Falta saber cuánto te han cobrado por la puesta a punto. Hay precios y precios. Por supuesto que estoy totalmente a favor de que el trabajo bien hecho hay que pagarlo como se merece. También es cierto que cada vez quedan (por desgracia) menos relojeros "de los de antes", que sepan tratar a nuestros queridos "niños" con todo el mimo que nosotros les damos.
En mi experiencia personal con el mundo de los relojes, puedo contar dos casos, para que creo son bastante ilustrativos:
El primero se trataba de reparar un Longines antiguo, lepin de caja de plata, 15 líneas. En ese entonces yo vivía en Madrid y claro, lo llevé a la casa. No recuerdo exactamente, pero me cobraban un disparate. Poco después se lo llevé a un relojero artesanal (Robles, creo que se llamaba) y tras limpieza, engrase y sustitución de la cuadratura (estaba desgastada y la marcha variaba una barbaridad), lo dejó perfecto hasta hoy. La factura no fue barata, pero mucho menos que en la casa y que yo pagué con todo gusto.
El otro caso se trata de un reloj francés de sobremesa, marca Japy Fréres, que le compré a un familiar y que desde que era niño le tenía "echado el ojo". Tras el arreglo de la caja, le llevé la maquinaria a un relojero que me recomendaron como bueno. El arreglo fue elevado (320 €), pero la máquina estaba muy "tocada": dos ejes muy desgastados, suspensión rota, una cuerda vencida, etc. La dejó impecable
En resumen: que si se quiere tener una colección de relojes en buen estado, hay que buscar a un relojero competente (cosa no siempre fácil), y su trabajo hay que pagarlo