K
kendosalamanca
Forer@ Senior
Sin verificar
Hoy tocamos un tema complicado para el neófito pero muy interesante para el aficionado a los relojes de buceo. El tema en cuestión es la evolución histórica tanto del conocimiento sobre los problemas para la salud de someterse a una descompresión brusca en el buceo, como del uso de los relojes como herramienta para hacer los cálculos de tiempos y profundidades de inmersión sin riesgo para la salud.
Todos entendemos que a mayor profundidad mayor es la presión a la que nos vemos sometidos, y esa presión la referimos en “Atmosferas”, equivaliendo 1 Atmosfera de presión con aquella a la cuál nos encontraríamos sometidos si estuviéramos a nivel del mar.
Desde hace años este tema esta superado con la aparición de los “Ordenadores de Buceo”, así que yo como buen aficionado a los “Diver vintage” me centraré en la evolución de este tipo de relojes y aprovecharé la ocasión para mostrar algunos de mis relojes. Al finalizar el hilo comprenderéis el título que he puesto al hilo.
Dividiré el hilo en dos partes, el primero sobre la Enfermedad Descompresiva y el segundo sobre relojes diver vintage que fueron apareciendo en el mercado en relación con este tema. Vamos para allá :
En Buceo es imprescindible conocer las Tablas de Descompresión, es decir los tiempos y profundidades de inmersión que obligan al buzo a hacer una o varias paradas de descompresión para evitar las embolias gaseosas y otras patologías conocidas como ENFERMEDAD DESCOMPRESIVA (ED); originadas por los cambios bruscos de presión de moléculas gaseosas dentro del organismo. Especialmente importante si el buzo respira gases mezclados, si la inmersión es muy larga o si bajamos a gran profundidad.
Esas tablas lo primero que ofrecen es la llamada “Curva de Seguridad”, es decir tiempos y profundidades donde se puede bucear y ascender SIN necesidad de realizar descompresión (No Decompression Limits : ND LIMITS). Aún así, seguirá siendo recomendable la llamada “Parada de Seguridad”, que consiste en una parada de 3 minutos a 5 metros de profundidad, y subir luego de forma lenta a superficie, mantenerse siempre por debajo de los márgenes de esta Velocidad de Ascenso especialmente en los últimos metros, es fundamental para garantizar la seguridad del buzo.
La primera vez que se hace mención del riesgo de esta patología, fue de la mano del médico francés Paul Bert, a finales del siglo XIX, cuando observó que mientras se trabajaba en la construcción del famoso Puente de Brooklyn de NY, muchos operarios morían o presentaban síntomas neurológicos importantes después de trabajar durante horas en las cimentaciones del mismo. Ese trabajo lo hacían dentro de unas cajas sumergidas y herméticas, donde respiraban ambientes de aire a alta presión que suministraban unas bombas desde la superficie. Por eso llamo a este mal “la maladie des caissons” (El mal de las cajas), aunque también se le denomino : “Bends” (Doblamientos), debido a que los trabajadores afectados se doblaban por el intenso dolor tanto en las articulaciones como en otras partes del cuerpo.
Estas cajas o campanas de inmersión fueron descritas para la historia por Edmond Halley , él del cometa, en 1691; con una demostración práctica en la que los buzos soportaron 1 hora a 18 metros de profundidad.
Lamentablemente para nuestro país, la historia anglosajona olvidó que en agosto de 1602, casi 100 años antes, en el rio Pisuerga a su paso por Valladolid, D. Jerónimo de Ayanz y Beaumont, uno de los pocos hombres renacentistas que pueden estar a la altura del gran Leonardo, preparo su “Campana de Inmersión”, que además contaba con un sistema de renovación de aire, estabilizadores y una estación intermedia como base a aprovisionamiento para los buzos. Estos la probaron delante del Rey Felipe III y toda su corte. El Rey les requirió a subir depués de una hora, y los buzos al hacerlo dijeron que podrían estar inmersos el tiempo que fuera necesario.
