Cuervo y Sobrinos un símbolo de la excelencia relojera en Cuba
La historia comienza cuando en 1885 Don Ramón Ramírez Cuervo, maestro relojero y joyero, funda en la Calle Muralla en el centro de La Habana su primer taller y joyería de lujo. En un principio, Don Ramón se dedicaba a reparar relojes y joyas. Posteriormente, viendo el potencial del negocio, se convierte en importador exclusivo para Cuba de relojes de bolsillo de marcas reconocidas como Longines y Roskopf.
Personalidades como Hemingway, Caruso o Gary Cooper se convierten en clientes frecuentes.
En 1997 Luca Musumeci, especialista en relojes antiguos, compra los derechos de la marca y junto con Marzio Villa, empresario italiano, han revivido esa nostalgia por el caribe, la música y el habano. Heredando de la marca un pasado cargado con la historia de Cuba, en el 2002 se relanza Cuervo y Sobrinos como fabricante y distribuidora de piezas de alta relojería. En la actualidad la oficina principal se encuentra en Capolago, Suiza.
En La Habana, Cuba, se inaugura la boutique
El Reloj Cuervo y Sobrinos. En una casona remodelada de 1905, se recupera la atmósfera Art Decó y los visitantes pueden, además de adquirir un Cuervo y Sobrinos, degustar un puro acompañado de una copa de ron. Con la apertura de la boutique en 2009, se ha creado una edición especial del ya famoso
Historiador que solo se puede adquirir en Cuba -
serie exclusiva de La Habana-. La única boutique de lujo que pervive en la Cuba revolucionaria.