(El Speedmaster en el horno del laboratorio de la NASA para ser sometido a una de las pruebas comparativas. La imagen no corresponde a las pruebas de 1965 pues en la esfera del reloj puede leerse ya la mención "Professional". Foto: omega.ch)
El 1 de marzo de 1965, los resultados de las pruebas estaban listos, y la NASA emitió un memorándum. Recordemos que tres cronógrafos permanecían todavía en carrera. De ellos, el de la primera marca (Rolex, según "A Time Capsule") dejó de funcionar en dos ocasiones en la prueba de humedad relativa. En el transcurso de la prueba de resistencia al calor, volvió a fallar. La aguja trotadora del crono se deformó y se pegó a las otras agujas de las horas y los minutos, causando la parada del movimiento mecánico de remonte manual. Esto es lo que dice el memorándum según las fuentes consultadas:
Rolex - It stopped running on two occasions during the Relative Humidity Test and subsequently failed during High Temperature Test No. 1 when the sweep second hand warped and was binding against the other hands on the dial. No further tests were run with the Rolex chronographs.
El cristal del cronógrafo de la segunda marca (Longines Wittnauer según "A Time Capsule") se había deformado y se salió de la caja durante la prueba de calor. El mismo desafortunado incidente tuvo lugar con un segundo modelo de la misma marca en la prueba de la descompresión. Dice el memorándum:
b) Longines Wittnauer - The crystal warped and disengaged during the High Temperature Test. The same discrepancy occurred on a second Longines Wittnauer during Decompression Test No. 8. No further tests were run with Longines Wittnauer chronographs.
Finalmente, solo el cronógrafo Omega Speedmaster seguía vivo al terminar todas las pruebas, aunque no salió incólume: ganó 21 minutos durante la prueba de descompresión, perdió 15 minutos durante la prueba de aceleración y la luminiscencia de la esfera se perdió durante la prueba. Pero seguía funcionando, y eso era lo que contaba. Veamos qué dice el memorándum según las fuentes:
c) Omega - It gained 21 minutes during the Decompression Test and lost 15 minutes during the Acceleration Test. The luminescence on the dial was destroyed during testing. At the conclusion of all testing the Omega chronograph operated satisfactorily.
The results of operational evaluations by the astronauts show a unanimous preference for the Omega chronograph over the other two brands because of better accuracy, reliability, readability and ease of operation.
(El Omega Speedmaster fue el único cronógrafo que sobrevivió a las duras pruebas de la NASA, y fue homologado para todos los vuelos espaciales tripulados. Foto: omega.ch
En el
se dice que los técnicos de la NASA emitieron un informe con la siguiente conclusión:
"Las pruebas operativas y ambientales llevadas a cabo sobre los tres ejemplares seleccionados han terminado. Como consecuencia de dichas pruebas, los cronógrafos Omega han sido calibrados y distribuidos a los tres miembros de la misión Gemini Titán III."
(Una vez superadas las exigentes pruebas de evaluación de la NASA, los Speedmaster pasan a formar parte del material de inventario a disposición de las misiones Gemini y Apollo y disponen de su propio lugar en los almacenes de la NASA. Foto: expeditionexchange.com)
Este en apariencia sobrio anuncio, significaba oficialmente que a partir de esa fecha, el Omega "Speedmaster" era el único reloj de pulsera aprobado para todos los vuelos espaciales tripulados de la NASA. Es también significativo el último párrafo del informe de la NASA de fecha 1 de Marzo de 1965, que reproduce Omega en su página web:
"... los astronautas muestran una preferencia unánime por el cronógrafo Omega en relación con las otras dos marcas, a causa de su mayor precisión, su mejor fiabilidad y su facilidad de manejo."
(En este anuncio publicitario de Omega de principios de los 1970s, se mencionan las pruebas de selección realizadas por la NASA en 1965. A destacar que en el propio texto del anuncio, Omega omite nombrar las marcas de sus competidores en las pruebas "... and two others made by watch companies who sall remain nameless". Imagen: JMSROLLS de timezone.com, recogida por old-omegas.com en su página web)
Apenas veinte días más tarde, con el primer vuelo
Gemini 3 (GT3) del 23 de Marzo de 1965 con los astronautas
Virgil I. Grissom y
John W. Young, el Omega "Speedmaster" pasó a formar parte del equipamiento estándar entregado a los astronautas. Cada uno de los astronautas del programa Gemini llevaba dos Speedmaster, uno de ellos con la hora de la misión y el otro con la hora GMT o la hora de Houston.
(Una vez homologado por la NASA, el Omega Speedmaster pasa a formar parte del material a disposición de los astronautas, con sus propios números de código y figura ya en los manuales internos de la NASA. Imágenes: expeditionexchange.com)
(El equipamiento completo de Armstrong para la misión Apolo 11. A la izquierda de la imagen, sobre lo que parece ser una camiseta, se puede observar el Omega Speedmaster, con su tira de velcro negro. Foto: expeditionexchange.com)
El 3 de junio de 1965,
Edward "Ed" H. White II se convirtió en el primer americano que salía fuera de su nave espacial y se dejaba ir a la deriva en la gravedad cero del espacio. Durante 23 minutos, White flotó y maniobró alrededor de la nave Gemini, recorriendo 6.500 millas durante su paseo orbital
. White estaba unido a la nave por un cordón umbilical de 25 pies (unos 8 metros) y una línea de amarre de 23 pies, ambas envueltas en cinta de oro para formar un solo cable. En su mano derecha lleva un "Hand Held Self Maneuvering Unit - HHSMU" (Unidad Portátil de Auto-maniobra) que se utiliza para moverse por la ingravidez del espacio. En su brazo izquierdo, atado con una banda negra de velcro de 640 mm. de longitud, su Omega "Speedmaster". La visera de su casco es chapada en oro para protegerse de los rayos no filtrados del sol.
