Flaco73
Milpostista
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En esta tercera y última entrega sobre el origen del Pobeda vamos a visitar las tres últimas fábricas en las que se produjeron estos relojes: Petrodvorets, Chistopol y la Planta de Maslennikov en Kuybyshev, la actual Samara.
Los sellos de las factorías. Fila superior de izquierda a derecha: Fábrica de Penza (1946-1948), 1ª Fábrica de Relojes de Moscú (1946-1956) y 2ª Fábrica Estatal de Relojes (1951-1957)
Fila intermedia de izquierda a derecha: 2ª Fábrica de Relojes de Moscú (1958-1964), Fábrica de Relojes de Chistopol (1949-1960) y Fábrica de Relojes de Petrodvorets (1953-1964).
Fila inferior de izquierda a derecha: 1ª Fábrica de Piedras Técnicas de Precisión (1954-1955), Planta de Maslennikov - ZIM (1951-1954), Planta de Maslennikov - Zim (1954 en adelante). La fotografía del movimiento de Penza cortesía de nuestro compañero Sebastián (lobito74).
Hemos visto como a partir del calibre K26 en la Primera Fábrica de Moscú se desarrollaba el mecanismo de segundero central cuyas variantes impulsaron a los Moskva y Sturmanskie. En la 2ª Fábrica de Relojes de Moscú se desarrolló una variante con 17 rubís para equipar a los poco conocidos Start (Старт). Una evolución parecida del calibre también aparecerá en relojes de Petrodvorets y de Chistopol. Pero no necesariamente debemos asignarles un mismo código de movimiento porque en aquella época, estas codificaciones no se empleaban y además las variantes son diferentes como se puede apreciar en la siguiente fotografía:
En la parte superior un reloj Start de la 2 GChZ del año 1959 y su movimiento. Obsérvese que esta variante de 17 rubís añade un piedra a la rueda de centro y otra en la pletina de registro de la rueda de escape. En la parte inferior un Pobeda de Chistopol pendiente de restauración: aquí la variante de 17 rubís en lugar de añadir una piedra a la rueda de centro la añade al puente del volante para el sistema anti-choque, similar al "incabloc". Ambos movimientos son variantes del K26, sin otra denominación asociada. Contra el uso de nomenclaturas que no corresponden a la época me advirtió amablemente el compañero Bert "Hanoi" del foro www.montres-russes.org
Las fábricas de relojes de la URSS dependían en esa época de una agencia gubernamental dependiente del Ministerio de Maquinaria General, Construcción e Instrumentación creado en agosto de 1946. Esta agencia para la administración de la industria relojera, llamada Glavchasprom, gestionaba las fábricas de relojes, que eran todas ellas propiedad del Estado. La competencia, en el sentido capitalista clásico, no existía. Los avances en el diseño de un calibre no eran celosamente guardados y protegidos por patentes. En los primeros tiempos especialmente, estos conocimientos se compartían entre fábricas. Pero las fábricas gozaban de independencia para introducir sus propias mejoras y variantes. En la última parte de este hilo veremos un ejemplo práctico de esto.
Fábrica de Relojes de Petrodvorets (Петродворцовый часовой завод – ПЧЗ)
En 1949, Leningrado es todavía una ciudad con profundas cicatrices producto de la guerra. En esta ciudad, que hoy ha recuperado el nombre que tuvo en tiempos de los zares, San Petersburgo, se ubicaba desde el siglo XVIII un taller de fabricación de lápidas que con el tiempo se especializó en el tallado de piedras preciosas y gemas y que las autoridades soviéticas bautizaron en 1930 con el nombre de 1ª Fabrica de Corte de Piedras Técnicas de Precisión (Первый Государственный завод точных технических камней TTK-1 son las siglas de su denominación en alfabeto cirílico). Era la fábrica que producía los rubís para los mecanismos de relojería antes de la II Guerra Mundial. Sus instalaciones, en el centro histórico de la antigua San Petersburgo (Peterhof) estaban completamente destruidas y su reconstrucción no parecía una tarea sencilla.
Monumento a los trabajadores de la fábrica caídos en la Gran Guerra Patriótica dentro de las instalaciones de la Fábrica de Relojes de Petrodvorets. Fotografía del libro Сверяя время (Leningrad, 1986).
Para ayudar a impulsar la reconstrucción de las instalaciones las autoridades decidieron que allí se fabricarían relojes de pulsera y para ese fin, en la primavera de 1949, 30 mujeres jóvenes (casi adolescentes) llegaban desde Penza con las maletas cargadas de piezas de reloj. Estas jóvenes, de origen muy humilde, habían sido destinadas a Leningrado, donde se les necesitaba. Allí pudieron comprender el auténtico significado de la guerra. En aquellas instalaciones en ruinas se formó un primer grupo de montadoras. El primer pedido se entregó al departamento de ventas el 1 de marzo de 1950: 300 relojes Zvezda de mujer. Se dice que aquella primera producción de la Fábrica de Relojes de Petrodvorets fue en parte adquirida por las propias trabajadoras, que a partir de ese momento lucían orgullosas en sus muñecas el fruto de su trabajo.
