pooh
.
Sin verificar
Leopardi, quizá el mejor de los poetas italianos.
L’ Infinito
Sempre caro mi fu quest’ermo colle
E questa siepe, che da tanta parte
Dell’ultimo orizzonte il guardo esclude.
Ma sedento e mirando, interminati
Spazi di là da quella, e sovrumani
Silenzi, e profondissima quiette
Io nel pensier mi fingo; ove per poco
Il cor non si spaura. E come il vento
Odo stormir tra queste piante, io quello
Infinito silenzio a questa voce
Vo comparando: e mi sovvien l’eterno,
E le morte stagioni, e la presente
E viva, e il suon di lei. Cosí tra questa
Inmensità s’annega il pensier mio:
E il naufragar m’è dolce in questo mare.
El Infinito.
Siempre amé esta colina,
y este cerco que la vista me impide ver
más allá de su horizonte.
Mirando los interminables espacios de allá a lo lejos,
los silencios sobrehumanos y su profunda quietud,
yo estoy con mis pensamientos,
aunque mi corazón no se asusta.
Escucho los susurros del viento detrás de las plantas,
y en el infinito silencio mido mi voz:
y me subyuga lo eterno, y las estaciones muertas,
y el presente real y el sonido de todos ellos.
Así a través de esta inmensidad se ahoga mi pensamiento:
y el naufragar me es dulce en este mar.
L’ Infinito
Sempre caro mi fu quest’ermo colle
E questa siepe, che da tanta parte
Dell’ultimo orizzonte il guardo esclude.
Ma sedento e mirando, interminati
Spazi di là da quella, e sovrumani
Silenzi, e profondissima quiette
Io nel pensier mi fingo; ove per poco
Il cor non si spaura. E come il vento
Odo stormir tra queste piante, io quello
Infinito silenzio a questa voce
Vo comparando: e mi sovvien l’eterno,
E le morte stagioni, e la presente
E viva, e il suon di lei. Cosí tra questa
Inmensità s’annega il pensier mio:
E il naufragar m’è dolce in questo mare.
El Infinito.
Siempre amé esta colina,
y este cerco que la vista me impide ver
más allá de su horizonte.
Mirando los interminables espacios de allá a lo lejos,
los silencios sobrehumanos y su profunda quietud,
yo estoy con mis pensamientos,
aunque mi corazón no se asusta.
Escucho los susurros del viento detrás de las plantas,
y en el infinito silencio mido mi voz:
y me subyuga lo eterno, y las estaciones muertas,
y el presente real y el sonido de todos ellos.
Así a través de esta inmensidad se ahoga mi pensamiento:
y el naufragar me es dulce en este mar.