Todo ello, patente incluida, quedó documentado en el Archivo de Simancas, pero desgraciadamente para la Historia, nadie recogió el testigo de tantísimas invenciones de este personaje; que iban desde los trajes de buceo, submarinos, aire acondicionado, maquinas de vapor, nuevas bombas de achique, catalizadores, balanzas de precisión, y un largo etcétera. Sé que esto no viene muy a cuento del hilo, pero es tanta la impresión que me causo cuando estudié la biografía de este personaje, que me veo en la obligación de compartirla con todo el que puedo.
Este hombre diseñó, fabricó, probó con éxito, documentó y registró 100 años antes que Thomas Savery, una maquina de vapor cuyo esquema muestro a continuación; y comento al rey que : "...en el futuro, los hombres dejarían de trabajar y sólo tendrán que manejar las máquinas".
Igualmente que en el caso de la Campana de Inmersión, Paul Bert realmente no fue el primer científico en describir los riesgos a los que se someten los organismos al someterse a grandes variaciones de presión, de hecho fue el famoso Robert Boyle, uno de los padres de las Leyes de los Gases; quien en 1760 observó como al someter a una serpiente al vacío se formaban burbujas en los tejidos; dado que al disminuir la presión ambiental se fuerza al gas a abandonar el interior de los tejidos en los que se haya disuelto. Estas observaciones cayeron en el olvido durante casi 200 años.
No obstante, Paul Bert describió ampliamente los efectos de someter al organismo a importantes variaciones tanto de presión atmosférica como de presión de oxígeno inhalado, es decir describió la respuesta fisiológica a la hipoxia e hiperoxia.
Descubrió, por ejemplo, que respirar elevadas presiones parciales de O2 acaba produciendo convulsiones e incluso la muerte; denominandose a ese envenenamiento o intoxicación aguda por O2, “efecto Paul Bert”.
Su mayor aporte fué destacar el papel del Nitrógeno en la Enfermedad Descompresiva; al sufrir bajadas bruscas de presión este abandona su estado soluble en los distintos tejidos y líquidos del organismo, y pasará a gaseoso, formando burbujas como si estuviera “hirviendo”.
También comenzó a investigar en formas de solucionarlo, como la parada a mitad de ascenso después de un buceo profundo, conocida como “Parada profunda”, las escafandras con regulador de presión, cámaras de hipopresión, o lo contrario es decir devolver al enfermo al espacio presurizado del “caisson” ( Terapia de Recompresión ) o inhalar mayores cantidades de Oxígeno ( Terapia de Recompresión con Oxígeno). En esos primeros protocolos para evitar la ED se recomendaba hacer en profundidad una ascensión muy lenta y con parada y posteriormente aumentar la velocidad al ir acercándose a superficie.
Aquí podemos ver a Paul Bert probando un prototipo de Cámara Hiperbárica.
Ya en 1900, Leonard Erskine Hill teorizó que si el problema estaba en la descompresión, se podría tratar a los buzos que padezcan algún mal con una “Recompresión”; y recomendó como remedio para evitar el mal, el hacer primero una compresión a 6 atm y posteriormente ir bajando 1 atm de presión cada 20 minutos. Estableciendo la Primera ”Tabla de Descompresión Lenta Continua”. La probó él mismo dado que era buzo.