A finales de 1950 la producción de ese primer año alcanzó las 10.000 unidades (la misma cantidad que se da para el primer año de Penza) entre Zvezdas y Pobedas, estos últimos con piezas compradas en la 1GChZ. El sistema de fabricación fue único en la Unión Soviética. Se trataba de montadoras -utilizo aquí el femenino en honor a las 30 mujeres que valientemente se desplazaron desde sus hogares a un Leningrado en ruinas para iniciar una empresa relojera que alcanzaría con los años renombre internacional-, que trabajaban en cadena, cada una se especializaba en montar una parte del reloj y pasaba el mecanismo a la siguiente. Eso requería una enorme habilidad y además una conciencia de equipo para funcionar al ritmo adecuado para garantizar la producción.
Trabajadoras de la fábrica de Raketa en la década de los 80. Fotografía del libro Сверяя время (Leningrad, 1986).
Ese es el germen de los Pobeda TTK-1. Los movimientos así marcados están fabricados en Petrodvorets y montados a mano mientras que los que llevan el sello Пчз son obra de las líneas de ensamblaje modernas, ideadas a imagen de las que existían en la 1GChZ. Así pues solo se utilizó este sistema de montaje manual como ayuda y posiblemente para el aprendizaje, mientras la Fábrica de Relojes de Petrodvorets no completó su reconstrucción y adquirió las herramientas necesarias y formó a su personal para implantar los métodos modernos de fabricación.
Esta implantación tuvo muchos momentos difíciles pero el 29 de marzo de 1953 llega el último pedido de piezas compradas a otras fábricas. Ese año, según los informes oficiales, se fabrican ya 160.000 Pobedas con piezas de la fabricación propia. Aunque esas cifras pueden ser un poco demasiado optimistas, 1953 es el año en que se van dominando los procesos de fabricación automatizada que se implantarán definitivamente en 1954, siendo este el año en que se montan calibres con los dos sellos (TTK-1 y Пчз). Los relojes con el sello TTK-1 se montarán hasta la primera mitad de 1955 aproximadamente con lo que se puede afirmar que, aún habiéndose fabricado miles de ellos, es uno de los Pobedas "raros".
Arriba un Pobeda TTK-1 de fabricación tardía: 2-55. Debajo, junto a él, un Red 12 con el sello de Petrodvorets y fecha 3-53, quizá uno de los primeros movimientos en ser fabricados allí.
La fabrica de Petrodvorets fabricará 600.000 Pobedas en 1956 e introducirá mejoras en el movimiento K-26 como la versión de 17 rubís con sistema de protección antichoque similar al incabloc. Este movimiento de 17 rubís K-26 será la base para muchos relojes de la fábrica en los años siguientes, entre ellos un reloj que se lanzará al mercado con ocasión del viaje de Yuri Gagarin en 1961: el "Pакета" que en ruso significa "cohete". En 1962 un decreto gubernamental obliga a todas las fábricas de relojes de la URSS a operar bajo una única marca comercial. A partir de 1964 la Fábrica de Relojes de Petrodvorets será conocida como Raketa.
La Fábrica de Relojes de Chistopol (Чистопольский Часовой Завод – ЧЧЗ)
En pleno avance alemán, durante el otoño de 1941, las autoridades soviéticas deciden evacuar multitud de fábricas claves para el esfuerzo bélico lejos de la línea del frente. Una de esas fábricas es la 2ª Fabrica Estatal de Relojes situada en Moscú. El objetivo es reanudar la fabricación de piezas de armamento en una población 825 km. al este de Moscú, a la orilla del río Kama: Chistopol.
La vieja destilería convertida en una prestigiosa fábrica de relojes, en una bucólica imagen de los años 60. Fotografía de https://bellofuturo.livejournal.com/2217.html
Si queréis leer un relato detallado de esta épica aventura aquí os dejo el enlace:
https://www.safonagastrocrono.club/the-first-chistopol-wristwatch-the-seed-of-the-vostok-factory/
Durante los años de la guerra toda clase de dispositivos para detonadores se fabricaron en Chistopol, aunque también antes de acabar esta ya se reanudó la producción de relojes de pulsera del tipo K-43. La cuestión importante es que en la evacuación se trasladaron a Chistopol 544 técnicos de la 2ª Fabrica Estatal provenientes de Moscú (otras fuentes señalan 488). Estos técnicos formaron a la población local, que por necesidades de la guerra consistía en aquellos momentos principalmente en mujeres, para la fabricación, primero de armamento y luego de relojes. Nacía, por necesidades bélicas, una industria que con el tiempo sería capaz de grandes logros relojeros y sería una de las pocas fábricas de relojes soviéticas que sobreviviría a la caída del comunismo con sus características originales.
Algo del carácter tártaro de estas gentes debe haberse trasladado al interior del edificio de una antigua destilería en el que se asentó la 2ª Fábrica Estatal en Chistopol. Una vez regresada esta a Moscú y finalizada la guerra, las gentes del lugar no quisieron que desapareciera la nueva industria local, que daba trabajo a bena parte de la población. Las habilidades adquiridas pronto encontraron utilidad. Se dice que en 1946 ya se empezaron a montar Pobedas con piezas provenientes de Penza. No parece existir, sin embargo, más que algún testimonio de antiguos trabajadores y sin una descripción o imagen de los Pobeda montados en Chistopol estos pueden resultar indistinguibles de los fabricados en Penza. Como siempre, la prudencia me lleva a pensar que más que en 1946, algunos Pobeda se empezarían a ensamblar en 1947, año en el que la fábrica de Chistopol, para asombro mío, ya produjo un reloj naval.
