jdortega
StoryTeller
Verificad@ con 2FA
Muy buenas a todos, hoy me gustaría presentaros un modelo que desde que salió hace un año me interesé activamente por él. Me gustó muchísimo en las primeras fotos que pude ver. Me pareció que podía ser un gran sustituto para el reloj que más me ha gustado de cuantos he llevado (el Vacheron Constantin Overseas) ó incluso mejor. El hecho de que en sólo un año se hayan podido fabricar pocas unidades y de que la marca no tenga distribución en España (parece que en poco Grassy puede ser el elegido) me hizo bastante complicado el poder valorar en persona el reloj. Pero como me ha ocurrido en otras ocasiones finalmente me acabé guiando por mi primer instinto y decidí ir a por la pieza con independencia de las teóricas dificultades. Y aprovechando un viaje, que tenía mi mujer por motivos personales a Nueva York a fin de año, he podido adquirir el reloj del cual narraré más adelante con más detalle su consecución. Pero primero y para situarnos en contexto vamos a hacer un breve resumen de la historia de esta semidesconocida pero en sus inicios importante marca.
Czapek hereda su nombre del maestro relojero polaco de principios del siglo XIX Franciszek Czapek, el cual en 1839 funda en Ginebra una compañía junto con su socio llamada Patek, Czapek & Cie. Sí, sí, un tal Antoni Patek era su socio, que se dedicaba sobre todo a las ventas y a la dirección dentro de la empresa, mientras el bueno de Czapek era el jefe del taller de relojería. La firma tuvo cierto éxito fabricando unos 200 relojes al año, pero a los 6 años ambos socios se separaron. Antoni Patek se unió a su nuevo socio Adrien Philippe fundando la compañía Patek Philippe & Co (os suena?), mientras Czapek estableció su compañía Czapek & Cie. Así que se puede decir sin ninguna duda que este señor fue el maestro relojero del embrión de lo que todos conocemos como Patek Philippe. Está claro que el nombre tiene su historia. Sin ánimo de dar muchas más explicaciones simplemente indicar que Czapek en los siguientes años se convirtió en relojero oficial de la corte imperial de Napoléon, así como proveedor de piezas para importantes personalidades de la época en diferentes países del mundo. Vamos, que no era manco en la creación de relojes. Una vez falleció, la compañía cambió de manos y continuó produciendo relojes durante algunos años para luego desaparecer por completo. Hasta que en el año 2011 una terna de personajes del mundo del arte y de la relojería se juntaron para resucitar el nombre y decidieron previa financiación externa salir al denso mercado relojero en el año 2015. Inicialmente lanzaron al mercado una colección de estilo clásico basada en los diseños de los relojes de bolsillo que tan famoso habían hecho siglos atrás al propietario del nombre de la marca. Y hace dos años decidieron tirarse a la arena de los relojes deportivos con brazalete integrado con su acorazado Antartique Terre Adélie (el modelo predecesor del que nos ocupa) logrando numerosos elogios en el entorno relojero y haciendo descubrir a mucha gente el valor del nombre de la marca. La resurrección se había completado, y en pocos años de una forma fulgurante.
Pasemos a describir la pieza en cuestión. Como simple curiosidad el nombre Passage De Drake hace mención al tramo de mar que separa el Pacífico del Atlántico entre el Cabo de Hornos y la Antártica. El modelo es de acero con unas medidas de caja de 40,5 mm de diámetro y de 10,6 mm de grosor, adecuadas para el tipo de reloj deportivo que es y que se acomoda seguramente a la mayoría de formas y tamaños de muñeca, pudiendo llevarse sin mayor dificultad por dentro de cualquier camisa.
El diseño está claramente dirigido al sector de reloj deportivo de lujo con brazalete integrado y unos tratamientos de altísima calidad, destacando los brillantes eslabones centrales pulidos en forma de C de Czapek sobre las cepilladas hileras exteriores. Realmente en muñeca es muy atractivo. Precisamente junto con el del Overseas me parece el brazalete más cómodo y logrado de todos, y al pesar menos que el Overseas es incluso más cómodo (esto, sí que si no lo hubiera probado de verdad no me lo creería nunca).