Aunque fue otro fisiólogo, en esta ocasión escocés, John Scott Haldane, quién pudo dar la explicación completa sobre el porqué de esta enfermedad; de ahí el nombre de “Teoría de Haldane”. Este hombre verificó que el origen del problema era la formación de burbujas de nitrógeno en los vasos sanguíneos cuando se ha respirado aire a alta presión, y como al verse sometido a una brusca bajada de presión, el gas como consecuencia de las Leyes fundamentales de los Gases, se expande, entran como en “ebullición” y da lugar a la formación de burbujas que pueden bloquear la circulación, afectando especialmente al sistema nervioso central, con consecuencias potencialmente fatales. Divide fisiológicamente el organismo en 5 compartimentos, cada uno de ellos con un Tiempo Medio de absorción o liberación de nitrógeno diferente. Es decir, nuestro cuerpo se dividiría en cinco compartimientos que se irían llenando de gases en proporción el tiempo y profundidad de la inmersión, así como a la presión y composición de la mezcla respirada; posteriormente a irse llenando esos compartimientos, debería hacerse un vaciado igualmente progresivo y proporcional, nunca de forma brusca . Según la Ley de Henry, la cantidad de gas disuelta en un líquido es proporcional a la presión que ejerce ese gas en la superficie de dicho liquido. Así, como el buzo al comenzar una inmersión esta saturado de gas inerte( N2) en la superficie, al bucear y aumentar la presión, aumenta la disolución del mismo en los diferentes compartimentos de nuestro organismo, y al retornar a superficie estaremos “Sobresaturados” de dicho gas; lo que requiere de tiempo para que el organismo vaya liberando y reduciendo ese exceso de gas. Demostró además que el protocolo de ascender más lento en profundidad y más rápido cerca de superficie era erróneo y justo lo contrario de lo que debe hacerse.
Elaboró en 1907 una ”Cámara de Compresión y Descompresión” donde pudo ver los efectos en distintos animales, y al final elaborar la primera “Tabla de descompresión” en 1908. Esas Tablas y protocolos fueron adoptados por la Royal Navy y la Marine Nationale, entre otras armadas; y en 1912 por la US NAVY, siendo usadas esas tablas hasta 1956. Posteriores revisiones de las Tablas US NAVY han sido el referente de todos los buzos del mundo.
De ahí que el tratamiento que él recomendaba para evitar problemas era hacer despresurizaciones lentas, es decir haciendo “Paradas de Descompresión”, siguiendo esa primitiva Tabla, para evitar ese punto crítico de sobresaturación a partir del cual se formarían las burbujas. Pero corrigiendo las anteriores recomendaciones, dado que las mayores paradas deben ser cuanto más cerca de la superficie estamos, y no al revés. Este hombre es el auténtico "padre" de la Medicina Hiperbárica y la Enfermedad Descompresiva.
Realmente la primera Cámara Hiperbárica se creo en 1662 por el clérigo y médico británico Henshaw, que intuía que al aumento de la presión del aire respirado podía mejorar algunas patologías y la del aire con presión disminuida otras, elaborando una “Cámara Hipo e Hiperbárica” denominada “Domicilium”.
Tras el descubrimiento y aislamiento en forma gaseosa del Oxígeno o "Aire Desflogistizado" por Priestley en 1775, poco después ya fueron usados los "Gases Medicinales" por Beddoes en 1794 y después en 1834 por el médico francés Junod, quien crea una cámara hiperbárica para tratar enfermedades pulmonares con oxígeno. Esos "Baños de Aire Comprimido" o "Centros Neumáticos" que se extendieron por toda Europa en la segunda mitad del siglo XIX, y atraían a pacientes del mundo entero. Se llegó incluso a introducir un quirófano dentro de una cámara hiperbárica y operar usando como anestésico Oxido Nitroso.
Conforme se aumentan tanto la profundidad como los tiempos de inmersión, se van requiriendo mayores tiempos de descompresión. En 1933, Damant y Philips de la Royal Navy implementan la Oxigenoterapia en cámara hiperbárica a fin de disminuir los tiempos de descompresión.