En la parte superior el reloj naval de Chistopol fabricado en 1947. Fotografía de https://twobrokewatchsnobs.com/vostok-watches-info/
Debajo un rarísimo ejemplar de Chistopol, de fecha 4-49 y un dial negro inédito, con agujas luminiscentes. Fotografía de www.watchuseek.com
Esos mismos testimonios aseguran que en la fábrica, a partir del montaje de los Pobeda de Penza se dominó la fabricación de esos mecanismos y en 1949 se empezaron a producir Pobedas en Chistopol. Sin embargo, la fabricación de piezas de relojería requiere planos y herramientas y maquinas especificas. Es cierto que en Chistopol ya se habían fabricado relojes, pero habían sido K-43, un reloj cuyo diseño es más bien del s.XIX y que poco o nada tiene que ver con el Pobeda K26. Existe otra versión, a mi entender mucho más creíble, que indica que se aprovechó el hecho de que en Penza se reorganizaba la producción para fabricar únicamente relojes de mujer (Zvezda) y parte de la maquinaria que fabricaba el Pobeda allí se trasladó a Chistopol. El hecho de que los Pobeda de Chistopol marcados con fecha del 49 sean siempre del 4º trimestre me hace pensar que fue así.
Esto no resta un ápice de mérito a la asombrosa capacidad relojera de los técnicos y trabajadores de Chistopol. En 1952 ya lanzan sus propias marcas con calibres K26 mejorados en la casa, Kama, con la mejora de 17 rubís y anti-choque antes mencionada. Y no menos asombroso es que fueran pioneros en añadir algunas complicaciones como el día de la semana (sin fecha) en los Saturn y Rubin, o la fecha (sin día) en los Chaika fabricados allí. Todos esos relojes además de los Uran, Yantar, Raduga o Sputnik equiparon alguna de las versiones del K26 del Pobeda.
Cuatro Pobedas Red 12: (1) Chistopol, (2) 1GChZ, (3) Petrodvorets y (4) Planta de Maslennikov. A la derecha el movimiento de la Fábrica de Relojes de Chistopol.
Realmente, para una fabrica sin pedigrí y con una experiencia relativamente corta, es todo un logro haber sido escogidos para la fabricación del calibre 2809, basado en el fantástico Zenith 135; el primer calibre "chronometre grade" fabricado en la URSS. Y haber producido cuatro variantes de ese calibre. O haber sido los primeros en diseñar y fabricar un calibre 100% soviético: el 2209 de 18 rubís (no confundir con el 2209 de 23 rubís de Luch y Poljot) que llevaron por primera vez los Mir y que luego equipó a millones de relojes soviéticos. Con este calibre, Chistopol rompe con la herencia del Pobeda y es la primera fábrica de relojes en iniciar un camino con sus propios calibres. ¿Qué hay detrás de estos alardes de capacidad? Sin duda la historia de la Fábrica de Relojes de Chistopol aún está por escribirse.
Quizá a estas alturas ya no deba extrañarnos que fuera escogida por el Ministerio de Defensa de la URSS para fabricar sus relojes o que creara relojes que gozan de enorme éxito aún hoy en día: el Amphibian, primer reloj de buceo de 200 m soviético (300 m en su configuración militar original) y el Komandirskie, reloj de dotación para el ejército después convertido en exitoso reloj comercial. Sin embargo, aún reconociendo esta capacidad extraordinaría y a mi entender, única en la industria relojera de la URSS, no hay que olvidar que la fabricación de relojes con métodos modernos se implantó con nuestro protagonista: el Pobeda.
Por supuesto desde 1964 los relojes de esta fábrica llevan en sus esferas uno de los nombres más famosos, si no el que más, de la relojería de la URSS: Vostok (Восток y en algunos modelos Wostok).
La Planta de MaslenniKov – ZIM (Завод им. Масленникова – ЗИМ)
He dejado para el final esta fábrica, situada en la ciudad de Samara (Сама́ра, llamada en la época soviética Ку́йбышев, Kuybyshev) porque es aquí donde el Pobeda y su calibre K26 tuvieron su hogar definitivo y también por el cariño especial que siento hacia sus relojes. Sobre esta antigua fábrica de tuberías ha hablado nuestro compañero Sebastián en este hilo:
https://relojes-especiales.com/threads/la-fábrica-de-maslennikov.509462/
y poco más puedo añadir. El Pobeda se fabricó aquí por primera vez en 1950 a partir de la maquinaria y los planos llegados de Penza tras la reestructuración de esta fábrica iniciada en 1949 para dedicarse únicamente a la producción de relojes de mujer. Y aquí se conservó el modelo genuino de calibre K26 durante mucho tiempo después de que las demás fábricas abandonaran su fabricación.
Evolución del Pobeda en la Planta de Maslennikov.
Es aquí donde realmente tiene sentido hablar de calibre 2602 y calibre 2608, pues son los fabricados en esta fábrica en los años 60 y 70 que llevaron grabado en su platina esa numeración. Y por eso vamos a hablar en este apartado de la Planta de Maslennikov de las últimas modificaciones a nivel técnico sufridas por el K26.