Soporta 120 metros de resistencia al agua y su calibre permite 60 horas de reserva de marcha latiendo a 28.800 revoluciones por hora. Datos correctísimos para el sector con el que compite (similares a los del Overseas). También destaca el cambio fácil de correa que permite intercambiar el muy bien trabajado brazalete por diferentes correas de cuero y de caucho que tiene a disposición la marca (otro guiño al parecido con el Overseas).
El dial tiene un diseño trapezoidal cuyo patrón se denomina “escaleras a la eternidad”, que a mí me parece muy original y que permite una visibilidad excepcional de la hora. Las agujas en espada y los brillantes índices abaguetados, todo pulido a un gran nivel, están totalmente liberados para su lectura contra el texturizado dial. Algo que le da una imagen especial a la esfera es la separación en otro plano y otra textura del bisel que muestra las marcas de los minutos. A mi juicio le da una sensación de profundidad y de harmonía a la esfera excepcional. Y para acabar con la visión frontal del reloj indicar también que los acabados de la caja son también de un altísimo nivel, destacando en la esfera el índice 12 tridimensional en número arábigo.
Hasta aquí todo correcto, en un muy alto nivel de puntuación en cada apartado pero nada que no hayamos podido ver en alguna otra marca de AR que tenga en un catálogo un modelo deportivo con brazalete integrado. Entonces, por qué este reloj es diferente y merece la pena el valorarlo como algo realmente competitivo en este sector tan poblado de grandísimas colecciones (Nautilus, Royal Oak, Overseas, Laureato, Ingenieur, Polo, Streamliner, Santos, Octo….). La respuesta está en la trasera. A mí este reloj me enganchó en el momento que vi una foto de su trasera. Sinceramente la primera vez que se observa impresiona y mucho. Es algo poco llamativo en brillos pero a su vez absolutamente precioso y que yo no había visto antes ese tipo de estructura en ese grado de seriedad de colores y acabados. La maquinaria es el calibre propio SXH5, de movimiento automático basado en un maravilloso micro rotor de platino que proporciona una considerable reserva de marcha, con siete puentes esqueletizados con sus ángulos interiores biselados a mano y decorados en color gris oscuro que destacan sobre manera respecto a las demás piezas del calibre. Haciendo que el observar cómo late el volante a 4Hz se convierta un auténtico placer para la vista. Esta estructura parece ser es más típica de los movimientos que llevan los tradicionales relojes de bolsillo que de los actuales calibres que solemos llevar en la muñeca. Y si lo que pretendían era hacer algo que se observara singular respecto a lo que había en el mercado, desde luego que lo han conseguido. Para mí sólo con lo que se ve en la trasera ya merece la pena tener este reloj en las manos. Sientes como si llevaras algo diferente, exclusivo y especial, y que estás deseando mostrar a cualquier amigo aficionado a los relojes que te encuentres ese día en el camino.