Con el tiempo se ha ido aumentando el número de patologías a tratar con el empleo de estas cámaras, lo que conocemos con el nombre de “Medicina Hiperbárica”; por lo cual son ya muchos los grandes hospitales que disponen de ellas. Otra curiosidad histórica que desgraciadamente se vuelve interesante por la situación actual de pandemia donde muchos pacientes requieren asistencia respiratoria para sobrevivir, es que en la gran epidemia de gripe de 1918, un anestesista de Kansas, Orville J. Cunninghan, viendo como un joven médico se estaba muriendo de asfixia por la gripe, lo introdujo en una de las primeras cámaras hiperbáricas de USA, que usaban para experimentar con animales, y le salvo la vida al someterlo a una presión de 2 ATM, lo que fué suficiente para salvar el cuadro de hiposa que ponía en riesgo su vida. Lo hizó porque había comprobado que pacientes con dolencias respiratorias y circulatorias, que tenían muchos síntomas en pueblos o ciudades de elevada altitud, mejoraban a nivel del mar. Posteriormente siguió experimentando en el tratamiento de otras enfermedades, y años después curó a un paciente de una enfermedad renal, y este resulto ser un multimillonario que en agradecimiento le financio la construcción de una cámara hiperbárica de 5 pisos y 20 metros de diámetro, la mayor del mundo en aquel momento. Para terminar las curiosidades, decir que este hombre participo en la 1º Guerra Mundial en Europa, y al estallar la 2º Guerra Mundial regreso a Francia, donde lucho con la Resistencia y murió ejecutado por la Gestapo, considerándose un Héroe de Guerra en dicho país. Todo un personaje!!
En España se creó en 1954 el Centro de Recuperación e Investigaciones Submarinas (CRIS) en Barcelona; siendo uno de los más antiguos del mundo. Primero disponían de una cámara individual, el “Cartucho de Recompresión”; y en 1963 se instalo la primera Cámara Hiperbárica Multiplaza.
Si observamos las Tablas de Descompresión, veremos que se ha establecido como norma el describir los parámetros de tiempo de 5 en 5 minutos y los de profundidad de 3 en 3 (10 feet) metros. Esto es importante porqué serán estos los intervalos que aparecerán en las diferentes propuestas que tanto los ordenadores de buceo como los relojes de pulsera irán ofreciendo a los buzos con los años.
Esos cálculos varían también conforme el compuesto que se este respirando, bien sea aire comprimido, mezclas Nitrox o mezcla con gases inertes como el Helio, p. ej.: Trimix y Heliox (las mezclas con Helio como gas inerte evita los efectos tóxicos del Nitrógeno a partir de los 40 metros de profundidad).
Estas inmersiones usando Mezclas de Gases, ya se probaron en la década de 1930 por parte de la US Navy, y se recomienda su uso para inmersiones profundas, aunque tiene un gran inconveniente y es que requiere tiempos de descompresión mayores al ser átomos más ligeros cuya velocidad de efusión y difusión es mayor según la Ley de Graham. Ese tiempo puede acortarse mediante el empleo de Oxigenoterapia en Cámaras Hiperbáricas de Descompresión.
Recordar aquí el hito histórico de 1939, cuando se hundió el submarino USS Sailfish “Squalus” con 33 personas a bordo y a una profundidad de 74 m (242 feet); realizando 4 buzos la primera inmersión operativa con una mezcla de Helio y oxigeno (Heliox); consiguiendo el salvamento de los 33 marineros y obteniendo la Medalla de Honor del Congreso EEUU por ese acto. Se empleo además por primera vez la novedosa Cámara para Rescate Submarino diseñada por Charles Momsen y Allan Rockwell McCann. Esta será la precursora de los modernos DSRV (Deep-Submergence Rescue Vehicle), submarinos para rescates a gran profundidad.
Las mejoras más sustanciales vendrán en la década de 1960, de la mano del Capitan de la US Navy, Dr. Robert Workman, y de Albert A. Bühlmann (1923-1994), ilustrado en la fotografía siguiente. Este último fue un médico suizo qua aportó grandes innovaciones a la Teoría de la Descompresión, como su famoso Algoritmo ZHL16, donde considera al organismo dividido en 16 compartimentos, para poder elaborar las Tablas de forma más precisa. Siendo este tipo de algoritmos los usados por la US NAVY para la actualización de sus famosas tablas. A este respecto, en diciembre de 2016 la Naval Sea Systems Command (NAVSEA 00C) completo la 7º revisión del Manual de Buceo de la US NAVY, después de dos años de trabajo.