(Ed White en el primer paseo espacial de un astronauta norteamericano, el 3 de Junio de 1965 con la misión Gemini 4, portando el Omega Speedmaster sujeto con una banda de velcro negro en el exterior del brazo izquierdo de su traje. Foto: grin.hq.nasa.gov)
(El Omega Speedmaster ST 105.003 que llevaba Ed White en el primer paseo espacial de un astronauta nortamericano. El reloj sigue funcionando hoy día. El reloj lleva grabada la inscripción "NASA 41987" con un lápiz eléctrico, lo que indica que este reloj es propiedad del Gobierno Americano. Foto: chronomaddox.com)
Aunque el Speedmaster de Ed White es propiedad del Gobierno americano, fue cedido a su esposa tras el trágico fallecimiento de White en el accidente del Apolo 1
. En la actualidad, el reloj está en posesión del hijo de ambos, Ed White III.
(Carta de Ed White III sobre el Speedmaster de su padre, el astronauta Ed White. Imagen: expeditionexchange.com)
Curiosamente, OMEGA sólo supo del viaje del Speedmaster al espacio después de ver la fotografía de Ed White tomada durante el primer paseo espacial norteamericano en la misión Gemini 4 de Junio de 1965. A pesar de ello, no perdió tiempo en aprovechar publicitariamente el acontecimiento, como vemos en este anuncio publicado en la revista LIFE de Junio de 1966.
(anuncio publicado en la revista LIFE del mes de Junio de 1966. Imagen: Lucien Hamelinck en pbase.com)
El 21 de Agosto de 1965, los astronautas
L. Gordon Cooper y
Charles M. "Pete" Conrad viajan en el
Gemini 5. Es la primera misión que dura más de 4 días, doblando esa duración hasta los 8 días, gracias a las nuevas celdas de combustible que generan eletricidad suficiente para las largas misiones que serán necesarias para alcanzar la Luna. Cooper, veterano de la misión Mercury, es el primer hombre en viajar al espacio dos veces. Realizaron evaluaciones médicas para comprobar la viabilidad de vuelos más largos en el espacio sin detrimento de las condiciones físicas del cuerpo humano. En la foto que vemos a continuación, Cooper (en primera instancia en la foto) lleva un Speedmaster en cada brazo, ambos con correas de Velcro. Aunque no se ve en la fotografía, Conrad lleva también dos Speedmasters en su brazo derecho.
(Cooper y Conrad, a punto de embarcar en la Gemini 5. Foto: expeditionexchange.com)
Una vez homologado por la NASA para las misiones espaciales tripuladas, Omega decide añadir la mención "Professional" al Speedmaster y le cambia la referencia a la ST 145.012, aunque el reloj es básicamente el mismo que en el modelo ST 105.012, con pequeños cambios. Sigue manteniendo el movimiento Lémania 321. Los modelos ST 105.003 y ST 105.012 que, como hemos visto, se produjeron simultáneamente entre 1963 y 1966, llevarán también la mención "Professional" en las unidades fabricadas después de la homologación por la NASA en 1965.
(Un Speedmaster 105.012 producido después de la homologacíon por la NASA y, por tanto, con la mención "Professional" en la esfera. Foto: rochpro.com)
(El Speedmaster 145.012 es el último con el calibre 321. Foto: rochpro.com)
El modelo ST 145.012 es el primero netamente "Professional" (no hay unidades sin esa mención en la esfera), y se presenta en diversas variantes; una de ellas con una esfera distinta con indicadores rojos (Ref. 145.012-67 SP) y con subdiales en rojo y blanco con el primer logo de Omega esmaltado en la esfera.
(Dos imágenes del poco habitual modelo "racing" de 1967, ref. 145.012-67 SP. Fotos: omega4u.net)[/SIZE]
En 1968 Omega decide una modificación sustancial en los Speedmaster Professional, al introducir en el mercado el modelo ST 145.022. La caja y la esfera permanecen invariables respecto a la referencia anterior, pero el nuevo modelo incorpora una versión simplificada del calibre 321, también diseñado por Albert Piguet, el nuevo calibre Omega 861, basado en el Lémania 1873.
El calibre 321 tenía más de 20 años y Omega quería simplificar su construcción para la producción en masa tras haber producido unas 40.000 unidades del calibre 321. Se trata indudablemente de una decisión económica. El Calibre 321 no sólo era más sofisticado que el nuevo 861, sino también más costoso de fabricar, mantener y reparar. A pesar de ello, la "razón oficial" del cambio esgrimida por Omega es una mayor precisión, lo cual por otro lado resulta también ser cierto. Por una vez, más barato no significa peor, pues Lémania es sin duda un excelente fabricante de movimientos. Sin embargo, desde el punto de vista del coleccionista, las versiones con el calibre 321 son mucho más apreciadas.
(El calibre 861, que sustituiría al 321, y que incorporarían los Speedmaster a partir de 1968 con la versión 145.022. Foto: speedmaster-mission.net)
Esta sustancial modificación del calibre permanecerá sin más cambios hasta 1996, en que se introducirá el actual calibre 1861, que básicamente es igual al 861 pero con la adición de un 18º rubí y el tratamiento al rodio.
Las principales diferencias entre el 861 y el 321 son las siguientes:
- El mecanismo de rueda de pilares se elimina y la coordinación de las diversas partes que hacen que el cronógrafo se ponga en marcha, se pare y se restaure a cero se hace ahora a través de un un sistema de levas y "lanzadera".
- Una espiral plana de glucydur sustituye la espiral Breguet y las pulsaciones pasan de 18.000 a 21.600 alternancias/hora.