Respecto al movimiento de segundero central, 2608, las modificaciones consisten en hacer hueco el eje de la rueda de centro, de manera que permita pasar por su interior el eje de la rueda de segundos quedando una sobre la otra. Para sujetar el mecanismo se procede a rediseñar el puente de rodaje, haciéndolo más elevado y modificando consecuentemente la altura del eje de la rueda de escape. El puente del barrilete permanece idéntico al modelo 2602 y también el puente del áncora, áncora y puente de volante. De todas formas, cuando se trabaja con mecanismos viejos y desgastados, pueden surgir muchos problemas si intentas acoplar un puente de volante de un 2602 a un movimiento 2608 y viceversa. Aunque imperceptibles al ojo humano, existen ligerísimas diferencias en las tolerancias que se ven agravadas cuando los pivotes del eje de volante están desgastados y eso puede hacer que la cosa no funcione.
Se da la misma situación con las platinas y los puentes fabricados en las diferentes fábricas durante los 50. Aunque evidentemente nacen de los mismos planos, las máquinas utilizadas para su fabricación son diferentes y puede ocurrir (y ocurre) que algunos puentes, montados sobre platinas que no son las correspondientes aprieten excesivamente los ejes de las ruedas haciendo que no giren libremente. Es una situación que delata rápidamente un movimiento manipulado (“franken”).
En esta fotografía se puede observar como el eje de la rueda de segundos pasa por el eje hueco de la rueda de centro. Para sujetarlas, el puente de rodaje está elevado, al igual que el eje de la rueda de escape.
Hacia finales de la década de los 50 se cambió el diseño del muelle del trinquete. Se pasó de un muelle insertado en el reverso del puente del barrilete a un muelle circular situado debajo del trinquete. Personalmente creo que facilita la limpieza del movimiento pues no debes preocuparte de que salte el muelle del puente o de volverlo a colocar si salta, una operación nada fácil en ocasiones. También se reduce la cantidad de material utilizada, pues la longitud del muelle circular es inferior al muelle ubicado en el puente.
Por último, además de las cuestiones estéticas que se fueron perdiendo fruto de las crisis económicas y la obsesión con reducir los costes de producción, la última modificación es la sustitución del tornillo de rosca del tirete por un tirete con un pasador que atraviesa el puente y que queda sujeta con una lámina metálica que hace de muelle de retorno. Al hundir el pasador se libera la tija y al soltar la lámina metálica presiona el tirete y este vuelve a su posición. La tija se puede introducir sin pulsar de nuevo pero es recomendable hacerlo para no forzar el mecanismo y evitar que al engancharse la tija salte la báscula de posición obligándonos a desmontar la esfera para volver a colocarla.
En la mitad superior de la fotografía vemos como el tornillo del tirete deja paso a un pasador o bulón cuya cabeza cóncava (izquierda) asoma por el puente y una lámina (derecha) que hace de muelle para que el tirete vuelva a su posición una vez extraída la tija. En la parte inferior podemos observar un calibre 1802 de Zvezda del año 1958 con el nuevo muelle del trinquete y a su lado un calibre marcado 2608 de los 60, con con la misma modificación, ejemplo evidente de que las mejoras en el terreno del diseño y la ingeniería de los calibres se compartieron entre las fábricas.
Con la incorporación de estas modificaciones el K26 llegó a su diseño final, diseño que se conservó en producción ininterrumpidamente hasta el siglo XXI. La Planta de Maslennikov es, sin duda, el hogar del Pobeda. Durante las segunda mitad de los 60 y los años 70 los Pobeda fabricados aquí llevaron el nombre ZIM.
Epílogo
Hemos llegado al final de nuestra historia, sobre los orígenes del Pobeda. Pero, por supuesto, esto no es el final de la historia del Pobeda. En los años 60 y 70, bajo el nombre de Zim, el Pobeda se vistió de gala y creció de tamaño, hasta los 34 mm, dando lugar a bellos y elegantes relojes. En los 80, perdió sus "côtes de genève", pero el rudo camarada, nacido en los ásperos tiempos de la posguerra no se inmutó. Con un amago de sonrisa cínica, asistió a la caída del muro de Berlín y del socialismo en Rusia. Con valentía se aventuró incluso a adentrarse en el siglo XXI, un siglo extraño para él. Es irónico que el K26, que la mayoría de directores técnicos de las fábricas relojeras de la URSS consideraban obsoleto a finales de los 50 sobreviviera muchos años a sus más refinados descendientes. Quizá, si pensamos que fue concebido en un tiempo donde la única obsesión de las gentes que lo crearon era sobrevivir, prevalecer, entenderemos por qué el Pobeda fue el más longevo de todos los calibres soviéticos. En la planta de Maslennikov el calibre K26 (2602) dejó de fabricarse en el año 2002. Teniendo en cuenta que su antecesor francés fue concebido allá por el año 1910 estamos hablando de casi un siglo de relojería. Todo un alarde.
El Pobeda, como los grandes mitos, se resiste a morir. De vez en cuando, a la manera del Cid Campeador, regresa de entre los muertos para vencer nuevas batallas, como ha ocurrido no hace mucho con alguna edición de Poljot International que estaba equipada con movimientos 2602 encontrados entre restos de almacenes.