Para que el buceador tenga esa información disponible a mano, antes de la aparición de ordenadores de buceo como los que muestro en la zona superior, se planteo la solución de colocar dichas tablas en los relojes de pulsera; combinándolos o no con tablas escritas que los buzos consultaban.
Continuo en la segunda parte del Hilo….
Todos entendemos que a mayor profundidad mayor es la presión a la que nos vemos sometidos, y esa presión la referimos en “Atmosferas”, equivaliendo 1 Atmosfera de presión con aquella a la cuál nos encontraríamos sometidos si estuviéramos a nivel del mar.
Desde hace años este tema esta superado con la aparición de los “Ordenadores de Buceo”, así que yo como buen aficionado a los “Diver vintage” me centraré en la evolución de este tipo de relojes y aprovecharé la ocasión para mostrar algunos de mis relojes. Al finalizar el hilo comprenderéis el título que he puesto al hilo.
Dividiré el hilo en dos partes, el primero sobre la Enfermedad Descompresiva y el segundo sobre relojes diver vintage que fueron apareciendo en el mercado en relación con este tema. Vamos para allá :
En Buceo es imprescindible conocer las Tablas de Descompresión, es decir los tiempos y profundidades de inmersión que obligan al buzo a hacer una o varias paradas de descompresión para evitar las embolias gaseosas y otras patologías conocidas como ENFERMEDAD DESCOMPRESIVA (ED); originadas por los cambios bruscos de presión de moléculas gaseosas dentro del organismo. Especialmente importante si el buzo respira gases mezclados, si la inmersión es muy larga o si bajamos a gran profundidad.
Esas tablas lo primero que ofrecen es la llamada “Curva de Seguridad”, es decir tiempos y profundidades donde se puede bucear y ascender SIN necesidad de realizar descompresión (No Decompression Limits : ND LIMITS). Aún así, seguirá siendo recomendable la llamada “Parada de Seguridad”, que consiste en una parada de 3 minutos a 5 metros de profundidad, y subir luego de forma lenta a superficie, mantenerse siempre por debajo de los márgenes de esta Velocidad de Ascenso especialmente en los últimos metros, es fundamental para garantizar la seguridad del buzo.
La primera vez que se hace mención del riesgo de esta patología, fue de la mano del médico francés Paul Bert, a finales del siglo XIX, cuando observó que mientras se trabajaba en la construcción del famoso Puente de Brooklyn de NY, muchos operarios morían o presentaban síntomas neurológicos importantes después de trabajar durante horas en las cimentaciones del mismo. Ese trabajo lo hacían dentro de unas cajas sumergidas y herméticas, donde respiraban ambientes de aire a alta presión que suministraban unas bombas desde la superficie. Por eso llamo a este mal “la maladie des caissons” (El mal de las cajas), aunque también se le denomino : “Bends” (Doblamientos), debido a que los trabajadores afectados se doblaban por el intenso dolor tanto en las articulaciones como en otras partes del cuerpo.
Estas cajas o campanas de inmersión fueron descritas para la historia por Edmond Halley , él del cometa, en 1691; con una demostración práctica en la que los buzos soportaron 1 hora a 18 metros de profundidad.
Lamentablemente para nuestro país, la historia anglosajona olvidó que en agosto de 1602, casi 100 años antes, en el rio Pisuerga a su paso por Valladolid, D. Jerónimo de Ayanz y Beaumont, uno de los pocos hombres renacentistas que pueden estar a la altura del gran Leonardo, preparo su “Campana de Inmersión”, que además contaba con un sistema de renovación de aire, estabilizadores y una estación intermedia como base a aprovisionamiento para los buzos. Estos la probaron delante del Rey Felipe III y toda su corte. El Rey les requirió a subir depués de una hora, y los buzos al hacerlo dijeron que podrían estar inmersos el tiempo que fuera necesario.
