las calles, en el patio de vecino y en la cena de navidad, pero de repente, la vemos en forma de guerra en los telediarios, o de atentado en la calle de nuestras ciudades...

Sí. Defender nuestra dignidad con violencia puede ser precisamente una forma de indignidad (Einstein decía que sólo la moralidad de nuestras acciones daba dignidad y belleza a la vida). Pero, ¿qué pasa cuando tienes que enfrentarte a la violencia? El vídeo que ha puesto un compañero en que un tipo quita tranquilamente su bebida a gente normal que pasea por la calle... Nadie hace nada. Normal. No vas a matar a un tío porque te quita un café. Pero, ¿qué pasa cuando te han quitado 10 cafés? ¿Cuántos cafés nos tienen que quitar, uno, dos, cinco, diez, mil? ¿Y si me quitan mi café número 7 y, harto, le calzo un sopapo al amante del café ajeno, y cae mal y muere de un mal golpe en la cabeza?
Seguro que nuestra dignidad, entiende que todos tenemos un límite, pero cuando le explique a un juez que he cometido un homicidio imprudente porque me quitaron un café.... ¿lo entenderá? Y si no le doy el sopapo, ¿cómo me miraré al espejo cada mañana sabiendo que ayer me quitaron u café y que quizás hoy me quiten otro?

Para terminar este tocho, os contaré una pequeña anécdota: hace un tiempo estaba jugando al golf con un amigo venezolano. En Madrid. Ni él ni yo éramos Tiger Woods y detrás de nosotros jugaba un grupito de 4 amiguetes que nos increpaban continuamente de manera bastante grosera porque avanzábamos lentamente en nuestro recorrido. Recuerdo que mi amigo me dijo "esto, en Venezuela, no pasaría". Yo, un poco sorprendido, le respondí que sí, claro, que en Venezuela todo el mundo era muy educado, no te j***... A lo que el me dijo, "No. No tiene nada que ver con educación. Es que allí es muy habitual portar un arma. Y usarla. Y claro, hay que ser muy cauto cuando increpas a alguien, porque nunca se sabe..."
Bueno, los indicadores de violencia y dellincuencia, impresiones suibjetivas aparte, están en niveles históricamente bajos en España.

Yo estas cosas como las que te han pasado me las tomo como un peaje relativamente accesible que hay que pagar por vivir en una sociedad garantista y mayormente pacífica. Habrá gente que se aproveche de eso para delinquir y que de vez en cuando nos toque pagar, pues sí, pero mientras el coste sea perder un dinero que tampoco necesitamos para comer, yo lo pago si no con gusto, con pacífica resignación.

Espero que no se me malentienda, pero poder despistarse de llevar un objeto en el bolso que vale lo que en muchos países es el sueldo de un año y que te lo quiten sin darte cuenta (y no mediante un tiro o una paliza) y que todo el problema sea que te tienes que comprar otro (sin que supongo ello implique quitarte de cosas necesarias) no deja de ser un lujo del primer mundo. En muchos lugares tu vida peligraría meramente por dejarte ver en la calle con un objeto como esos, como para andar permitiéndote el lujo de olvidarte unos minutos de que lo llevas encima...
 
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Reacciones: Geómetra, Silmegil y CAMEROS
Lo que está claro es que dependiendo de quién seas, la policía se pone las pilas.
Resumo: han detenido a los malos gracias a la geolocalización de un dispositivo robado.

A estos también les podían haber dicho que son problemas del primer mundo y den gracias a que están en España y no les han asesinado para robarles las zapatillas como en otros países....
 
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Reacciones: Motortrek y AbderramanII
Estos problemas se solucionan con buena educación. No hay que ponerse nerviosos y con buen trato los pobrecitos delincuentes lo entienden y reflexionan


Ver el archivos adjunto 2891949
 
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Reacciones: jetneger
Déjame adivinar, calle Nou de la Rambla
 
Pues no sé si es por la zona... era en Carrer Sant Pau... Y desde ahí, a Shanghai. y ya le perdimos la pista. Y por supuesto, la policía no hizo nada, ni fue a la tienda, ni nada de nada... Una pena. Porque es por lo visto una tienda donde acaban muchos móviles robados por toda España...
 