Y ahora sí que ponemos punto y final a la historia del más ruso de los rusos: el Pobeda. Salud camaradas.
Los sellos de las factorías. Fila superior de izquierda a derecha: Fábrica de Penza (1946-1948), 1ª Fábrica de Relojes de Moscú (1946-1956) y 2ª Fábrica Estatal de Relojes (1951-1957)
Fila intermedia de izquierda a derecha: 2ª Fábrica de Relojes de Moscú (1958-1964), Fábrica de Relojes de Chistopol (1949-1960) y Fábrica de Relojes de Petrodvorets (1953-1964).
Fila inferior de izquierda a derecha: 1ª Fábrica de Piedras Técnicas de Precisión (1954-1955), Planta de Maslennikov - ZIM (1951-1954), Planta de Maslennikov - Zim (1954 en adelante). La fotografía del movimiento de Penza cortesía de nuestro compañero Sebastián (lobito74).
Hemos visto como a partir del calibre K26 en la Primera Fábrica de Moscú se desarrollaba el mecanismo de segundero central cuyas variantes impulsaron a los Moskva y Sturmanskie. En la 2ª Fábrica de Relojes de Moscú se desarrolló una variante con 17 rubís para equipar a los poco conocidos Start (Старт). Una evolución parecida del calibre también aparecerá en relojes de Petrodvorets y de Chistopol. Pero no necesariamente debemos asignarles un mismo código de movimiento porque en aquella época, estas codificaciones no se empleaban y además las variantes son diferentes como se puede apreciar en la siguiente fotografía:
En la parte superior un reloj Start de la 2 GChZ del año 1959 y su movimiento. Obsérvese que esta variante de 17 rubís añade un piedra a la rueda de centro y otra en la pletina de registro de la rueda de escape. En la parte inferior un Pobeda de Chistopol pendiente de restauración: aquí la variante de 17 rubís en lugar de añadir una piedra a la rueda de centro la añade al puente del volante para el sistema anti-choque, similar al "incabloc". Ambos movimientos son variantes del K26, sin otra denominación asociada. Contra el uso de nomenclaturas que no corresponden a la época me advirtió amablemente el compañero Bert "Hanoi" del foro www.montres-russes.org
Las fábricas de relojes de la URSS dependían en esa época de una agencia gubernamental dependiente del Ministerio de Maquinaria General, Construcción e Instrumentación creado en agosto de 1946. Esta agencia para la administración de la industria relojera, llamada Glavchasprom, gestionaba las fábricas de relojes, que eran todas ellas propiedad del Estado. La competencia, en el sentido capitalista clásico, no existía. Los avances en el diseño de un calibre no eran celosamente guardados y protegidos por patentes. En los primeros tiempos especialmente, estos conocimientos se compartían entre fábricas. Pero las fábricas gozaban de independencia para introducir sus propias mejoras y variantes. En la última parte de este hilo veremos un ejemplo práctico de esto.
Fábrica de Relojes de Petrodvorets (Петродворцовый часовой завод – ПЧЗ)
En 1949, Leningrado es todavía una ciudad con profundas cicatrices producto de la guerra. En esta ciudad, que hoy ha recuperado el nombre que tuvo en tiempos de los zares, San Petersburgo, se ubicaba desde el siglo XVIII un taller de fabricación de lápidas que con el tiempo se especializó en el tallado de piedras preciosas y gemas y que las autoridades soviéticas bautizaron en 1930 con el nombre de 1ª Fabrica de Corte de Piedras Técnicas de Precisión (Первый Государственный завод точных технических камней TTK-1 son las siglas de su denominación en alfabeto cirílico). Era la fábrica que producía los rubís para los mecanismos de relojería antes de la II Guerra Mundial. Sus instalaciones, en el centro histórico de la antigua San Petersburgo (Peterhof) estaban completamente destruidas y su reconstrucción no parecía una tarea sencilla.
Monumento a los trabajadores de la fábrica caídos en la Gran Guerra Patriótica dentro de las instalaciones de la Fábrica de Relojes de Petrodvorets. Fotografía del libro Сверяя время (Leningrad, 1986).
Para ayudar a impulsar la reconstrucción de las instalaciones las autoridades decidieron que allí se fabricarían relojes de pulsera y para ese fin, en la primavera de 1949, 30 mujeres jóvenes (casi adolescentes) llegaban desde Penza con las maletas cargadas de piezas de reloj. Estas jóvenes, de origen muy humilde, habían sido destinadas a Leningrado, donde se les necesitaba. Allí pudieron comprender el auténtico significado de la guerra. En aquellas instalaciones en ruinas se formó un primer grupo de montadoras. El primer pedido se entregó al departamento de ventas el 1 de marzo de 1950: 300 relojes Zvezda de mujer. Se dice que aquella primera producción de la Fábrica de Relojes de Petrodvorets fue en parte adquirida por las propias trabajadoras, que a partir de ese momento lucían orgullosas en sus muñecas el fruto de su trabajo.