Todo ello, patente incluida, quedó documentado en el Archivo de Simancas, pero desgraciadamente para la Historia, nadie recogió el testigo de tantísimas invenciones de este personaje; que iban desde los trajes de buceo, submarinos, aire acondicionado, maquinas de vapor, nuevas bombas de achique, catalizadores, balanzas de precisión, y un largo etcétera. Sé que esto no viene muy a cuento del hilo, pero es tanta la impresión que me causo cuando estudié la biografía de este personaje, que me veo en la obligación de compartirla con todo el que puedo.
Este hombre diseñó, fabricó, probó con éxito, documentó y registró 100 años antes que Thomas Savery, una maquina de vapor cuyo esquema muestro a continuación; y comento al rey que : "...en el futuro, los hombres dejarían de trabajar y sólo tendrán que manejar las máquinas".
Igualmente que en el caso de la Campana de Inmersión, Paul Bert realmente no fue el primer científico en describir los riesgos a los que se someten los organismos al someterse a grandes variaciones de presión, de hecho fue el famoso Robert Boyle, uno de los padres de las Leyes de los Gases; quien en 1760 observó como al someter a una serpiente al vacío se formaban burbujas en los tejidos; dado que al disminuir la presión ambiental se fuerza al gas a abandonar el interior de los tejidos en los que se haya disuelto. Estas observaciones cayeron en el olvido durante casi 200 años.
No obstante, Paul Bert describió ampliamente los efectos de someter al organismo a importantes variaciones tanto de presión atmosférica como de presión de oxígeno inhalado, es decir describió la respuesta fisiológica a la hipoxia e hiperoxia.
Descubrió, por ejemplo, que respirar elevadas presiones parciales de O2 acaba produciendo convulsiones e incluso la muerte; denominandose a ese envenenamiento o intoxicación aguda por O2, “efecto Paul Bert”.
Su mayor aporte fué destacar el papel del Nitrógeno en la Enfermedad Descompresiva; al sufrir bajadas bruscas de presión este abandona su estado soluble en los distintos tejidos y líquidos del organismo, y pasará a gaseoso, formando burbujas como si estuviera “hirviendo”.
También comenzó a investigar en formas de solucionarlo, como la parada a mitad de ascenso después de un buceo profundo, conocida como “Parada profunda”, las escafandras con regulador de presión, cámaras de hipopresión, o lo contrario es decir devolver al enfermo al espacio presurizado del “caisson” ( Terapia de Recompresión ) o inhalar mayores cantidades de Oxígeno ( Terapia de Recompresión con Oxígeno). En esos primeros protocolos para evitar la ED se recomendaba hacer en profundidad una ascensión muy lenta y con parada y posteriormente aumentar la velocidad al ir acercándose a superficie.
Aquí podemos ver a Paul Bert probando un prototipo de Cámara Hiperbárica.
Ya en 1900, Leonard Erskine Hill teorizó que si el problema estaba en la descompresión, se podría tratar a los buzos que padezcan algún mal con una “Recompresión”; y recomendó como remedio para evitar el mal, el hacer primero una compresión a 6 atm y posteriormente ir bajando 1 atm de presión cada 20 minutos. Estableciendo la Primera ”Tabla de Descompresión Lenta Continua”. La probó él mismo dado que era buzo.
Aunque fue otro fisiólogo, en esta ocasión escocés, John Scott Haldane, quién pudo dar la explicación completa sobre el porqué de esta enfermedad; de ahí el nombre de “Teoría de Haldane”. Este hombre verificó que el origen del problema era la formación de burbujas de nitrógeno en los vasos sanguíneos cuando se ha respirado aire a alta presión, y como al verse sometido a una brusca bajada de presión, el gas como consecuencia de las Leyes fundamentales de los Gases, se expande, entran como en “ebullición” y da lugar a la formación de burbujas que pueden bloquear la circulación, afectando especialmente al sistema nervioso central, con consecuencias potencialmente fatales. Divide fisiológicamente el organismo en 5 compartimentos, cada uno de ellos con un Tiempo Medio de absorción o liberación de nitrógeno diferente. Es decir, nuestro cuerpo se dividiría en cinco compartimientos que se irían llenando de gases en proporción el tiempo y profundidad de la inmersión, así como a la presión y composición de la mezcla respirada; posteriormente a irse llenando esos compartimientos, debería hacerse un vaciado igualmente progresivo y proporcional, nunca de forma brusca . Según la Ley de Henry, la cantidad de gas disuelta en un líquido es proporcional a la presión que ejerce ese gas en la superficie de dicho liquido. Así, como el buzo al comenzar una inmersión esta saturado de gas inerte( N2) en la superficie, al bucear y aumentar la presión, aumenta la disolución del mismo en los diferentes compartimentos de nuestro organismo, y al retornar a superficie estaremos “Sobresaturados” de dicho gas; lo que requiere de tiempo para que el organismo vaya liberando y reduciendo ese exceso de gas. Demostró además que el protocolo de ascender más lento en profundidad y más rápido cerca de superficie era erróneo y justo lo contrario de lo que debe hacerse.