- La reserva de marcha, que en el 321 era de 44 horas, pasa a ser de 50 horas en el 861.
- Progresivamente, a partir de 1971, el freno de acero de la rueda de los segundos cronográficos será reemplazado por una versión en "delrin" (material sintético similar al nylon) mejorando la fiabilidad, aunque a costa de la estética.
(Detalle de la leva en el calibre 861. Foto: speedmaster-mission.net)
(Despiece del mecanismo cronográfico del calibre 861. Imagen: old-omegas.com)
Debido a su rendimiento, fiabilidad y éxito en la Programa Gémini, el Omega "Speedmaster" fue elegido de nuevo como el cronógrafo oficial de la NASA para el proyecto Apolo. Cada astronauta llevaba un cronógrafo para los vuelos espaciales como dotación estándar. La mayoría, sin embargo, llevaba dos relojes durante los vuelos espaciales, uno de ellos de su popiedad. Según un documento de 1972,
la NASA adquirió un total de 97 cronógrafos Speedmaster. Esos cronógrafos fueron utilizados en las misiones espaciales tripuladas, empezando con la Gemini 3. De los 97 relojes, 17 no se podían volver a usar o se perdieron. En 1972, había un inventario de 20 unidades sin estrenar en el centro de vuelo. Las otras 60 unidades fueron usadas o se repararon para volverlas de nuevo a condición de uso según las especificaciones.
Como cronógrafo oficial de todas las misiones Apolo, el Omega Speedmaster fue usado por
Frank Borman,
James Lovell y
William Anders en el primer viaje del hombre a la órbita de la luna durante la Navidad de 1968, en el
Apolo 8.
(El comandante del Apolo 8, Jim Lovell, luciendo su Speedmaster en la muñeca derecha. Más tarde participaría en la misión Apolo13, en la que el Speedmaster jugó un importante papel. Foto: nasa.gov)
Hemos repasado los diversos modelos de Speedmaster desde su introducción en 1957 y
hasta el momento en que los astronautas de la misión Apolo 11 pisan la Luna. Hemos visto que el Speedmaster de Wally Schirra era del modelo CK 2998 y que era un Speedmaster de la ref. 105.003 el que llevaba Ed White en el primer paseo espacial de un astronauta nortamericano.
Pero, con tantos cambios de modelo y, sobre todo, con el sustancial cambio de calibre que se produce en 1968... ¿no sienten curiosidad por saber qué modelo de Speedmaster llevaron los astronautas del Apolo 11 y qué calibre lo movía? ¿era un Speedmaster con calibre 321 o llevaba ya el 861? En definitiva, ¿cuál es el verdadero "Moonwatch", el primer reloj que viajó a la Luna?
De acuerdo con la información recogida en el
National Air and Space Museum de Washington, DC., éstos eran los relojes que llevaban nuestros hombres:
- Neil Armstrong llevaba un Speedmaster Calibre 321, Modelo 105.012, Movimiento nº 24002XXX, nº de serie de la NASA 046.
- Mike Collins llevaba el Speedmaster Calibre 321, Modelo 145.012, Movimiento nº 26552XXX, nº de serie de la NASA 073.
- Buzz Aldrin llevaba el Speedmaster Calibre 321, Modelo 145.012. No disponemos del número de movimiento, aunque el nº de serie de la NASA podría ser el 043 según algunas fuentes.
Como hemos dicho, la referencia 145.012 y la 105.012 son básicamente el mismo reloj al que Omega le cambió la referencia al añadir la mención "Professional" en la esfera.
Alguien podría deducir de lo anterior que el primer reloj en la Luna fue usado por Neil Armstrong...
Pero ... no, Armstrong no llevaba puesto su Speedmaster en su paseo por la luna. Un instrumento funcionó mal durante el descenso del módulo lunar (LEM) y Armstrong dejó su Speedmaster en el LEM para utilizarlo como sustituto en caso necesario.
"Nuestro temporizador de la misión estaba averiado, y decidimos que sería mejor dejar un reloj de pulsera en el interior en caso de que el que lleváramos fuera pudiera resultar dañado. Queríamos tener por lo menos un reloj en buenas condiciones de funcionamiento para usarlo como respaldo del temporizador de la misión o para utilizarlo en su lugar en caso de que no pudiéramos ponerlo en marcha otra vez." (Neil Armstrong, en la encuesta técnica oficial "debriefing" tras la misión, 1969.)
Por lo tanto, el primer reloj que se llevó en la superficie lunar fue el Omega Speedmaster Ref. 145.012 de Aldrin, con el calibre 321. Un reloj que, siendo de la ref. 145.012, debería ya llevar la inscripción "Professional" en su esfera.
Pero dejemos que el propio Buzz Aldrin nos lo presente:
(Buzz Aldrin nos "muestra" el Omega Speedmaster que dio el primer paseo Lunar. Foto: nasa.gov)
Dado que las pruebas de calificación se hicieron en 1965 y la NASA adquirió los relojes antes de 1968, cuando no existía todavía el calibre 861 (1861), curiosamente todos nuestros relojes que llevan la mención "el primer reloj en la Luna" grabado en la tapa de la caja contienen una inexactitud histórica. No consta que ningún Speedmaster con calibre 861 haya estado nunca "oficialmente" en la Luna (a menos que no fuera uno de los "segundos" relojes que los astronautas llevaban). Todos los relojes utilizados para las misiones Apolo fueron adquiridos antes de la introducción de ese calibre, y por lo tanto se puede asegurar que todos ellos llevaban el calibre 321.