A finales de 1950 la producción de ese primer año alcanzó las 10.000 unidades (la misma cantidad que se da para el primer año de Penza) entre Zvezdas y Pobedas, estos últimos con piezas compradas en la 1GChZ. El sistema de fabricación fue único en la Unión Soviética. Se trataba de montadoras -utilizo aquí el femenino en honor a las 30 mujeres que valientemente se desplazaron desde sus hogares a un Leningrado en ruinas para iniciar una empresa relojera que alcanzaría con los años renombre internacional-, que trabajaban en cadena, cada una se especializaba en montar una parte del reloj y pasaba el mecanismo a la siguiente. Eso requería una enorme habilidad y además una conciencia de equipo para funcionar al ritmo adecuado para garantizar la producción.
Trabajadoras de la fábrica de Raketa en la década de los 80. Fotografía del libro Сверяя время (Leningrad, 1986).
Ese es el germen de los Pobeda TTK-1. Los movimientos así marcados están fabricados en Petrodvorets y montados a mano mientras que los que llevan el sello Пчз son obra de las líneas de ensamblaje modernas, ideadas a imagen de las que existían en la 1GChZ. Así pues solo se utilizó este sistema de montaje manual como ayuda y posiblemente para el aprendizaje, mientras la Fábrica de Relojes de Petrodvorets no completó su reconstrucción y adquirió las herramientas necesarias y formó a su personal para implantar los métodos modernos de fabricación.
Esta implantación tuvo muchos momentos difíciles pero el 29 de marzo de 1953 llega el último pedido de piezas compradas a otras fábricas. Ese año, según los informes oficiales, se fabrican ya 160.000 Pobedas con piezas de la fabricación propia. Aunque esas cifras pueden ser un poco demasiado optimistas, 1953 es el año en que se van dominando los procesos de fabricación automatizada que se implantarán definitivamente en 1954, siendo este el año en que se montan calibres con los dos sellos (TTK-1 y Пчз). Los relojes con el sello TTK-1 se montarán hasta la primera mitad de 1955 aproximadamente con lo que se puede afirmar que, aún habiéndose fabricado miles de ellos, es uno de los Pobedas "raros".
Arriba un Pobeda TTK-1 de fabricación tardía: 2-55. Debajo, junto a él, un Red 12 con el sello de Petrodvorets y fecha 3-53, quizá uno de los primeros movimientos en ser fabricados allí.
La fabrica de Petrodvorets fabricará 600.000 Pobedas en 1956 e introducirá mejoras en el movimiento K-26 como la versión de 17 rubís con sistema de protección antichoque similar al incabloc. Este movimiento de 17 rubís K-26 será la base para muchos relojes de la fábrica en los años siguientes, entre ellos un reloj que se lanzará al mercado con ocasión del viaje de Yuri Gagarin en 1961: el "Pакета" que en ruso significa "cohete". En 1962 un decreto gubernamental obliga a todas las fábricas de relojes de la URSS a operar bajo una única marca comercial. A partir de 1964 la Fábrica de Relojes de Petrodvorets será conocida como Raketa.
La Fábrica de Relojes de Chistopol (Чистопольский Часовой Завод – ЧЧЗ)
En pleno avance alemán, durante el otoño de 1941, las autoridades soviéticas deciden evacuar multitud de fábricas claves para el esfuerzo bélico lejos de la línea del frente. Una de esas fábricas es la 2ª Fabrica Estatal de Relojes situada en Moscú. El objetivo es reanudar la fabricación de piezas de armamento en una población 825 km. al este de Moscú, a la orilla del río Kama: Chistopol.
La vieja destilería convertida en una prestigiosa fábrica de relojes, en una bucólica imagen de los años 60. Fotografía de https://bellofuturo.livejournal.com/2217.html
Si queréis leer un relato detallado de esta épica aventura aquí os dejo el enlace:
https://www.safonagastrocrono.club/the-first-chistopol-wristwatch-the-seed-of-the-vostok-factory/
Durante los años de la guerra toda clase de dispositivos para detonadores se fabricaron en Chistopol, aunque también antes de acabar esta ya se reanudó la producción de relojes de pulsera del tipo K-43. La cuestión importante es que en la evacuación se trasladaron a Chistopol 544 técnicos de la 2ª Fabrica Estatal provenientes de Moscú (otras fuentes señalan 488). Estos técnicos formaron a la población local, que por necesidades de la guerra consistía en aquellos momentos principalmente en mujeres, para la fabricación, primero de armamento y luego de relojes. Nacía, por necesidades bélicas, una industria que con el tiempo sería capaz de grandes logros relojeros y sería una de las pocas fábricas de relojes soviéticas que sobreviviría a la caída del comunismo con sus características originales.
Algo del carácter tártaro de estas gentes debe haberse trasladado al interior del edificio de una antigua destilería en el que se asentó la 2ª Fábrica Estatal en Chistopol. Una vez regresada esta a Moscú y finalizada la guerra, las gentes del lugar no quisieron que desapareciera la nueva industria local, que daba trabajo a bena parte de la población. Las habilidades adquiridas pronto encontraron utilidad. Se dice que en 1946 ya se empezaron a montar Pobedas con piezas provenientes de Penza. No parece existir, sin embargo, más que algún testimonio de antiguos trabajadores y sin una descripción o imagen de los Pobeda montados en Chistopol estos pueden resultar indistinguibles de los fabricados en Penza. Como siempre, la prudencia me lleva a pensar que más que en 1946, algunos Pobeda se empezarían a ensamblar en 1947, año en el que la fábrica de Chistopol, para asombro mío, ya produjo un reloj naval.