Por desgracia en las grandes ciudades es el pan de cada día .
Opino lo mismo que otros compañeros, ir a esta tienda que por lo visto es un negocio redondo por vender lo robado, y allí llamar a la policía y tú con la denuncia del mobil de tu mujer robado.
Por cierto, ya es el colmo, hice hace unas pocas semanas una denuncia en los mossos de escuadra por otro tema que no viene al caso, y resulta que hay que pedir cita para poner la denuncia .
 
La mayoría de la sociedad no pelearía ni por su propia vida ni la de sus familiares, por el simple hecho de que no sabrían pelear porque nunca lo han necesitado a lo largo de sus vidas para seguir adelante en ellas.

Yo me he criado en familia humilde en barrios donde pegarse unos con otros era bastante común de críos. En cualquiera de esas peleas tontas, un mal golpe o una mala caída y desgraciado de por vida. Esa aleatoriedad en las desgracias siempre estará presente y la única forma de evitarlo es no tentando a la suerte, es decir, rehuyendo cualquier conflicto.

Pero no estoy del todo de acuerdo en que no sea docilidad, porque en parte, sí lo es. Ya he expuesto un ejemplo propio: de joven me tiré un mes de julio trabajando a 35 grados al sol de peón de obra, para poder sacarme unos euros que me valdrían entre otras cosas, para pagarme la semana de vacaciones con mi chica y el resto, gastármelo en mejorar la que por entonces era mi mimada MTB. Mi sudor me costó, mientras la mayoría de amigos/conocidos disfrutaban de sus vacaciones de verano en la piscina/playa. Semanas más tarde, al volver a la uni mientras hacíamos un parcial, me levantaron parte de la bici en un lugar que a priori, intuía seguro (puerta de la facultad, lugar vigilado con cámaras y a 10 segundos de donde solía estar el conserje y otro personal de administración). La rabia y frustración que sentí en ese momento, al ver que me habían robado, se quedó en nada cuando la propia Ertzaintza visionando el vídeo delante mío, me dijo que no podrían hacer nada, que lo sentían y que me fuera olvidando. De lo único que me alegro es de no haber pillado in fraganti al ladrón, porque la cadena que usaba para atar la bici (me robaron los frenos hidráulicos) era una pitón de moto y en ese momento no hubiera hecho buen uso de ella.

Afortunadamente, un par de décadas más tarde, con cierta madurez y la soltura económica a la que haces referencia, tengo claro que la violencia no merece la pena casi nunca. Lo que no tengo tan claro es que en caliente, mi yo más primitivo, el de mi infancia y juventud, no saliera a defender lo que es mío, sea algo de mucho o poco valor. También es cierto que los niveles de violencia actuales superan los que yo he vivido y navajas/machetes no eran parte del juego en la calle.

Pero pensar que cualquier confrontación va a escalar a navajazo/desgracia/muerte tampoco es realista y es ahí dónde me repito, los malos siempre ganan porque dominan el miedo. No es que tu café (como el de los videos) valga poco, sino que tú y seguramente casi todos, en una situación similar, tendríamos miedo a confrontar a quién por su cara bonita, nos lo coge de las manos. Partiendo porque esa situación per se, nos parecería anormal o de locos y nadie quiere pelearse con un loco por un café de pocos euros. El miedo está en nuestro lado, no en el suyo. Y esto no tiene nada que ver con soltura económica.

Y esto a nivel individual, ya no entro a analizar a nivel social y colectivo, donde ante un hecho similar o peor, la mayoría de la gente mira para otro lado y pasa de meterse. ¿Por qué? principalmente por miedo. Por miedo a salir trasquilado, ya sea por recibir o por si repartes, tener que recompensar a posteriori económicamente, porque en ese caso sí, todo el peso de la ley caería sobre ti.