(Tapa trasera de los Speedmaster Ref. 145.022, con el grabado "The First Watch Worn on the Moon", lo cual no sería estrictamente cierto, pues el 145.022 lleva ya el calibre 861 y todos los relojes adquiridos por la NASA para las misiones Apolo llevaban el anterior calibre 321. Foto: speedmaster.mission.net)
El polifacético artista americano
Andy Warhol acuñó en 1968 una frase que se haría célebre... "En el futuro, todo el mundo tendrá sus
15 minutos de gloria". Pues bien, el Omega Speedmaster de los astronautas del programa Apolo también tuvo derecho a sus 15 minutos de gloria. O mejor deberíamos decir en este caso, a sus "14 segundos de gloria".
El 11 de Abril de 1970, a las 2:13 PM (EST) la tercera misión tripulada de la NASA con destino a la Luna, el
Apolo 13, despegaba de Cabo Kennedy. Viajaban en la misión los astronautas
James A. Lovell,
John L. "Jack" Swigert y
Fred W. Haise.
(La tripulación inicial del Apolo 13, Haise, Lowell y Mattingly, quien fue finalmente sustituido por Swigert, posan ante el Saturno V. En sus muñecas, los Omega Speedmaster de la misión. Foto: nasa.gov)
Dos días después, el 13 de abril, la tripulación participó en un programa de televisión en directo que duró 49 minutos y que mostraba la comodidad con la que se podía vivir en el espacio. Nueve minutos después de finalizado el programa, transcurridas 55 horas, 52 minutos y 58 segundos de la misión, llegó una orden del control en tierra para Swigert:
"13, tenemos una cosa más para ustedes cuando puedan. Nos gustaría que pusieran en marcha los tanques de cryo [oxígeno a ultra-baja temperatura]". Swigert respondió:
"Muy bien".
Aquí empezaron los problemas del Apolo 13. Cuando Swigert terminó la tarea encomendada, el indicador principal de alarma comenzó a parpadear. Las
células de combustible que proporcionaban electricidad, agua, oxígeno y luz fallaron, mientras los astronautas se encontraban a 320.000 km de distancia de la Tierra (dos tercios del trayecto a la Luna). La explosión dejó al descubierto un lado del módulo de servicio y una estela de restos.
La tensión eléctrica en el bus principal B cayó, y la alarma se detuvo después de seis segundos. Aparte de un fallo de los instrumentos, esto sólo podía significar
que los dos tanques de oxígeno de ultra-baja temperatura habían perdido presión
y que un panel se había soltado. El flujo de oxígeno a las células de combustible 1 y 3 cayó durante siete segundos y luego fue a cero.
Cincuenta y cinco horas, 55 minutos y 20 segundos después del lanzamiento, la voz de Swigert se oyó en el control de tierra: "
Okay, Houston, we've had a problem here." (Bueno, Houston, hemos tenido un problema por aquí ".
"Aquí Houston. Repita por favor." Esta vez el capitán Lovell respondió.
"Houston, hemos tenido un problema. Hemos tenido un bajo-voltaje en el bus B principal". Haise habló entonces:
"Bien. Ahora mismo, Houston, la tensión se ve bien. Tuvimos una explosión bastante grande asociada con la señal de alarma."
Las palabras "gran explosión " anularon completamente las esperanzas de un fallo del instrumento.
Eugene F. Kranz, Director de vuelo en el control de tierra en el momento del accidente, dijo a todos en el centro de control:
"Vamos a mantener la calma todo el mundo", y centró su atención en la solución del problema.
(El director de vuelos Gene Kranz, pieza vital en la resolución del difícil problema del Apolo 13. Foto: wikipedia.org)
Trece minutos después de la explosión, Lovell observó a través de la ventana de la escotilla que se estaba escapando gas al exterior de la nave, que resultó ser oxígeno, evidencia segura de una catástrofe. Gene Kranz y los ingenieros de vuelo realizaron cálculos de energía y solicitaron a los astronautas pasar al módulo lunar. Los astronautas tuvieron que utilizar el módulo lunar como
bote salvavidas. Gene Kranz decidió entonces abortar el objetivo de la misión y traer de vuelta a los tripulantes. El módulo lunar o
LEM estaba diseñado para albergar a dos astronautas durante 45 h, pero se necesitaba albergar a tres durante 90 horas.
Pero el verdadero problema era la energía. Las baterías del módulo lunar no tenían la suficiente capacidad como para proveer la energía necesaria. Una de las tareas principales de los ingenieros fue proveer de energía a ambas naves. Para ello se ahorró energía apagando todos los sistemas eléctricos que no fueran críticos, reduciendo el consumo a un quinto de lo normal e intentando que en el momento de la
reentrada de los astronautas a la
atmósfera terrestre conservaran como medida de seguridad un 20% de la energía total disponible.
(Imagen del módulo de servicio del Apolo 13 tomada desde el módulo de mando, tras la separación, en la que se pueden apreciar los daños sufridos tras la explosión.)
La eliminación del
dióxido de carbono fue otro problema importante. Los recipientes que contienen
hidróxido de litio, material químico que elimina el dióxido de carbono de la cabina, eran de forma cuadrada en el módulo de comando y redonda (como un queso grande) en el módulo Lunar, de modo que no se podían utilizar o intercambiar entre las naves (con el fin de evitar este problema en otras ocasiones, el sistema fue modificado después de esta misión).
Teniendo en cuenta que el módulo lunar estaba diseñado para mantener dos personas por dos días y se le estaba requiriendo mantener con vida a tres personas durante cuatro días, la contaminación resultaba un problema. Un día y medio después del incidente, las luces de advertencia del nivel de contaminación por CO2 avisaron que se estaba llegando a niveles peligrosos. Desde tierra, los ingenieros en una reunión
brainstorm idearon y explicaron a los astronautas la forma de adaptar dichos recipientes con bolsas de plástico, cartones, cinta adhesiva y demás material que llevaban a bordo.