Respecto a la descripción de cómo llegó a mis manos, pues para variar se dieron ciertas señales que me empujaron a la pieza sin razonamiento alguno. Como he comentado llevaba pensando en este modelo desde que salió pero no tenía la oportunidad de localizarlo para verlo en vivo sobre todo al no distribuirse oficialmente en España. Me tenía que conformar con verlo en webs y sobre todo pensar seriamente en su compra en algún distribuidor extranjero. Y el mejor para ver marcas independientes de relojes se llama Cellini Jewelers en Nueva York. Recomiendo que echéis un vistazo a su web que realmente merece la pena el deleitarse con los modelos de Altísima Relojería que ofertan. Aparte me iba informando en diferentes distribuidores extranjeros y me iban indicando que se les agotaba el modelo de forma muy rápida y que no tenían ya opción de venta online de estas piezas, salvo por la propia marca que te lo podía fabricar expresamente pero tardaba obviamente bastante tiempo en llegarte. Y cuando ya estaba tristemente convencido de que tendría que echarle meses (años?) a la espera si realmente quería tener acceso a uno, me llegó de improviso la oportunidad escondida y muy esperada. Mi mujer me comentó que tenía que ir a fin de año a Nueva York por motivos personales. Así que tendría la opción de recogerme cualquier reloj que pudiera adquirir a Cellini sin líos de envíos y demás. El caso es que se me ocurrió días después ponerme en contacto con la tienda porque igual había algún modelo de algo que me gustara que pudieran tener aunque ya suponía ciertas colecciones estarían agotadas. Y pregunté por el Czapek por si sonaba la flauta. Me dijeron que sólo les quedaba una pieza y porque el teórico comprador había tenido problemas de salud y había desechado su compra hacía pocos días, y que no esperaba les llegara ninguna remesa más hasta pasados unos nueve meses. Cuando escuché eso me dije que bueno, al menos iba a tener opciones. Continué con la conversación preguntándole explícitamente qué características de modelo era, puesto que había en dial color blanco, azul y negro (el que a mí me gustaba), con la segundera en blanco, rojo ó sólo roja la punta (la que yo quería) y con la correa de regalo extra bien de cuero ó bien de caucho (la que más me cuadraba). Cuando escuché su respuesta, con exactamente las características del deseado modelo que había imaginado en mi cabeza durante el último año, directamente aluciné. Me lo tomé como una señal de no desaprovechar la oportunidad, y como excusa de hacerme un regalazo de Reyes le dije que dónde tenía que mandar la señal para que me lo reservara y que iría a finales de año mi mujer a recogerlo. Así que dicho y hecho, y una vez en la tienda permitieron a mi esposa que me hiciera vía video llamada un tour por sus fantásticas instalaciones viendo piezas extraordinarias. Y me encantó, era tal y como me lo había imaginado.
No quiero finalizar sin antes agradecer a Cellini y especialmente a Joel (la persona que excelentemente me atendió en su momento online y que también atendió exquisitamente a mi mujer en la recogida del reloj) la profesionalidad y amabilidad con la que en todo momento me sentí tratado. Les debo una buena visita. Y a mi señora un besazo!
Os dejo con alguna foto más. Espero os guste.
Y la caja que lleva un kit de herramientas bastante útil para el brazalete y la correa de caucho, aparte de habitáculos para guardarlos:
Saludos!
Czapek hereda su nombre del maestro relojero polaco de principios del siglo XIX Franciszek Czapek, el cual en 1839 funda en Ginebra una compañía junto con su socio llamada Patek, Czapek & Cie. Sí, sí, un tal Antoni Patek era su socio, que se dedicaba sobre todo a las ventas y a la dirección dentro de la empresa, mientras el bueno de Czapek era el jefe del taller de relojería. La firma tuvo cierto éxito fabricando unos 200 relojes al año, pero a los 6 años ambos socios se separaron. Antoni Patek se unió a su nuevo socio Adrien Philippe fundando la compañía Patek Philippe & Co (os suena?), mientras Czapek estableció su compañía Czapek & Cie. Así que se puede decir sin ninguna duda que este señor fue el maestro relojero del embrión de lo que todos conocemos como Patek Philippe. Está claro que el nombre tiene su historia. Sin ánimo de dar muchas más explicaciones simplemente indicar que Czapek en los siguientes años se convirtió en relojero oficial de la corte imperial de Napoléon, así como proveedor de piezas para importantes personalidades de la época en diferentes países del mundo. Vamos, que no era manco en la creación de relojes. Una vez falleció, la compañía cambió de manos y continuó produciendo relojes durante algunos años para luego desaparecer por completo. Hasta que en el año 2011 una terna de personajes del mundo del arte y de la relojería se juntaron para resucitar el nombre y decidieron previa financiación externa salir al denso mercado relojero en el año 2015. Inicialmente lanzaron al mercado una colección de estilo clásico basada en los diseños de los relojes de bolsillo que tan famoso habían hecho siglos atrás al propietario del nombre de la marca. Y hace dos años decidieron tirarse a la arena de los relojes deportivos con brazalete integrado con su acorazado Antartique Terre Adélie (el modelo predecesor del que nos ocupa) logrando numerosos elogios en el entorno relojero y haciendo descubrir a mucha gente el valor del nombre de la marca. La resurrección se había completado, y en pocos años de una forma fulgurante.