En la parte superior el reloj naval de Chistopol fabricado en 1947. Fotografía de https://twobrokewatchsnobs.com/vostok-watches-info/
Debajo un rarísimo ejemplar de Chistopol, de fecha 4-49 y un dial negro inédito, con agujas luminiscentes. Fotografía de www.watchuseek.com
Esos mismos testimonios aseguran que en la fábrica, a partir del montaje de los Pobeda de Penza se dominó la fabricación de esos mecanismos y en 1949 se empezaron a producir Pobedas en Chistopol. Sin embargo, la fabricación de piezas de relojería requiere planos y herramientas y maquinas especificas. Es cierto que en Chistopol ya se habían fabricado relojes, pero habían sido K-43, un reloj cuyo diseño es más bien del s.XIX y que poco o nada tiene que ver con el Pobeda K26. Existe otra versión, a mi entender mucho más creíble, que indica que se aprovechó el hecho de que en Penza se reorganizaba la producción para fabricar únicamente relojes de mujer (Zvezda) y parte de la maquinaria que fabricaba el Pobeda allí se trasladó a Chistopol. El hecho de que los Pobeda de Chistopol marcados con fecha del 49 sean siempre del 4º trimestre me hace pensar que fue así.
Esto no resta un ápice de mérito a la asombrosa capacidad relojera de los técnicos y trabajadores de Chistopol. En 1952 ya lanzan sus propias marcas con calibres K26 mejorados en la casa, Kama, con la mejora de 17 rubís y anti-choque antes mencionada. Y no menos asombroso es que fueran pioneros en añadir algunas complicaciones como el día de la semana (sin fecha) en los Saturn y Rubin, o la fecha (sin día) en los Chaika fabricados allí. Todos esos relojes además de los Uran, Yantar, Raduga o Sputnik equiparon alguna de las versiones del K26 del Pobeda.
Cuatro Pobedas Red 12: (1) Chistopol, (2) 1GChZ, (3) Petrodvorets y (4) Planta de Maslennikov. A la derecha el movimiento de la Fábrica de Relojes de Chistopol.
Realmente, para una fabrica sin pedigrí y con una experiencia relativamente corta, es todo un logro haber sido escogidos para la fabricación del calibre 2809, basado en el fantástico Zenith 135; el primer calibre "chronometre grade" fabricado en la URSS. Y haber producido cuatro variantes de ese calibre. O haber sido los primeros en diseñar y fabricar un calibre 100% soviético: el 2209 de 18 rubís (no confundir con el 2209 de 23 rubís de Luch y Poljot) que llevaron por primera vez los Mir y que luego equipó a millones de relojes soviéticos. Con este calibre, Chistopol rompe con la herencia del Pobeda y es la primera fábrica de relojes en iniciar un camino con sus propios calibres. ¿Qué hay detrás de estos alardes de capacidad? Sin duda la historia de la Fábrica de Relojes de Chistopol aún está por escribirse.
Quizá a estas alturas ya no deba extrañarnos que fuera escogida por el Ministerio de Defensa de la URSS para fabricar sus relojes o que creara relojes que gozan de enorme éxito aún hoy en día: el Amphibian, primer reloj de buceo de 200 m soviético (300 m en su configuración militar original) y el Komandirskie, reloj de dotación para el ejército después convertido en exitoso reloj comercial. Sin embargo, aún reconociendo esta capacidad extraordinaría y a mi entender, única en la industria relojera de la URSS, no hay que olvidar que la fabricación de relojes con métodos modernos se implantó con nuestro protagonista: el Pobeda.
Por supuesto desde 1964 los relojes de esta fábrica llevan en sus esferas uno de los nombres más famosos, si no el que más, de la relojería de la URSS: Vostok (Восток y en algunos modelos Wostok).
La Planta de MaslenniKov – ZIM (Завод им. Масленникова – ЗИМ)
He dejado para el final esta fábrica, situada en la ciudad de Samara (Сама́ра, llamada en la época soviética Ку́йбышев, Kuybyshev) porque es aquí donde el Pobeda y su calibre K26 tuvieron su hogar definitivo y también por el cariño especial que siento hacia sus relojes. Sobre esta antigua fábrica de tuberías ha hablado nuestro compañero Sebastián en este hilo:
https://relojes-especiales.com/threads/la-fábrica-de-maslennikov.509462/
y poco más puedo añadir. El Pobeda se fabricó aquí por primera vez en 1950 a partir de la maquinaria y los planos llegados de Penza tras la reestructuración de esta fábrica iniciada en 1949 para dedicarse únicamente a la producción de relojes de mujer. Y aquí se conservó el modelo genuino de calibre K26 durante mucho tiempo después de que las demás fábricas abandonaran su fabricación.
Evolución del Pobeda en la Planta de Maslennikov.
Es aquí donde realmente tiene sentido hablar de calibre 2602 y calibre 2608, pues son los fabricados en esta fábrica en los años 60 y 70 que llevaron grabado en su platina esa numeración. Y por eso vamos a hablar en este apartado de la Planta de Maslennikov de las últimas modificaciones a nivel técnico sufridas por el K26.