Pero bueno, mi forma de ver las cosas tras diversas experiencias personales. Como he dicho en mi anterior mensaje, la mejor recomendación al OP es olvidarse del asunto, reemplazar el móvil a su mujer y si es de valor tal como para asegurarlo, hacerlo.
La violencia no es el camino, y la mayoría de las veces pierdes mas que ganas, pero una cosa si que es verdad, algunos solo aprenden a base de palos, es triste, pero es así.
Un ejemplo muy claro, es que los abusones desde el principio de los tiempos siempre se han metido con quien no se defiende, cuando te plantas, ya se lo piensan dos veces.
El problema de hoy en dia es que ya no es como antiguamente, que te dabas 4 golpes y cada uno para su casa, hoy el mas tonto hace canastas, llevan navaja hasta los niños, y lo mas fácil es llevarse un susto.
El tema es muy complicado, muy a menudo nos encontramos entre la tesitura de obrar con cabeza y marcharnos con las orejas gachas, o no pensar y nunca saber como acabara la cosa, la vida cada dia vale menos.
 
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Reacciones: citrustrek
Amego notemfade y a seguir agachando las orejitas :yhoo::
 
yo iba a la tienda, pediria ver el movil, lo enciendo y conifrmo que es el mio. Salgo con él en la mano, dando las gracias por encontrarlo. Ellos saben que es robado no te van a denunciar ni creo que monten un numerito con violencia porque si va la policia y confirma que son moviles robados, se les acaba el chiringuito. Hasta luego Lucas. Siendo educado dando las gracias por encontrarlo, eso siempre, que no se diga que perdemos las formas
 
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Reacciones: yakokornecki
Ya ha pasado un tiempo pero no hubiera estado de más que hubieras hecho una excursión a Barcelona. Mi experiencia con el CNP es penosa, no hay que hacer caso del tipo de la puerta. Yo perdí la cartera y el DNI y fui a denunciar, el policía de la puerta que filtra me dijo que no hacía falta denunciar. No le hice caso, por supuesto, si usasen tu DNI para estafas y no has denunciado previamente vas a tener un verdadero problema.

Sin embargo con los Mossos fue todo distinto, tuve una incidencia en Cataluña y se tomarón verdadero interés. Yo en tu caso hubiera denunciado de nuevo en una comisaría de Barcelona aportando todos los datos, es un caso palmario de receptación. Si no te importa gastarte en un abogado entonces denuncia a la tienda directamente en el juzgado.
 
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Ya ha pasado un tiempo pero no hubiera estado de más que hubieras hecho una excursión a Barcelona. Mi experiencia con el CNP es penosa, no hay que hacer caso del tipo de la puerta. Yo perdí la cartera y el DNI y fui a denunciar, el policía de la puerta que filtra me dijo que no hacía falta denunciar. No le hice caso, por supuesto, si usasen tu DNI para estafas y no has denunciado previamente vas a tener un verdadero problema.

Sin embargo con los Mossos fue todo distinto, tuve una incidencia en Cataluña y se tomarón verdadero interés. Yo en tu caso hubiera denunciado de nuevo en una comisaría de Barcelona aportando todos los datos, es un caso palmario de receptación. Si no te importa gastarte en un abogado entonces denuncia a la tienda directamente en el juzgado.
+1
 
El problema es que la policía no tiene medios. Y la prioridad son las agresiones y los delitos de viogen.

Una opción, hubiese sido coger el AVE y poner la misma denuncia con los datos de geolocalización en los mossos mas cercanos a esa tienda, donde se comete el delito de receptación.

Nunca te fies del que se hace puertas, ya que solo piensa en acabar su turno lo más rápido posible para volver a casa. Ante una respuesta así, media vuelta y a otra comisaría/cuartel.

Por desgracia, en unos años, el concepto seguridad, será un bien muy valioso.
 
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