Pasemos a describir la pieza en cuestión. Como simple curiosidad el nombre Passage De Drake hace mención al tramo de mar que separa el Pacífico del Atlántico entre el Cabo de Hornos y la Antártica. El modelo es de acero con unas medidas de caja de 40,5 mm de diámetro y de 10,6 mm de grosor, adecuadas para el tipo de reloj deportivo que es y que se acomoda seguramente a la mayoría de formas y tamaños de muñeca, pudiendo llevarse sin mayor dificultad por dentro de cualquier camisa.
El diseño está claramente dirigido al sector de reloj deportivo de lujo con brazalete integrado y unos tratamientos de altísima calidad, destacando los brillantes eslabones centrales pulidos en forma de C de Czapek sobre las cepilladas hileras exteriores. Realmente en muñeca es muy atractivo. Precisamente junto con el del Overseas me parece el brazalete más cómodo y logrado de todos, y al pesar menos que el Overseas es incluso más cómodo (esto, sí que si no lo hubiera probado de verdad no me lo creería nunca).
Soporta 120 metros de resistencia al agua y su calibre permite 60 horas de reserva de marcha latiendo a 28.800 revoluciones por hora. Datos correctísimos para el sector con el que compite (similares a los del Overseas). También destaca el cambio fácil de correa que permite intercambiar el muy bien trabajado brazalete por diferentes correas de cuero y de caucho que tiene a disposición la marca (otro guiño al parecido con el Overseas).
El dial tiene un diseño trapezoidal cuyo patrón se denomina “escaleras a la eternidad”, que a mí me parece muy original y que permite una visibilidad excepcional de la hora. Las agujas en espada y los brillantes índices abaguetados, todo pulido a un gran nivel, están totalmente liberados para su lectura contra el texturizado dial. Algo que le da una imagen especial a la esfera es la separación en otro plano y otra textura del bisel que muestra las marcas de los minutos. A mi juicio le da una sensación de profundidad y de harmonía a la esfera excepcional. Y para acabar con la visión frontal del reloj indicar también que los acabados de la caja son también de un altísimo nivel, destacando en la esfera el índice 12 tridimensional en número arábigo.
Hasta aquí todo correcto, en un muy alto nivel de puntuación en cada apartado pero nada que no hayamos podido ver en alguna otra marca de AR que tenga en un catálogo un modelo deportivo con brazalete integrado. Entonces, por qué este reloj es diferente y merece la pena el valorarlo como algo realmente competitivo en este sector tan poblado de grandísimas colecciones (Nautilus, Royal Oak, Overseas, Laureato, Ingenieur, Polo, Streamliner, Santos, Octo….). La respuesta está en la trasera. A mí este reloj me enganchó en el momento que vi una foto de su trasera. Sinceramente la primera vez que se observa impresiona y mucho. Es algo poco llamativo en brillos pero a su vez absolutamente precioso y que yo no había visto antes ese tipo de estructura en ese grado de seriedad de colores y acabados. La maquinaria es el calibre propio SXH5, de movimiento automático basado en un maravilloso micro rotor de platino que proporciona una considerable reserva de marcha, con siete puentes esqueletizados con sus ángulos interiores biselados a mano y decorados en color gris oscuro que destacan sobre manera respecto a las demás piezas del calibre. Haciendo que el observar cómo late el volante a 4Hz se convierta un auténtico placer para la vista. Esta estructura parece ser es más típica de los movimientos que llevan los tradicionales relojes de bolsillo que de los actuales calibres que solemos llevar en la muñeca. Y si lo que pretendían era hacer algo que se observara singular respecto a lo que había en el mercado, desde luego que lo han conseguido. Para mí sólo con lo que se ve en la trasera ya merece la pena tener este reloj en las manos. Sientes como si llevaras algo diferente, exclusivo y especial, y que estás deseando mostrar a cualquier amigo aficionado a los relojes que te encuentres ese día en el camino.