Respecto al movimiento de segundero central, 2608, las modificaciones consisten en hacer hueco el eje de la rueda de centro, de manera que permita pasar por su interior el eje de la rueda de segundos quedando una sobre la otra. Para sujetar el mecanismo se procede a rediseñar el puente de rodaje, haciéndolo más elevado y modificando consecuentemente la altura del eje de la rueda de escape. El puente del barrilete permanece idéntico al modelo 2602 y también el puente del áncora, áncora y puente de volante. De todas formas, cuando se trabaja con mecanismos viejos y desgastados, pueden surgir muchos problemas si intentas acoplar un puente de volante de un 2602 a un movimiento 2608 y viceversa. Aunque imperceptibles al ojo humano, existen ligerísimas diferencias en las tolerancias que se ven agravadas cuando los pivotes del eje de volante están desgastados y eso puede hacer que la cosa no funcione.
Se da la misma situación con las platinas y los puentes fabricados en las diferentes fábricas durante los 50. Aunque evidentemente nacen de los mismos planos, las máquinas utilizadas para su fabricación son diferentes y puede ocurrir (y ocurre) que algunos puentes, montados sobre platinas que no son las correspondientes aprieten excesivamente los ejes de las ruedas haciendo que no giren libremente. Es una situación que delata rápidamente un movimiento manipulado (“franken”).
En esta fotografía se puede observar como el eje de la rueda de segundos pasa por el eje hueco de la rueda de centro. Para sujetarlas, el puente de rodaje está elevado, al igual que el eje de la rueda de escape.
Hacia finales de la década de los 50 se cambió el diseño del muelle del trinquete. Se pasó de un muelle insertado en el reverso del puente del barrilete a un muelle circular situado debajo del trinquete. Personalmente creo que facilita la limpieza del movimiento pues no debes preocuparte de que salte el muelle del puente o de volverlo a colocar si salta, una operación nada fácil en ocasiones. También se reduce la cantidad de material utilizada, pues la longitud del muelle circular es inferior al muelle ubicado en el puente.
Por último, además de las cuestiones estéticas que se fueron perdiendo fruto de las crisis económicas y la obsesión con reducir los costes de producción, la última modificación es la sustitución del tornillo de rosca del tirete por un tirete con un pasador que atraviesa el puente y que queda sujeta con una lámina metálica que hace de muelle de retorno. Al hundir el pasador se libera la tija y al soltar la lámina metálica presiona el tirete y este vuelve a su posición. La tija se puede introducir sin pulsar de nuevo pero es recomendable hacerlo para no forzar el mecanismo y evitar que al engancharse la tija salte la báscula de posición obligándonos a desmontar la esfera para volver a colocarla.
En la mitad superior de la fotografía vemos como el tornillo del tirete deja paso a un pasador o bulón cuya cabeza cóncava (izquierda) asoma por el puente y una lámina (derecha) que hace de muelle para que el tirete vuelva a su posición una vez extraída la tija. En la parte inferior podemos observar un calibre 1802 de Zvezda del año 1958 con el nuevo muelle del trinquete y a su lado un calibre marcado 2608 de los 60, con con la misma modificación, ejemplo evidente de que las mejoras en el terreno del diseño y la ingeniería de los calibres se compartieron entre las fábricas.
Con la incorporación de estas modificaciones el K26 llegó a su diseño final, diseño que se conservó en producción ininterrumpidamente hasta el siglo XXI. La Planta de Maslennikov es, sin duda, el hogar del Pobeda. Durante las segunda mitad de los 60 y los años 70 los Pobeda fabricados aquí llevaron el nombre ZIM.
Epílogo
Hemos llegado al final de nuestra historia, sobre los orígenes del Pobeda. Pero, por supuesto, esto no es el final de la historia del Pobeda. En los años 60 y 70, bajo el nombre de Zim, el Pobeda se vistió de gala y creció de tamaño, hasta los 34 mm, dando lugar a bellos y elegantes relojes. En los 80, perdió sus "côtes de genève", pero el rudo camarada, nacido en los ásperos tiempos de la posguerra no se inmutó. Con un amago de sonrisa cínica, asistió a la caída del muro de Berlín y del socialismo en Rusia. Con valentía se aventuró incluso a adentrarse en el siglo XXI, un siglo extraño para él. Es irónico que el K26, que la mayoría de directores técnicos de las fábricas relojeras de la URSS consideraban obsoleto a finales de los 50 sobreviviera muchos años a sus más refinados descendientes. Quizá, si pensamos que fue concebido en un tiempo donde la única obsesión de las gentes que lo crearon era sobrevivir, prevalecer, entenderemos por qué el Pobeda fue el más longevo de todos los calibres soviéticos. En la planta de Maslennikov el calibre K26 (2602) dejó de fabricarse en el año 2002. Teniendo en cuenta que su antecesor francés fue concebido allá por el año 1910 estamos hablando de casi un siglo de relojería. Todo un alarde.
El Pobeda, como los grandes mitos, se resiste a morir. De vez en cuando, a la manera del Cid Campeador, regresa de entre los muertos para vencer nuevas batallas, como ha ocurrido no hace mucho con alguna edición de Poljot International que estaba equipada con movimientos 2602 encontrados entre restos de almacenes.
Y ahora sí que ponemos punto y final a la historia del más ruso de los rusos: el Pobeda. Salud camaradas.
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