Por Luis Delgado
Patek Philippe registró dos patentes referidas a dicho volante Gyromax en 1.953.
Este volante lleva unos pequeños contrapesos en forma de herradura que en función de hacia donde esté orientada la abertura, hace variar la inercia del volante, y por lo tanto su velocidad, es decir, la misma función que los tornillos que hemos visto en tantos volantes, o que la microstella en el volante de los Rolex.
Vemos a continuación un volante clásico con tornillos y raqueta de ajuste fino.
En este caso los tornillos se usan para equilibrar el volante y ajustar al máximo la marcha del mismo acercándolo a un rango de marcha controlable por medio de la raqueta que actúa sobre la espiral.
En el volante Gyromax de Patek Philippe desaparece la raqueta, y la espiral queda libre, únicamente cogida por sus extremos. En las siguientes fotos se aprecian perfectamente los contrapesos y su abertura.
Así, si se disponen con la abertura orientada hacia el anillo del volante, hay mayor velocidad del mismo como consecuencia de la disminución de inercia al acercarse la masa al eje de rotación. Valga como comparación la que en su día hizo, hablando de los volantes, nuestro estimado compañero evalls, que no es otra que la de la bailarina de ballet: Cuando recoge los brazos gana en velocidad y cuando los extiende, pierde velocidad. En el volante Gyromax, si las aberturas de cada contrapeso (llamado masselotte) se orientan hacia el eje, la masa se separa del eje de rotación, aumenta la inercia, y el volante pierde velocidad. Es un sistema de ajuste que actúa sobre la inercia del volante en vez del sistema de ajuste que actúa sobre la longitud de la espiral para variar la velocidad del volante. Entre las dos posiciones extremas citadas hay 180 grados para obtener un ajuste óptimo de la marcha del volante.
Los mas usuales son los de ocho contrapesos, aunque PP los ha utilizado también de cuatro y de seis.
Este tipo de volante ha sido adoptado para algunos calibres nada menos que por AP, VC (cal.889/2), Philippe Dufour (este sitúa dos contrapesos situados sobre los dos brazos del volante, además de los contrapesos tradicionales), o F.P.Journe.
Este volante es de un calibre de Audemars Piguet, precisamente de un RO.
Este de Vacheron Constantin cal. 889/2.
Este de Philippe Dufour
Y este otro de F.P. Journe
Como se puede ver en la foto de detalle del volante «microstella» de Rolex, la finalidad es la misma, esto es, no actuar sobre la espiral sino sobre el volante, acercando o alejando del eje esas pequeñas masas en forma de «estrella» con una llavecita especial, y por lo tanto variando la inercia, y consecuentemente la velocidad. Al principio Rolex situó estas “microestrellas” en la superficie exterior del anillo del volante, para pasar posteriormente a la interior tal y como se puede ver en las fotos, quizás para ganar espacio, o bien para reducir la inercia de los volantes que iban a oscilar mucho más rápido.
Microstella en el exterior del anillo
Microstella es el interior del anillo
Un calibre Rolex con su volante de espiral libre.
Otras casas han aplicado este concepto (free sprung balance) pero de forma diferente a como lo han hecho Rolex o PP:
Chopard con su volante «variner»(contracción de variation de inertie)
Panerai, que lo aplica con cuatro micro-tornillos en su calibre P.200
Omega, que lo aplica con dos micro-tornillos
JLC, IWC, UN, y alguna más que me dejaré en el tintero y de las que no tengo fotos de sus calibres de espiral libre.
Llegados a este punto, el interrogante que nos podemos plantear ante las diferentes técnicas de regular la marcha de un reloj es ¿cuál es mejor?, y opiniones habrá para todos los gustos, aunque en lo que no hay duda alguna es en la dificultad que encierra el ajuste del “volante libre», también llamado «de espiral libre”, para un simple aficionado que no tiene ninguna dificultad en ajustar una raqueta, un cuello de cisne, un etachron, etc. etc., pero esto es lo que hay.