Elaboró en 1907 una ”Cámara de Compresión y Descompresión” donde pudo ver los efectos en distintos animales, y al final elaborar la primera “Tabla de descompresión” en 1908. Esas Tablas y protocolos fueron adoptados por la Royal Navy y la Marine Nationale, entre otras armadas; y en 1912 por la US NAVY, siendo usadas esas tablas hasta 1956. Posteriores revisiones de las Tablas US NAVY han sido el referente de todos los buzos del mundo.
De ahí que el tratamiento que él recomendaba para evitar problemas era hacer despresurizaciones lentas, es decir haciendo “Paradas de Descompresión”, siguiendo esa primitiva Tabla, para evitar ese punto crítico de sobresaturación a partir del cual se formarían las burbujas. Pero corrigiendo las anteriores recomendaciones, dado que las mayores paradas deben ser cuanto más cerca de la superficie estamos, y no al revés. Este hombre es el auténtico "padre" de la Medicina Hiperbárica y la Enfermedad Descompresiva.
Realmente la primera Cámara Hiperbárica se creo en 1662 por el clérigo y médico británico Henshaw, que intuía que al aumento de la presión del aire respirado podía mejorar algunas patologías y la del aire con presión disminuida otras, elaborando una “Cámara Hipo e Hiperbárica” denominada “Domicilium”.
Tras el descubrimiento y aislamiento en forma gaseosa del Oxígeno o "Aire Desflogistizado" por Priestley en 1775, poco después ya fueron usados los "Gases Medicinales" por Beddoes en 1794 y después en 1834 por el médico francés Junod, quien crea una cámara hiperbárica para tratar enfermedades pulmonares con oxígeno. Esos "Baños de Aire Comprimido" o "Centros Neumáticos" que se extendieron por toda Europa en la segunda mitad del siglo XIX, y atraían a pacientes del mundo entero. Se llegó incluso a introducir un quirófano dentro de una cámara hiperbárica y operar usando como anestésico Oxido Nitroso.
Conforme se aumentan tanto la profundidad como los tiempos de inmersión, se van requiriendo mayores tiempos de descompresión. En 1933, Damant y Philips de la Royal Navy implementan la Oxigenoterapia en cámara hiperbárica a fin de disminuir los tiempos de descompresión.
Con el tiempo se ha ido aumentando el número de patologías a tratar con el empleo de estas cámaras, lo que conocemos con el nombre de “Medicina Hiperbárica”; por lo cual son ya muchos los grandes hospitales que disponen de ellas. Otra curiosidad histórica que desgraciadamente se vuelve interesante por la situación actual de pandemia donde muchos pacientes requieren asistencia respiratoria para sobrevivir, es que en la gran epidemia de gripe de 1918, un anestesista de Kansas, Orville J. Cunninghan, viendo como un joven médico se estaba muriendo de asfixia por la gripe, lo introdujo en una de las primeras cámaras hiperbáricas de USA, que usaban para experimentar con animales, y le salvo la vida al someterlo a una presión de 2 ATM, lo que fué suficiente para salvar el cuadro de hiposa que ponía en riesgo su vida. Lo hizó porque había comprobado que pacientes con dolencias respiratorias y circulatorias, que tenían muchos síntomas en pueblos o ciudades de elevada altitud, mejoraban a nivel del mar. Posteriormente siguió experimentando en el tratamiento de otras enfermedades, y años después curó a un paciente de una enfermedad renal, y este resulto ser un multimillonario que en agradecimiento le financio la construcción de una cámara hiperbárica de 5 pisos y 20 metros de diámetro, la mayor del mundo en aquel momento. Para terminar las curiosidades, decir que este hombre participo en la 1º Guerra Mundial en Europa, y al estallar la 2º Guerra Mundial regreso a Francia, donde lucho con la Resistencia y murió ejecutado por la Gestapo, considerándose un Héroe de Guerra en dicho país. Todo un personaje!!