(Interior del módulo lunar, que muestra el "buzón de correos" de cartón y plástico que construyeron los astronautas para poder adaptar los dos sistemas de purificación de aire.)
Otro de los problemas críticos era el realizar un encendido de motores en un momento en el que la Luna se interponía entre la Tierra y la nave e impedía las transmisiones de radio. Dicho encendido de motores era necesario para que la nave aumentara su velocidad, saliera de la órbita lunar y enfilara con suficiente velocidad su trayectoria hacia la Tierra.
Normalmente dicha labor la realiza el módulo de comando cuando ya los astronautas han regresado de su exploración en la superficie lunar. Esta labor era un punto de suma importancia y tenía que ser realizada con extrema exactitud, cualquier fallo provocaría que los tripulantes perdieran la trayectoria correcta y nunca regresaran a la Tierra. Era necesario maniobrar la nave manualmente, haciendo uso de las habilidades del piloto. La clave era medir exactamente el tiempo de ignición que debían dar al motor para ajustar la alineación. En un procedimiento que requiere precisión cronométrica, y no se puede dejar a la intuición humana.
Para entonces, todos los instrumentos en el módulo lunar se habían apagado para poder ahorrar energía, a excepción de los sistemas de comunicaciones y el mínimo soporte vital. Sin energía para los equipos de navegación del módulo lunar o los temporizadores de la cabina, los astronautas tuvieron que orientar la nave para la ignición de 14 segundos del motor alineando el terminador de la Tierra y el Sol en la ventana del módulo lunar, literalmente volando a ojo.
En esa situación, se necesitaba exactamente una ignición de motor de 14 segundos. En el momento preciso, Swigert hizo funcionar su cronógrafo Omega Speedmaster y, de acuerdo con sus señales, el capitán Lovell encendió y detuvo los motores justo en el tiempo exacto. El cronometraje del Speedmaster fue preciso.
(Jack Swigert y el Speedmaster con el que cronometró los 14 segundos más famosos de la historia espacial. Foto: nasa.gov)
La tripulación amerizó perfectamente en el Océano Pacífico cerca de Samoa, el 17 de abril de 1970 para júbilo del centro espacial y para el mundo. El módulo lunar y el módulo de servicio se desintegraron al ser atrapados por la gravedad terrestre y el intenso calor de la reentrada pocas horas después. El USS Iwo Jima lo recuperó.
Tras esta hazaña, Omega fue galardonada con el "
Silver Snoopy Award", un premio instituido por la NASA para reconocer a sus empleados o contratistas que hayan destacado de forma especial en acontecimientos relacionados con la seguridad del vuelo o con el éxito de las misiones. El premio muestra a
Snoopy, el icónico personaje de las tiras cómicas "
the Peanuts" creado por
Charles M. Schulz.
(Certificado del "Silver Snoopy Award" otorgado a OMEGA por la NASA el 5 de Octubre de 1970. Están las firmas de los tres astronautas de la misión Apolo 13; Lowell, Swigert y Haise)
Tras el alunizaje del Apolo 11 y el exitoso papel desempeñado en la crisis del Apolo 13, todas las siguientes misiones Apolo seguirían contando con los Omega Speedmaster entre el material a disposición de los astronautas. En la actualidad, muchos de los astronautas de las misiones
Shuttle o de la
Estación Espacial Internacional siguen llevando sus Omega Speedmaster.
No cabe duda de que Omega supo explotar publicitariamente el logro de la llegada del hombre a la Luna, el papel del "Speedmaster" en la crisis del Apolo 13 y el hecho de ser el único reloj homologado por la NASA para todos los vuelos espaciales tripulados. A partir de la homologación y hasta finales de los 1970s, prácticamente centró la promoción de los Speedmaster sobre su éxito en las misiones espaciales.
Demos un vistazo a los anuncios anteriores a la llegada a la Luna. El mensaje básico es que el reloj que llevan los astronautas en sus misiones espaciales, aún siendo unos super-héroes, es el "mismo" reloj que Vd. puede adquirir y usar aquí, en la Tierra. Aquí tenemos unos ejemplos:
(Imágenes del catálogo especial del Omega Speedmaster de 1969. Click en las imágenes para verlas a mayor tamaño. Imágenes: old-omegas.com)
(Anuncio publicado en la revista "Blanco y Negro" del 12 de Julio de 1969. Click en la imagen o aquí para verlo a página completa. Imagen: abc.es)
(La versión americana del mismo anuncio, publicado en la revista LIFE de Junio de 1967. Imagen: Lucien Hamelinck en pbase.com)
(Anuncio publicado en "La Vanguardia" del día 20 de Julio de 1969, justo el día del alunizaje. Click aquí o en la imagen para verla a página completa. Imagen: lavanguardia.es)
Una vez alcanzado el hito histórico, la publicidad cambió para saludar a los astronautas loando su éxito y resaltando la presencia del Speedmaster en la Luna con el Apolo 11 y en las otras misiones de la NASA, pero siempre insistiendo en el mismo mensaje... tal vez no pueda usted tener una roca lunar o volar en una nave espacial, pero puede llevar el mismo reloj con el que los astronautas llegaron a la Luna. Es exactamente el mismo reloj, un reloj de serie Omega Speedmaster. Imagínese lo que ese reloj puede hacer por usted, si es el que usan esos súper-héroes para sus arriesgadas misiones.
[/URL]
(Anuncio a doble página publicado en la revista "Blanco y Negro" el 16 de Agosto de 1969. Click en la imagen o aquí para verlo a página completa. Imagen: abc.es)
(Anuncio del Omega Speedmaster de 1971. "Omega Speedmaster, el único reloj de la Tierra con billete de cercanías para la Luna." Imagen: old-omegas.com)
(Este corresponde a 1973. "Hay momentos en los que llevar un Omega es muy tranquilizador". Imagen: old-omegas.com)
(Anuncio publicado en la edición de Agosto de 1975 de la revista "National Geographic". "Decir que un Omega es el reloj que merece mayor confianza en la Tierra es quedarse un poco corto." Imagen: Lucien Hamelinck en pbase.com)
("¿Elegiría la NASA el segundo mejor?". Imagen: )
---oOo---
De todas maneras, el camino del Speedmaster en la carrera espacial no estuvo exento de baches. Hubo presión política por parte de la
Bulova Watch Company para conseguir desplazar el Speedmaster en favor de un reloj americano (Bulova era a la sazón una compañía americana). Bulova había presionado con éxito a la Casa Blanca para obligar a la NASA a que cumpliera con las regulaciones de la "
Buy American Act", que prevé que el Gobierno y sus oficinas dependientes, cuando sea posible, deberá comprar a proveedores americanos. En realidad, Bulova no disponía de un cronógrafo en la época en que se realizaron las primeras homologaciones (1964-1965), pero parece que realizaron cierta presión en la NASA para que adquiriera sus productos.
(El Bulova Astronaut. Foto: yorktime.com)
A medida que el programa Apolo iba llegando a su fin, con el Apolo 17 programado para ser lanzado en Diciembre de 1972 y se estaba ya hablando de las futuras misiones del
Skylab y los
Shuttle, la presión de Bulova iba en aumento con el fin de poder asegurarse por lo menos que sus productos estarían en la última misión Lunar. La respuesta de la NASA era clara; si los relojes Omega funcionaban y funcionaban bien no había ninguna razón para cambiarlos por otro reloj y añadir un nuevo elemento de incertidumbre en la misión.
El Presidente de Bulova, el
General Omar Bradley, decidió cambiar de estrategia y en lugar de presionar a la NASA lo hizo directamente al Gobierno Federal y a la Cámara de Representantes. Consiguió de la cámara una resolución que se cuestionaba por qué el programa espacial, pagado por los contribuyentes americanos, no utilizaba un reloj americano.
A fin de cumplir con la "Buy American Act", Omega hizo que la carcasa de acero inoxidable para los Speedmaster Professional se fabricara en Luddington, Michigan, por la Starr Watch Case Company. Los cristales se enviarían desde Suiza a la Starr Watch, donde serían instalados. A continuación, la caja completa con su cristal se mandaría a la Hamilton Watch Company en Lancaster, Pennsylvania, para inspección y pruebas. Finalmente, las cajas con sus cristales se enviarían luego a Suiza, donde se instalarían los movimientos y el reloj completo se sometería a la inspección final y pruebas ambientales.
El entonces administrador de la NASA, James C. Fletcher, decidió finalmente que si Bulova presentaba un cronógrafo que pudiera ser homologado por la NASA, sería el usado en la última misión.
(El Dr. James C. Fletcher, Administrador de la NASA de 27-4-1971 al 1-5-1977, y del 12-05-1986 al 8-04-1989. Foto: nasa.gov)
En Agosto de 1972, un total de dieciséis compañías relojeras fueron notificadas por la NASA de que se estaba planeando el establecimiento de una lista de productos calificados para futuros relojes de los astronautas. Según recoge Jean-Michel en
este post del forum watchuseek y en su fantástica página web
speedmaster-mission.net, las dieciséis compañías eran: Breitling, Bulova, Elmore, Elgin, Forbes, Girard-Perregaux, Gruen, Hamilton, Heuer, LeJour, Longines-Wittnauer, Omega, Rolex, Seiko y Zodiac. Según Omega, el Speedmaster que se presentó a estas nuevas evaluaciones era el modelo 145.022. Era por tanto un Speedmaster con el nuevo calibre 861.
(Omega Speedmaster Ref. 145.022 con calibre 861 como el presentado por Omega a las pruebas de evaluación de la NASA de 1972. Foto: watchuseek.com)
Los relojes que pasaran las pruebas serían inscritos en la lista de productos calificados o "Qualified Product List" (CVP). La colocación en la lista significaba sólo que los productos eran reconocidos como de calidad suficiente para satisfacer las condiciones requeridas por las especificaciones de la NASA. Este es el reconocimiento de Bulova quería.
Finalmente, los productos de Bulova iban a someterse a las pruebas de evaluación de la NASA. Las pruebas eran las ya conocidas de la "tortura"; es decir, alta y baja temperatura, vacío, humedad, atmósfera de oxígeno, aceleración, vibración... Básicamente las mismas pruebas que el Speedmaster sufrió en el pasado.
Durante la prueba de humedad, el reloj Bulova se paró tres veces, y se detuvo de nuevo durante la prueba de aceleración. De acuerdo con los criterios, se concluyó que el cronógrafo Bulova no era apropiado para la misión Apolo 17. Dale Myers, Administrador Asociado para Vuelos Espaciales Tripulados (MSC), dio la palabra final sobre el tema:
"Los cronógrafos especiales Bulova comprados por el MSC para su posible aplicación en las misiones del Apolo 17 y el Skylab, han fallado en las pruebas de cualificación, tanto en la humedad como en la aceleración. He dado instrucciones al Centro de Vuelos Tripulados para no adoptar nuevas medidas con respecto a las pruebas o los cronógrafos de otras empresas. Considero la cuestión del reloj Bulova como cerrada". El Apolo 17 fue lanzado el 7 de diciembre de 1972, con el Omega Speedmaster atado con velcro en los brazos de los astronautas, y regresó a la tierra el 19 de Diciembre.
(El comandante del Apolo 17, Gene Cernan, con el vehículo Lunar Rover. En su brazo izquierdo, el Omega Speedmaster. Foto: nasa.gov)
Bien. . . en política, ningún problema está cerrado para siempre. En 1978, Bulova atacaba de nuevo, esta vez involucrando al senador
Jacob K. Javits de Nueva York, quien persuadió a la NASA para volver a abrir un concurso para elegir un reloj oficial para los astronautas. (En este momento, por cierto, los cosmonautas rusos también llevaban Speedmasters; durante la misión del
Apolo-Soyuz en 1975, ambas tripulaciones de vuelo llevaban Speedmaster). El proceso de recertificación se llevó a cabo una vez más.
(El astronauta Thomas P. Stafford y el cosmonauta Aleksei A. Leonov en el módulo que comunicaba el Apollo Docking Module al Soyuz Orbital Module. Ambos llevan sus Speedmaster. Foto: nasa.gov)
En septiembre de 1978, los cronógrafos que desearan ser considerados para el programa del transbordador espacial Shuttle fueron llamados a una nueva ronda de pruebas de evaluación para comprobar su comportamiento en las condiciones de los vuelos espaciales.
Las pruebas eran básicamente nuestras viejas conocidas "torturas" a las que se añadió una pulverización con niebla de sal. Esta vez, las evaluaciones serían realizadas por dos laboratorios independientes; uno en Suiza, el Observatorio de Neuchâtel y el LSRH y el otro en los EEUU, los laboratorios de ensayo acreditados de Chatsworth, en California
Omega presentó 3 modelos diferentes de relojes para las pruebas: el Speedmaster Professional (cal. 861), el Speedmaster "125" (cal. 1041, automático) y el Speedsonic (cal. de diapasón 1255)
(El Speedmaster 125, automático, lanzado por Omega para celebrar su 125 aniversario. Foto: old-omegas.com)
(El Omega Speedsonic, electrónico con calibre de diapasón. Foto: chronocentric.com)
El equipo de evaluación técnica informó que, de los cronógrafos presentados por Bulova para las pruebas, ninguno de ellos fue expuesto a todas las pruebas ambientales. Además, uno de los relojes falló en la prueba de la pulverización de neblina de sal y los 3 relojes expuestos a las pruebas de vacío fracasaron. En consecuencia, se determinó que los cronógrafos Bulova no cumplían con los requisitos ambientales especificados.
Una vez más, el cronógrafo Omega Speedmaster Professional fue superior a los otros cronógrafos evaluados. El Speedmaster Professional cunplió todos los requisitos ambientales, obtuvo la puntuación técnica más alta, y se ofreció al precio más bajo. Por lo tanto, el Omega fue aceptado de nuevo para su adquisición. El reloj fue ofrecido a la NASA al precio de 0,01 dólares por reloj. La NASA compró una serie de 56 relojes después de las pruebas.
En abril de 1981, la primera misión de transbordador espacial (STS-1), se lanzó con el comandante
John Young llevando el Speedmaster Professional.
(Lanzamiento del primer vuelo de la misión Shuttle, el 12 de Abril de 1981. A bordo, los astromautas John Young and Bob Crippen... y los Omega Speedmaster de ambos. Foto: nasa.gov)
Ahora que los vuelos de los transbordadores han entrado en funcionamiento, ya no hay requisitos por parte de la NASA para los relojes específicos que serán usados durante las misiones espaciales. Con la excepción de la actividad extravehicular, los astronautas están confinados en el entorno presurizado de la lanzadera. No obstante, el Speedmaster sigue siendo utilizado por muchos de los astronautas de la lanzadera o de la Estación Espacial Internacional (ISS).
(Este astronauta del Programa Shuttle lleva dos Speedmaster X-33's, uno con brazalete de titanio y el otro con una correa negra de kevlar; cada uno de ellos marca una hora distinta, la de Houston, la GMT o incluso la de su casa. Las distintas correas son probablemente para direrenciar los dos relojes de un vistazo en caso de quitárselos. Foto: expeditionexchange.com)
Para la pequeña historia, y los coleccionistas empedernidos, el Speedmaster ha conocido no menos de 250 referencias distintas durante sus más de 50 años de vida... a lo que hay que añadir un incontable númeo de ediciones limitadas, especiales o conmemorativas. Pero de esas ediciones limitadas o conmemorativas y de la evolución que siguió el Speedmaster a partir de la llegada del hombre a la Luna en nuestro año de 1969, hablaremos más adelante en otros episodios de esta serie.
---oOo---
Y... ¿qué fue de los relojes de los astronautas? ¿Dónde se encuentran actualmente los Speedmasters que llevaban los tres miembros de la expedición Apolo 11?
Bien... los de Armstrong y Collins están en el
Museo del Aire y Espacio (National Air and Space Museum, Smithsonian Institution) de Washington, DC.
(Los Speedmaster de Armstrong y Collins, expuestos en el National Air and Space Museum, Smithsonian Institution, de Washington, DC. Foto: expeditionexchange.com)
¿Y el de Aldrin?... ¿Dónde está el primer Speedmaster que pisó la Luna? Pues, lamentablemente... el de Aldrin se perdió en 1971.
La NASA tenía por costumbre obsequiar los relojes utilizados en las misiones a los propios astronautas, una vez finalizadas. Estos, posteriormente, los cedían temporal o definitivamente a Museos e Instituciones nacionales o locales, o simplemente los conservaban.
En este enlace de la NASA podemos ver en qué lugar se encuentra actualmente algunos de estos relojes.
(Los Speedmaster de Schirra (arriba), Strafford (centro) y Gordon (abajo). Foto: rolexforums.com)
A partir del "incidente Aldrin", la NASA cambió su política y obligó a los astronautas a que devolvieran los relojes y otros objetos. Desde ese momento, los relojes eran propiedad del Gobierno de los EEUU. Pero dejemos que el propio Aldrin nos cuente la historia del "incidente".
En su autobiografía "Return to Earth", publicada en 1973, Buzz Aldrin escribe:
"Mientras estaba preparando una mudanza de casa, decidí ofrecer una serie de cosas para el Smithsonian. Incluí en la lista varios objetos que llevé a la Luna y algunos de los regalos que recibí en la gira mundial . El Instituto aceptó rápidamente. También incluí el reloj Omega que llevaba en el paseo por la superficie de la Luna. Era el único reloj que estuvo fuera del módulo en aquel viaje, porque un mal funcionamiento del temporizador en el Módulo Lunar había impulsado a Neil a dejar su reloj en el Módulo. La NASA contrató una empresa especializada que se ocupó de inventariar, embalar y enviar la colección a Washington.
Los relojes que se utilizaron en el espacio eran Omegas ordinarios adquiridos en el comercio, que fueron entregados a las diversas tripulaciones varios meses antes del vuelo y, por tradición, se los quedaban los astronautas una vez finalizada la misión. El Smithsonian habían expresado su interés en exponer mi reloj, porque es único, y acepté gustosamente.
Cuando llegaron los paquetes al Smithsonian, el reloj y varias medallas no aparecieron. La NASA puso en marcha rápidamente una investigación de seguridad, pero no pudo dar con ninguna pista. La Oficina de Contabilidad del Gobierno (GAO) se enteró de la investigación, y en lo que en mi opinión fue una decisión de mentes estrechas, ordenó que todos los relojes se devolvieran a la NASA. Cuando nos enteramos, supusimos que la NASA diría a esa gente del GAO que se ocuparan de sus propios asuntos. Sorprendentemente, la NASA quiso evitar cualquier confrontación y estuvo de acuerdo con la GAO.
El asunto probablemente nunca se habría convertido en un problema si yo no hubiera decidido dejar al Smithsonian que expusiera mi reloj, y me sentí mal por los otros astronautas, casi todos los cuales se quejaron amargamente. Yo, mientras tanto, comencé a llenar formularios especiales sobre la pérdida de mi reloj... y seguí llenando un formulario tras otro durante todo el año siguiente, hasta que el asunto se abandonó. "
Periódicamente, al estilo del monstruo del Lago Ness que cada verano asomaba por las páginas de la prensa, aparece algún ciudadano diciendo que tiene el Speedmaster de Aldrin y, contando la historia más inverosímil para justificar su propiedad, solicita una autentificación. Si no se lo autentifican, demanda a los EEUU, a la NASA, al Smithsonian y al bueno de Buzz Aldrin. Por si tienen curiosidad,
en este enlace podrán ver el texto completo de la demanda presentada por el ciudadano Stephen A. Morely en 2003 ante el Tribunal de San Diego. Su demanda fue desestimada.
Quién sabe... tal vez usted querido lector, que compró hace algunos años en una subasta de eBay un Omega Speedmaster vintage de mediados de los 1960s Ref. 145.012 con calibre 321, es el actual propietario del primer Speedmaster que se paseó por la superficie lunar. El Speedy perdido de Buzz Aldrin. Mire a ver si tiene grabado el 043 por algún lado.
---oOo---
Vamos a cerrar ya esta segunda parte del episodio de 1969, pero me permitirán que les deje de nuevo con una canción. Al final de la primera parte pudimos escuchar
la versión que
Julie London grabó a principios de los 1960s del tema que da título a este episodio, el "Fly me to the moon", de
Bart Howard.
Al Bishop, un ingeniero de la NASA, tuvo la idea de grabar una serie de canciones alusivas al espacio y a la Luna, como "Going Back to Houston", "Blue Moon" o "Moonlight Serenade", en una cinta de cassette que entregó a los astronautas de la misión Apolo 10 para que pudieran entretenerse en los pocos momentos libres que tuvieran en la nave. Las mismas canciones se grabarían de nuevo en otra cinta de cassette para la misión Apolo 11.
(Anverso y reverso de la placa conmemorativa con la cinta de casette original que los astronautas del Apolo X dedicaron al ingeniero de la NASA Al Bishop, que les preparó la cinta con la música que llevaron en su misión, en recuerdo de gratitud por haberles provisto con algo de entretenimiento para las horas pasadas en la nave. Fotos: apollotribute2.blogspot.com)
Una de las canciones que estaba incluida en esas cintas de cassette era la versión más conocida de nuestro tema "Fly Me to the Moon". Se trata de la interpretada por
Frank Sinatra con arreglos orquestrales de
Quincy Jones, e incluida en su álbum "
It Might as Well Be Swing", publicado en 1964, que es con la que les dejaré para despedir este segundo capítulo. De alguna manera, la canción viajó también a la Luna con los astronautas del Apolo 11, de modo que podemos decir que esta canción, literalmente, les llevó a la Luna.
Dejaremos para el próximo y último capítulo de este episodio de 1969, si me lo permiten, mi versión favorita.
Nos queda todavía un último capítulo para terminar este episodio de 1969, en el que, entre otras muchas cosas, recorreremos los acontecimientos más sobresalientes del Otoño e Invierno de ese año; veremos un gol que hizo historia, conoceremos otro triste episodio de la Guerra de Vietnam y la cara oscura de un laureado General norteamericano, asistiremos a una demostración de "fair-play" en el deporte y viviremos la última gran carrera relojera de 1969.
Muchas gracias por su atención, y hasta el tercer y útimo capítulo del episodio de 1969 de nuestra serie "Aquellos maravillosos años".