veamos... intentaré cuestionar un poco el tema del tamaño de caja de reloj. incluso puede ser independiente de modas. quizá exista esa tendencia actual a los tamaños excesivos. que puede derivar del gusto hacia el impacto visual de los objetos de diseño. aquello que no resulte obvio parece carecer de valor. en ese sentido considero que esos relojes son moda. por lo tanto quien los compra suele ser perfectamente consciente de ello y dudo que lo haga con la finalidad de tener un reloj para siempre. mirad el catálogo de relojes "marea", por ejemplo. relojes que no superan los 50 euros y que está plagado de ellos. son resultones dentro de esas premisas, llamativos, y tienen un diseño cuidado. ahora bien, considero que la elegancia puede ser perfectamente independiente al tamaño de la caja. los panerai son relojes que históricamente siempre han tenido diámetros que no bajaban de 44mm. los relojes tipo flieger idem, por motivos de legibilidad en las situaciones para los que fueron creados. al igual que los diver. se pueden ir perfectamente a 47mm y por encima y mantener su armonía de formas, proporciones, etc. precisamente porque fueron concedidos para un uso determinado y por lo tanto diseñados con ese fin. que luego se hayan popularizado para un uso casual es otro asunto. siempre ha habido relojes "grandes". del mismo modo un 34mm puede ser perfectamente elegante y estar dentro de unos parámetros de proporciones adecuados. mirad la polémica generada en torno al cambio del explorer de 36mm a 39mm, en donde se detecta cierto desequilibrio formal en el segundo por esos 3mm de más. un vintage omega de 34mm o un air king pueden lucir con elegancia en muchas muñecas. porque son piezas que de por sí poseen esa elegancia consecuencia de una gran calidad sustentada en un perfecto diseño concebido por formas geométricas clásicas, precisas, matemáticas, fáciles de asimilar, y asumidas por nuestros cerebros durante siglos, y que suelen ir de la mano de otras muchas connotaciones históricas, por lo tanto independientes a tendencia e incluso al individuo que lo porta. si rompieramos ese equilibro y armonía de proporciones clásicas el reloj perdería su esencia natural. que la elegancia esté reñida con el tamaño es perfectamente cuestionable. que nosotros nos encontremos más a gusto con uno u otro tamaño es un hecho incuestionable. yo me siento cómodo tanto con 34mm como con 44mm. el carácter-esencia (donde entran muchos factores históricos, estéticos, funcionales, estructurales de calibre, etc) del reloj unido a nuestra personalidad, traducida igualmente en sentido estético, es un binomio que considero que es lo realmente determinante.