En España se creó en 1954 el Centro de Recuperación e Investigaciones Submarinas (CRIS) en Barcelona; siendo uno de los más antiguos del mundo. Primero disponían de una cámara individual, el “Cartucho de Recompresión”; y en 1963 se instalo la primera Cámara Hiperbárica Multiplaza.
Si observamos las Tablas de Descompresión, veremos que se ha establecido como norma el describir los parámetros de tiempo de 5 en 5 minutos y los de profundidad de 3 en 3 (10 feet) metros. Esto es importante porqué serán estos los intervalos que aparecerán en las diferentes propuestas que tanto los ordenadores de buceo como los relojes de pulsera irán ofreciendo a los buzos con los años.
Esos cálculos varían también conforme el compuesto que se este respirando, bien sea aire comprimido, mezclas Nitrox o mezcla con gases inertes como el Helio, p. ej.: Trimix y Heliox (las mezclas con Helio como gas inerte evita los efectos tóxicos del Nitrógeno a partir de los 40 metros de profundidad).
Estas inmersiones usando Mezclas de Gases, ya se probaron en la década de 1930 por parte de la US Navy, y se recomienda su uso para inmersiones profundas, aunque tiene un gran inconveniente y es que requiere tiempos de descompresión mayores al ser átomos más ligeros cuya velocidad de efusión y difusión es mayor según la Ley de Graham. Ese tiempo puede acortarse mediante el empleo de Oxigenoterapia en Cámaras Hiperbáricas de Descompresión.
Recordar aquí el hito histórico de 1939, cuando se hundió el submarino USS Sailfish “Squalus” con 33 personas a bordo y a una profundidad de 74 m (242 feet); realizando 4 buzos la primera inmersión operativa con una mezcla de Helio y oxigeno (Heliox); consiguiendo el salvamento de los 33 marineros y obteniendo la Medalla de Honor del Congreso EEUU por ese acto. Se empleo además por primera vez la novedosa Cámara para Rescate Submarino diseñada por Charles Momsen y Allan Rockwell McCann. Esta será la precursora de los modernos DSRV (Deep-Submergence Rescue Vehicle), submarinos para rescates a gran profundidad.
Las mejoras más sustanciales vendrán en la década de 1960, de la mano del Capitan de la US Navy, Dr. Robert Workman, y de Albert A. Bühlmann (1923-1994), ilustrado en la fotografía siguiente. Este último fue un médico suizo qua aportó grandes innovaciones a la Teoría de la Descompresión, como su famoso Algoritmo ZHL16, donde considera al organismo dividido en 16 compartimentos, para poder elaborar las Tablas de forma más precisa. Siendo este tipo de algoritmos los usados por la US NAVY para la actualización de sus famosas tablas. A este respecto, en diciembre de 2016 la Naval Sea Systems Command (NAVSEA 00C) completo la 7º revisión del Manual de Buceo de la US NAVY, después de dos años de trabajo.
Para que el buceador tenga esa información disponible a mano, antes de la aparición de ordenadores de buceo como los que muestro en la zona superior, se planteo la solución de colocar dichas tablas en los relojes de pulsera; combinándolos o no con tablas escritas que los buzos consultaban.
Continuo en la segunda parte del Hilo….