Respecto a la descripción de cómo llegó a mis manos, pues para variar se dieron ciertas señales que me empujaron a la pieza sin razonamiento alguno. Como he comentado llevaba pensando en este modelo desde que salió pero no tenía la oportunidad de localizarlo para verlo en vivo sobre todo al no distribuirse oficialmente en España. Me tenía que conformar con verlo en webs y sobre todo pensar seriamente en su compra en algún distribuidor extranjero. Y el mejor para ver marcas independientes de relojes se llama Cellini Jewelers en Nueva York. Recomiendo que echéis un vistazo a su web que realmente merece la pena el deleitarse con los modelos de Altísima Relojería que ofertan. Aparte me iba informando en diferentes distribuidores extranjeros y me iban indicando que se les agotaba el modelo de forma muy rápida y que no tenían ya opción de venta online de estas piezas, salvo por la propia marca que te lo podía fabricar expresamente pero tardaba obviamente bastante tiempo en llegarte. Y cuando ya estaba tristemente convencido de que tendría que echarle meses (años?) a la espera si realmente quería tener acceso a uno, me llegó de improviso la oportunidad escondida y muy esperada. Mi mujer me comentó que tenía que ir a fin de año a Nueva York por motivos personales. Así que tendría la opción de recogerme cualquier reloj que pudiera adquirir a Cellini sin líos de envíos y demás. El caso es que se me ocurrió días después ponerme en contacto con la tienda porque igual había algún modelo de algo que me gustara que pudieran tener aunque ya suponía ciertas colecciones estarían agotadas. Y pregunté por el Czapek por si sonaba la flauta. Me dijeron que sólo les quedaba una pieza y porque el teórico comprador había tenido problemas de salud y había desechado su compra hacía pocos días, y que no esperaba les llegara ninguna remesa más hasta pasados unos nueve meses. Cuando escuché eso me dije que bueno, al menos iba a tener opciones. Continué con la conversación preguntándole explícitamente qué características de modelo era, puesto que había en dial color blanco, azul y negro (el que a mí me gustaba), con la segundera en blanco, rojo ó sólo roja la punta (la que yo quería) y con la correa de regalo extra bien de cuero ó bien de caucho (la que más me cuadraba). Cuando escuché su respuesta, con exactamente las características del deseado modelo que había imaginado en mi cabeza durante el último año, directamente aluciné. Me lo tomé como una señal de no desaprovechar la oportunidad, y como excusa de hacerme un regalazo de Reyes le dije que dónde tenía que mandar la señal para que me lo reservara y que iría a finales de año mi mujer a recogerlo. Así que dicho y hecho, y una vez en la tienda permitieron a mi esposa que me hiciera vía video llamada un tour por sus fantásticas instalaciones viendo piezas extraordinarias. Y me encantó, era tal y como me lo había imaginado.
No quiero finalizar sin antes agradecer a Cellini y especialmente a Joel (la persona que excelentemente me atendió en su momento online y que también atendió exquisitamente a mi mujer en la recogida del reloj) la profesionalidad y amabilidad con la que en todo momento me sentí tratado. Les debo una buena visita. Y a mi señora un besazo!
Os dejo con alguna foto más. Espero os guste.
Y la caja que lleva un kit de herramientas bastante útil para el brazalete y la correa de caucho, aparte de habitáculos para guardarlos:
Saludos!
Última edición:
